(SPUTNIK)
Teniendo en cuenta que Rusia dispone de medios mucho más simples y baratos para inutilizar, en caso de hostilidades, una parte importante de la constelación de satélites de EEUU, el despliegue de armas nucleares en el espacio es ineficaz desde el punto de vista de su empleo, declaró a Sputnik el analista militar Ígor Korotchenko.
El 15 de febrero, Moscú desmintió los rumores infundados sobre sus supuestos esfuerzos por desplegar un sistema nuclear antisatélite en el espacio. Un día antes, los principales medios de comunicación estadounidenses afirmaron que Washington había informado al Congreso y a sus aliados europeos sobre los trabajos de Rusia en una nueva arma nuclear basada en el espacio y diseñada para socavar la red de satélites de EEUU.
En este contexto, el analista militar y redactor jefe de la revista Arsenal Otechestva (Defensa Nacional, en español), Ígor Korotchenko, destacó a Sputnik que el nuevo rumor tiene como objetivo hacer pasar por el Congreso estadounidense un paquete de financiación de 60.000 millones de dólares para Ucrania. Aunque el paquete fue aprobado anteriormente en el Senado de EEUU como parte de un proyecto de ley de 95.000 millones de dólares, las posibilidades de que la Cámara de Representantes apruebe la legislación se consideran escasas.
En las palabras de Korotchenko, Rusia dispone de medios de guerra antisatélite “más baratos y eficaces que, ya que en caso de hostilidades, Moscú podría inutilizar una parte importante de la constelación de satélites estadounidenses”.
Sputnik te presenta los sistemas que podrían hacerlo.
El sistema A-235 Nudol
El 15 de noviembre de 2021, Moscú realizó una prueba antisatélite de impacto directo (ASAT) con el sistema antisatélite A-235 Nudol, como resultado de la cual fue derribado un antiguo satélite de reconocimiento soviético lanzado en 1982.
El A-235 Nudol es una modificación mejorada del sistema estratégico de defensa antimisiles A-135 Amur. El misil puede alcanzar un objetivo a una distancia de hasta 1.500 kilómetros (frente a los 350 kilómetros del A-135, según algunos informes frente a los 850 kilómetros), mientras que su velocidad de interceptación aumenta hasta Mach 10 (frente a Mach 3,5 del A-135).
A diferencia de su predecesor, el A-235 puede utilizar la fuerza cinética, y no la fragmentación nuclear o de alto explosivo, para destruir el objetivo.
El desarrollo del A-235 Nudol comenzó en 1985-1986 y se llevó a cabo en cumplimiento de los acuerdos internacionales sobre misiles balísticos existentes en aquel momento. El arma fue diseñada para convertirse en el primer sistema móvil soviético de defensa antimisiles capaz de interceptar misiles de alcance intercontinental, naves espaciales y satélites que operan en órbitas altas.
Inmediatamente después de la Guerra Fría, el desarrollo del A-235 fue suspendido y reiniciado en 2011 por la empresa de la industria armamentística Almaz-Antey, diez años después de que la Administración Bush pusiera fin unilateralmente al Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM) en 2002.
El sistema se ha probado varias veces desde 2014. En noviembre de 2021 el misil se lanzó contra un objetivo espacial móvil específico y acabó destruyéndolo, lo que causó un revuelo en el Pentágono.
Nanosatélites: Nivelir, Burevestnik y Numismat
El Instituto Central de Investigación Científica de Química y Mecánica lleva desarrollando el proyecto ruso Nivelir (nivelador, en español) desde 2011.
El proyecto preveía construir pequeños satélites diseñados para inspeccionar otros satélites en el espacio. Los tres primeros satélites-inspectores se instalaron en tres satélites de comunicaciones lanzados entre 2013 y 2015.
Los satélites maniobraron en órbita, alejándose unos de otros y acercándose después. En 2019 se lanzaron los aparatos militares rusos Cosmos-2535 y Cosmos-2536. Su objetivo era estudiar el impacto de los “factores artificiales y naturales del espacio exterior” en los dispositivos espaciales rusos y desarrollar “tecnología para su protección”.
La idea de colocar satélites de inspección en determinadas órbitas implica influir en los satélites enemigos de diversas formas, incluida la de inspeccionarlos, en otras palabras, recopilar toda la información necesaria sobre ellos.
