La disyuntiva de la Reserva Federal

(ALEJANDRO MARCOS. EL FINANCIERO)

Se llevó a cabo la primera reunión de política monetaria de la Reserva Federal, donde los mercados aguardaban atentos al comunicado y a la conferencia de prensa que posteriormente ofrece Jerome Powell. Como se anticipaba, dejaron la tasa de fondos federales sin cambios en un rango de 5.25-5.50 por ciento, pero se estimaba que se darían señales sobre el inicio de un ciclo de recortes. Y aunque el comunicado reflejó una postura clara –aunque cautelosa– sobre el inicio de un ciclo acomodaticio, Powell confundió a los inversionistas sobre las circunstancias que deben reunirse para iniciar los recortes. Aunque fue explícito en que no están evaluando recortar en la siguiente reunión programada para marzo.

Hace unos días se dio a conocer el dato de inflación de Estados Unidos de diciembre, resultando una sorpresa agradable porque se ubicó en 2.6 por ciento. Es una realidad, estamos en el camino correcto en el frente inflacionario, luego que alcanzara un máximo de 5.6 por ciento en el 2022, pero también resulta un hecho, que la última milla es la más difícil de conseguir. La inflación se mantiene relativamente elevada por el componente de vivienda, que al excluirlo, la inflación estaría ya muy cerca del 2 por ciento –el objetivo de la Fed. Posiblemente por esta razón, los inversionistas han incorporado un escenario agresivo de recortes reflejado a través del mercado de futuros, seis disminuciones a la tasa de referencia comenzando en el mes de mayo. Vale la pena mencionar que la volatilidad de las tasas implícitas es enorme, pero resulta ser un buen termómetro sobre el sentimiento en torno a la conducción de la política monetaria, y con base en ello se toman las decisiones de inversión. Tan solo hay que recordar que en los últimos meses del año pasado, la expectativa de recortes, le dio suficiente gasolina a los mercados considerados de riesgo, y que durante las semanas de enero alcanzaron nuevos máximos históricos.

En esta ocasión no se publicaron las expectativas del nivel de tasas (dot plot) por parte de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto, pero en diciembre apuntaban que durante el año recortarían en tres ocasiones. El mercado sigue jugando a las “vencidas” sobre el nivel de las tasas, parece que se sienten sumamente confiados en el frente inflacionario, en tanto la Reserva Federal mantiene una postura cauta y prudente.

¿Cuál es la disyuntiva de la Fed? ¿Por qué en conferencia de prensa el presidente de la Reserva Federal se mostró tan ambiguo? ¿Por qué si resulta evidente la trayectoria desinflacionaria, no ofrecen un panorama más claro sobre la trayectoria que seguirán las tasas? La realidad es que la inflación presenta varios riesgos, el mas reciente es el disturbio en el Mar Rojo que ha originado incrementos de más de 180 por ciento en los costos de transporte en lo que va del año –cuestión que por cierto, no fue abordada por J. Powell, y que de mantenerse podría representar un nuevo choque de oferta, dislocando el camino de convergencia hacia el objetivo. Por otro lado, existen temores sobre la solidez de la economía americana. Para muestra, el último trimestre del 2023 la economía creció a un ritmo de 3.3 por ciento, y en el año que habría darse la tan temida recesión, la actividad económica se aceleró a 2.5 por ciento, desde 1.9 por ciento del año previo. Encima de ello, esta semana el FMI revisó al alza sus estimaciones sobre el crecimiento de la principal economía del mundo en el 2024, a 2.1 por ciento. Esta firmeza sobre la economía, puede originar que la inflación no descienda en el horizonte de tiempo estimado, siendo mas resistente a bajar. Todo ello enmarcado en un déficit históricamente elevado que se contempla en 8 por ciento.

Parece que el recorte tan ansiado por los mercados tardará, hasta que el FOMC se sienta suficientemente convencido que la batalla está ganada. ¿Y para Banxico? Esperemos, pues es posible que luego del dato de inflación, vayan de la mano con la Fed.