(CLARA ZEPEDA. LA JORNADA)
El crecimiento económico de 3.2 por ciento anual en 2023 presentó rasgos singulares que confirman una nueva estrategia de crecimiento respecto a la puesta en práctica en sexenios anteriores, sostienen analistas económicos.
Por primera vez en la historia de México, el sur está creciendo más que el norte y eso va a ayudar, aunque sea de forma mínima, a cerrar las diferencias de ingresos. En ese sentido es positivo que el crecimiento en el sur, por primera vez, sea mayor, pues tradicionalmente los estados del norte eran los que repuntaban, afirmó Guillermina Rodríguez, subdirectora de análisis económico de Citibanamex.
Los mayores crecimientos el año pasado se vieron en Oaxaca, Quintana Roo y San Luis Potosí, donde uno de los sectores que mayor dinamismo mostró fue el de la construcción y ya a nivel regional se ve mucho más plasmado en Oaxaca y en Quintana Roo.
La construcción del Tren Maya explica estos crecimientos de casi 10 por ciento, mientras el producto interno bruto (PIB) nacional fue de 3.2 por ciento, detalló Rodríguez.
De acuerdo con analistas de CIAL Dun & Bradstreet, la industria de la construcción es estratégica para el país, no sólo por su tamaño, al reportar un valor de 121 mil millones de dólares en 2023, sino también por su capacidad de arrastre sobre muchos sectores.
Genera efectos multiplicadores sobre más de 60 industrias. En este año, este sector representará 7 por ciento del PIB nacional, su mejor cifra histórica y hoy atraviesa por un auge sin precedente
, prevé la firma de informes crediticios.
Después de la crisis de 2020, está creciendo por encima de la economía. Reportó una tasa de 15.6 por ciento en 2023, una tasa que en condiciones normales nunca había visto. Sólo como referencia: creció 17.8 por ciento en 1996, tras su desplome de 29.6 por ciento durante la gran crisis de 1995 (por efecto estadístico).
Otro rasgo singular proviene de una orientación e impulso mucho mayor al consumo de las familias mediante incrementos sustanciales a la ayuda a través de los programas sociales, al salario mínimo y, en adición, el acelerado crecimiento de las remesas familiares.
El consumo extendió su dinamismo en la medida en que los consumidores se vieron beneficiados por el envío de remesas, el adelanto de transferencias sociales, así como por las condiciones de estrechez en el mercado laboral.
En 2023, las remesas ascendieron a 63 mil 300 de millones de dólares. Sin embargo, la medición de los envíos en pesos reales, en contraste, registró una caída de 10.1 por ciento, la mayor contracción desde 2010 cuando bajaron 10.8 por ciento.
En paralelo, la inversión fue el pilar del crecimiento económico durante el año pasado, se expandió 15.4 por ciento (anterior: 21.5 por ciento). Durante 2023, la inversión creció en promedio 18.3 por ciento anual, por arriba del 7 por ciento registrado durante 2022 y muy por arriba del promedio de los tres años anteriores a la pandemia de una contracción de 1.3 por ciento anual.
El pilar del crecimiento económico se ubicaba en el sector externo, especialmente en las exportaciones que fungían como pivote del avance económico. Ahora, la demanda doméstica, consumo e inversión, cambio el rumbo.