(JOSÉ LÓPEZ ZAMORANO, CORRESPONSAL. EL FINANCIERO)
La iniciativa bipartidista del Senado de Estados Unidos que incluye la polémica cláusula para el cierre automático de la frontera con México, fue recibida con el fuego absoluto rechazo de la jerarquía republicana en la Cámara de Representantes, la cual dejó en claro que bajo ninguna circunstancia será llevada a voto final, aunque incluya la ayuda a Ucrania e Israel.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, declaró el proyecto de ley “muerto”, por considerar que no incluye ninguna de las prioridades migratorias de los republicanos, contenidas en una iniciativa de ley separada, la HR2, que revive las políticas de línea dura de la era Trump.
“Hay que arreglar el asilo, hay que arreglar la libertad condicional, hay que poner fin a la captura y liberación masiva de inmigrantes en todo el país, como ha estado sucediendo. Y hay que restablecer Quédate en México. También se necesitan elementos del muro que se está construyendo”, señaló ayer.
Paralelamente, una coalición de casi 70 grupos migratorios, aglutinados en la Alianza para Nuevos Americanos, expresó su objeción a la iniciativa, al considerar que refleja un “juego político a costa de comunidades vulnerables y utiliza fondos a las guerras e implementa medidas violentas contra migrantes que buscan protección”.
El proyecto de ley bipartidista también fue rechazado de manera categórica por el expresidente Donald Trump, quien convocó a los republicanos a cerrar filas en contra del proyecto, bajo la lógica que no deben darle una victoria política a Joe Biden en año electoral.
“Sólo un tonto, o una demócrata radical de izquierda, votaría por esta iniciativa de ley fronteriza horrenda que sólo brinda la autoridad del cierre después de 5 mil encuentros en un día, cuando ya tenemos el derecho de cerrar la frontera ahora mismo, lo cual debe hacerse”, subrayó.
El senador republicano Lindsay Graham pidió a los líderes demócratas de la Cámara alta establecer un debate parlamentario del proyecto de ley, con la modalidad de hacer enmiendas, pues advirtió que, de lo contrario, “el proyecto de ley morirá debido al proceso”.
Inesperadamente, un grupo de legisladores demócratas de la Cámara de Representantes y del Senado se manifestó también en contra de la ley, por no incluir alivio migratorio ni una reforma seria del sistema de asilo. A pesar del rechazo generalizado, el liderazgo demócrata del Senado planea iniciar su voto final el miércoles.