El proyecto Burevéstnik (no confundir con el misil de crucero) se está desarrollando sobre la base del proyecto Nivelir. La nave es capaz de rastrear a la vez muchos objetos que se mueven rápidamente en el espacio, incluidos misiles y satélites en órbitas altas.
Hay reportes de que el sistema de radares para el control del espacio cercano Numismat (coleccionista de monedas, en español) se está desarrollando en Rusia.
El sistema Kontakt
La URSS comenzó a desarrollar el sistema 30P6 Kontakt en 1983. El misil de tres etapas 79М6 debía montarse en el caza-interceptor MiG-31D.
Lanzado desde un avión a una altitud de 15 kilómetros, el misil debía para disparar una ojiva de fragmentación al espacio. Se suponía que el sistema Kontakt sería un medio sigiloso y barato de destruir satélites enemigos.
Una serie de pruebas terminaron en un lanzamiento supuestamente exitoso que tuvo lugar el 26 de julio de 1991. Un avión experimental Izdeliye 07-2 (MiG-31D) armado con el misil 79M6 despegó del aeródromo de Sary Shagan (Kazajistán) sobre los campos de entrenamiento de BetPak-Dala. Se sabe que dos etapas del misil eran de propulsión sólida, y la última etapa, que controlaba el guiado final de la ojiva cinética hacia el objetivo, era líquida.
Se eligió el caza MiG-31 porque puede volar a altitudes extremas en la estratosfera mientras transporta grandes misiles no estándar y puede emplear todo tipo de armas a máxima altitud. Además, las capacidades del MiG-31 le permiten llevar armas antisatélite de gran calibre.
El proyecto secreto quedó congelado tras el colapso de la URSS, pero en 2009 Rusia anunció la reanudación de los trabajos sobre Kontakt utilizando el MiG-31. Según algunos medios, el país euroasiático está probando actualmente una versión actualizada del sistema.
El sistema de guerra electrónica Tirada
Desde el Ministerio de Defensa ruso señalan que el sistema de supresión de comunicaciones radioelectrónicas Tirada-2S es capaz de interferir electrónicamente las comunicaciones por satélite con una inutilización completa. En este caso, los satélites pueden ser desactivados directamente desde la superficie terrestre.
Hay poca información de dominio público sobre las especificaciones del sistema. El mismo fue mencionado por primera vez por el subdirector del 46.º Instituto Central de Investigación del Ministerio de Defensa ruso, Oleg Achasov, en 2017. En sus palabras, el complejo móvil Tirada-2S para interferir satélites de comunicaciones fue creado como parte del programa de modernización de armas para 2018-2027.
Un año después, en el Foro Internacional Técnico Militar Army 2018 se firmó un contrato para el suministro de una estación automatizada de interferencia de comunicaciones por satélite Tirada-2.3 al Ejército ruso.
En 2020, fue probado por personal del Distrito Militar Central en la región rusa de Ekaterimburgo. Desde el Ministerio de Defensa señalaron entonces que “las tripulaciones del complejo Tirada practicaron la detección de canales de comunicación por satélite que proporcionan un ciclo de control de combate y transmisión de datos por aviones de reconocimiento y grupos de sabotaje del enemigo”.
Agregaron que “una vez identificado el canal y su pertenencia a un satélite espacial, las tripulaciones de Tirada llevaron a cabo la supresión y establecieron interferencias controladas para impedir el paso de la señal”.
El sistema láser Peresvet
El 1 de marzo de 2018, el presidente ruso, Vladímir Putin, mencionó por primera vez el arma láser rusa para la defensa aérea y la guerra antisatélite, el Peresvet, durante su discurso ante la Asamblea Federal.
Según observadores militares rusos, el sistema láser es capaz de cegar los sistemas ópticos de satélites de reconocimiento, drones y aviones. El proyecto Peresvet sigue siendo clasificado, por lo que es difícil saber con qué tipo de láser está equipado. Algunos científicos creen que se trata de un láser de bombeo nuclear, otros creen que el complejo utiliza un láser de oxígeno-yodo (COIL) con bombeo explosivo de yodo.
Los sistemas mencionados son solo algunos de los que podría desarrollar el complejo militar-industrial ruso, lo que indica que Rusia es capaz de utilizar su potencial científico y tecnológico de décadas para garantizar la seguridad de la nación en caso de conflicto a gran escala.