(ROBERTO MORALES. EL ECONOMISTA)
El anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de que aumentará los aranceles al acero de 25 a 50% esta semana, va en contra de la relación productiva entre México y Estados Unidos, destacó Marcelo Ebrard, secretario de Economía.
En una entrevista televisiva, Ebrard dijo que México es el único país con el que Estados Unidos tiene un superávit en el comercio del acero y que este saldo positivo obedece sobre todo a la integración bilateral en la industria automotriz.
Ebrard ha participado en ocho reuniones con sus contrapartes de Estados Unidos para abordar este asunto, el más crucial en este momento en términos de las negociaciones bilaterales.
“Los aranceles al acero se elevarán del 25% al 50% para proteger aún más a la industria siderúrgica estadounidense de la influencia extranjera y la competencia desleal”, dijo Trump el viernes en un mensaje en redes sociales.
Poco después, Trump ratificó el aumento de los aranceles en un mitin cerca de la ciudad de Pittsburgh, Pensilvania, para promover un acuerdo de 14,000 millones de dólares entre Nippon Steel, con sede en Tokio, y U.S. Steel. El presidente afirmó que este acuerdo garantizaría el control estadounidense sobre la histórica siderúrgica estadounidense.
“Nunca ha habido una inversión de 14,000 millones de dólares en la historia de la industria siderúrgica en Estados Unidos”, dijo Trump el viernes por la noche ante cientos de trabajadores siderúrgicos.
En el 2024, Estados Unidos obtuvo un superávit en su comercio de acero y aluminio, junto con sus artículos derivados, de 4,562 millones de dólares, con exportaciones por 15,012 millones e importaciones por 10,450 millones.
“No hace sentido poner un arancel y además es un costo adicional a la industria automotriz y a otras industrias, como la aeronáutica. Entonces, ahora estamos en acero y aluminio, y después probablemente vendrán otros temas. Tengo una perspectiva razonablemente optimista sobre esas pláticas y negociaciones”, dijo Ebrard el martes pasado, en una reunión con directivos de BBVA.
Desde la perspectiva de Adrián González, presidente de la empresa especializada en servicios de comercio exterior Global Alliance, los aranceles de Trump y los litigios sobre ellos en Estados Unidos están acumulando incertidumbre al grado de que las empresas no saben si van a pagar o no, o cuánto van a pagar.
“Es un abuso de poder de Trump, porque sube o baja aranceles cuando quiere y como quiere; es un total abuso de la ley, que no es para amenazar a países o empresas”, cuestionó.
González destacó la importancia de México para el comercio de Estados Unidos, para la competitividad de las empresas estadounidenses y para la cooperación bilateral; pero deploró que esto no se reconozca por la Administración Trump.
En su opinión, si a Trump le preocupa el acceso de China al mercado mexicano, debe tener una posición más clara respecto a lo que significa México geopolíticamente para Estados Unidos.
Trump anunció que los aranceles sobre las importaciones de acero, así como sobre el aluminio, aumentarían del 25% actual al 50% a partir del 4 de junio.
Los precios mundiales del acero han estado bajando en los últimos meses, lo que facilita que los compradores paguen los aranceles vigentes sobre las importaciones y, aun así, adquieran acero con un descuento sobre los precios nacionales.
El aumento del arancel también otorgará a las siderúrgicas nacionales mayor poder para subir los precios. La demanda y los precios del acero se han desacelerado desde abril.
Sin embargo, la medida de Trump apunta indefectiblemente a irritar a los socios comerciales de Estados Unidos.
La Unión Europea (UE), por ejemplo, afirmó que el aumento arancelario socava sus negociaciones comerciales en curso con Estados Unidos y podría generar aranceles de represalia.
“La UE está preparada para imponer contramedidas, incluso en respuesta al último aumento arancelario de Estados Unidos”, declaró un portavoz de la UE este viernes.

