(IVÁN RODRÍGUEZ. EL ECONOMISTA)
Se advirtió que la disminución en la producción del grano tendrá consecuencias inmediatas en el 2024, pues se espera que México tenga un déficit alimentario lo que implicaría mayores importaciones de los productos básicos. Mientras que el almacenamiento de las presas de uso agrícola en se ubicó en 42.7 por ciento.
La sequía que se registró a lo largo del 2023 tuvo diferentes consecuencias en diversas aristas socioeconómicas en México. Una de ellas tiene que ver con el campo ya que se registró una disminución de 40% en la producción de maíz.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de América del Norte, lo anterior tendrá consecuencias inmediatas en el 2024, debido a que se espera que el país tenga un déficit alimentario debido al derrumbe en la producción del maíz y otros productos básicos, lo que implicaría mayores importaciones de estos.
Con lo que se refiere al almacenamiento de las presas de uso agrícola en México, el documentó reveló que para el 2023 el nivel fue de 42.7%, dicha cifra representó un descenso del 34.8% con respecto al cierre del año 2022.
El informe también evidenció que otro de los efectos de los bajos almacenamientos en los reservorios es la reducción de la superficie agrícola a sembrar en el ciclo otoño-invierno 2023-2024.
Tal es el caso de Sinaloa, una de las mayores entidades agrícolas en México, tendrá una reducción de 20% en comparación con la superficie que sembró en el ciclo otoño-invierno de 2022-2023, adicionalmente, se han priorizado cultivos de baja demanda hídrica.
De manera general, las cifras de la Comisión del Agua en el documento revelaron que el 2023 el volumen de almacenamiento de las 210 principales presas del país tuvo un déficit de 26% con lo que se cumple de tres años consecutivos inferior al promedio.
Casi todas las regiones del país que cuentan con este tipo de infraestructura terminaron el año con déficits de almacenamiento, con excepción de las presas del norte de la Península de Baja California, que terminaron el año con 29% por arriba de la media”, se lee en el documento.
El monitor de sequía regional refirió que el 2023, de acuerdo con los datos preliminares, fue el año más seco a nivel nacional, así como para Chihuahua, Hidalgo y San Luis Potosí. Mientras que fue el segundo año más seco para Oaxaca, Puebla y Sonora.
Por otra parte, también se informó de 1,150 incendios que arrasaron con alrededor de un millón 47,492 hectáreas.
Dicha cifra, que compartió la Comisión Nacional Forestal, posicionó al 2023 como el año con mayor superficie quemada por incendios, superando la temporada de 2011 (956,404.8 hectáreas), de acuerdo con los datos desde 1998.
Afectación por zonas
El informe dividió a nuestro país en ocho grandes zonas, la primera fue Noroeste-Pacífico Norte, la cobertura con sequía en esta zona aumentó del 48.1 al 51.6%, la mayor parte de la sequía se concentra en el oriente y sur de Sonora, además de Sinaloa.
La zona Norte recibió lluvias a final del año, lo que ayudó a una reducción de un 5.1% en la cobertura de sequía en la región. En el Noreste, 49% de esta región finalizó el año con sequía, la mayor parte de ésta fue de moderada a extrema.
A pesar de ser un buen mes en cuanto a lluvias, la región Centro-Occidente padece de sequía de largo plazo. Mientras que la zona Centro Sur de manera general, la sequía se extendió en un 6.4% para cubrir el 60.4% de la región al 31 de diciembre.
Situación regional
El informe reveló que el cierre del 2023 la sequía moderada a excepcional afectó al 35.1% de la superficie y al 31.8% de la población de Norteamérica, estas cifras tuvieron una disminución significativa con el dato inmediato anterior.
El valor del porcentaje de superficie fue 1.3% inferior al valor de finales de noviembre de 2023. Con lo que se refiere al valor del porcentaje de población fue 0.7% más bajo.
Para Estados Unidos, la sequía bajó de 36 a 33% entre el 28 de noviembre de 2023 y el 2 de enero de 2024. Con lo anterior, se observó una mejora general de la situación de sequía en las Planicies centrales y del sur, el alto Medio Oeste y el Pacífico Noroeste, así como en una zona que se extiende desde la costa central del Golfo hasta los estados del Atlántico medio.
Mientras que hubo cambios mínimos en Canadá en el ámbito de la sequía, debido a las precipitaciones por debajo de lo normal en gran parte del oeste del país.
“Por el contrario, en algunas zonas del centro y el este de Canadá las precipitaciones fueron muy superiores a lo normal, lo que dio lugar a ligeras mejoras de la sequía en esas zonas”.
A finales de mes, el 70% del país estaba clasificado como anormalmente seco (D0) o en sequía moderada a excepcional (D1 a D4), incluido el 81% de la superficie agrícola del país.
