CAMILA AYALA ESPINOSA. EL ECONOMISTA
La calificadora estimó que para los próximos años los impuestos verdes se van a convertir en una fuente importante de nuevos ingresos para los subnacionales, ya que será más frecuente que los gobiernos vean que con ellos se puede reducir su dependencia hacia las transferencias federales.
Para este año, ya son 14 entidades federativas que cuentan con impuestos ecológicos, sin embargo, si bien estos gravámenes todavía no representan un gran ingreso, su proliferación tendrá un impacto gradual, considera Moody’s en su reporte Impuestos Ecológicos en México.
Al recordar que la creación de impuestos ecológicos a nivel estatal fue avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación desde el 2019, la calificadora estimó que para los próximos años los impuestos verdes se van a convertir en una fuente importante de nuevos ingresos para los subnacionales, ya que será más frecuente que los gobiernos vean que con ellos se puede reducir su dependencia hacia las transferencias federales.
“Estimamos que esta implementación impositiva se volverá cada vez más común en el mediano y largo plazo. Sin duda, la existencia de impuestos ecológicos como figuras recaudatorias representa un paso hacia una mayor diversificación de ingresos para los estados, aunque su crecimiento dependerá del ritmo de su aplicación y de las prioridades en materia de mitigación ambiental y de recaudación de cada entidad”, ahonda el documento.
Estos instrumentos, recalca Moody’s, toman mayor relevancia en un escenario en donde las entidades tienen un espacio acotado para la creación de nuevas figuras recaudatorias; “en la práctica, el alcance de estos impuestos dependerá de la capacidad efectiva de cobro y de las tasas impositivas”.
Cabe señalar que las tarifas aplicadas para cobrar impuestos ambientales a nivel estatal están por debajo de los referentes internacionales, por ejemplo, está el impuesto por la emisión de gases a la atmósfera, cuyo costo en los estados mexicanos varía entre 2 y 31 dólares, mientras que en California, Estados Unidos, se cobra como mínimo 31 dólares.
Por ello, los gobiernos locales, además de aplicar una política de tarifas, requieren una base completa de contribuyentes y mecanismos de medición y cobro eficientes.
Grandes beneficios ambientales
La calificadora detalla que estos ingresos también concentran grandes beneficios ambientales, ya que pueden ayudar a combatir riesgos climáticos, como sequías, inundaciones, incendios forestales, entre otros.
“La proliferación de dichos impuestos aplicados a actividades que abarcan desde la emisión de gases a la atmósfera hasta la remediación ambiental por actividades extractivas o contaminantes, ha implicado modificaciones al marco fiscal e institucional en el sector que permitirá a los estados mejorar sus condiciones ambientales de manera gradual, aunque esperamos un impacto limitado —tanto crediticio como ecológico— en el corto y mediano plazo”, recalca.
Se suma que la generación de recursos adicionales para fondear iniciativas ambientales, con el paso del tiempo va a ser un elemento más importante para la rentabilidad crediticia de los estados.
La calificadora detalla que los 14 estados que ya aplican este tipo de gravámenes verdes son: Baja California, Campeche, Coahuila, Ciudad de México, el Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas.
La mayoría de estas entidades proyecta en sus leyes de ingresos que la recaudación de impuestos ecológicos en el 2023 será menor a 0.5% de los ingresos totales.
Con mayores oportunidades
De 14 estados, destacan Nuevo León (A-.mx estable) y Querétaro (AAA.mx estable) porque cuentan con las proyecciones de recaudación más ambiciosas.
“Ambos estados tienen economías regionales con niveles de industrialización por encima del promedio nacional y han sido relativamente proactivos en la política recaudatoria (…) Los impuestos ecológicos de los dos estados tienen el potencial de fortalecer aún más sus ingresos propios, aunque estimamos que igual tomará un tiempo para establecer prácticas eficientes de recaudación”, reitera Moody’s.
Además, informa que Nuevo León cuenta con un PIB per cápita equivalente a 168% del promedio nacional, y sus ingresos propios han sido, en promedio, equivalentes a 25% de los ingresos operativos entre el 2019 y el 2021.
Mientras que Querétaro cuenta con un PIB per cápita de 120% del promedio nacional y sus ingresos propios han sido equivalentes a 23 por ciento.
En general, las leyes de Hacienda estatales estipulan que los recursos generados con los impuestos ecológicos se tienen que destinar a gasto relacionado con los desafíos ambientales.
Querétaro recauda $30 millones por impuestos ambientales
Querétaro, Qro. Por el cobro de los impuestos ambientales, la administración estatal ha recaudado 30 millones de pesos, al corte de la tercera semana de abril.
El secretario estatal de Finanzas, Gustavo Arturo Leal Maya, estimó que por el mismo concepto esta semana capten pagos por alrededor de 60 millones de pesos.
Hasta el momento, refirió, son entre 20 y 30 empresas las que han pagado por impuestos ambientales en la entidad.
“Van casi 30 millones de pesos al corte de la semana pasada, esperamos esta semana pagos alrededor de 60 millones de pesos y creemos que para el siguiente trimestre lograremos el resto”, acotó.
A partir del ejercicio fiscal en curso, la administración estatal comenzó a implementar el cobro de los impuestos ecológicos.
La Ley de Ingresos del estado para el 2023 contempla recaudar 303.1 millones de pesos por concepto de los tres impuestos ecológicos: 92.1% (279 millones de pesos) se recaudarían por medio del impuesto de emisión de gases a la atmósfera.
El impuesto por la emisión de gases grava la emisión, derivada de procesos productivos, ya sea unitariamente o de cualquier combinación de ellos que afecten la calidad del aire, los componentes de la atmósfera y que constituyen gases de efecto invernadero que impactan en deterioro ambiental, de acuerdo con el gobierno estatal.
Mientras que 4.1% (12.5 millones de pesos) de la recaudación anual por impuestos ecológicos sería a través del impuesto de depósito o almacenamiento de residuos. El impuesto por disposición final de residuos de manejo especial y peligrosos grava la disposición final de residuos de manejo especial, así como el aislamiento y confinamiento de residuos peligrosos en el estado.
Y 3.8% restante (11.5 millones de pesos) por el impuesto de remediación ambiental por extracción de materiales. Éste grava la extracción, del suelo y subsuelo, de minerales no metálicos de bajo impacto ambiental (arena, arenilla, tezontle, tepetate, entre otros); y minerales no metálicos de alto impacto ambiental (como la grava, granito, roca volcánica, etc.).
De acuerdo con la Ley de Ingresos 2023, los ingresos por impuestos ecológicos representarían cerca de 5.5% del total de entradas por impuestos.
En relación con el fondeo para la obra Paseo 5 de Febrero —que considera la reingeniería de avenida 5 de Febrero—, el secretario de Finanzas explicó que este proyecto se ejercerá como una obra plurianual.
Durante este año se tiene previsto erogar 1,478 millones de pesos en esta obra; agregó que anualmente se reservará una cantidad hasta completar el pago total.
“Obra pública plurianual significa que una vez que se concluya la obra la comenzamos a pagar, este año se tiene destinado 1,478 millones de pesos, de los cuales una vez que concluya se comenzará a pagar y anualmente se dejó reservada esa cantidad para llegar a los 6,200 millones de pesos que está proyectado gastar en esa obra”, expuso el funcionario.
Hasta el momento, se tiene previsto destinar recursos estatales en esta obra, que provienen de la recaudación del Impuesto sobre la Nómina; estimó que un tercio de este impuesto se destina a la obra vial, mientras que el resto se va a una bolsa de infraestructura. (Viviana Estrella)