Con dos mil 942 variedades de arroz, procedentes de distintos países de Latinoamérica, Asia, Europa y África, el estado de Morelos alberga uno de los bancos más importantes de germoplasma del continente americano, para conservar y garantizar la producción futura de ese grano, considerado un cultivo clave para la seguridad alimentaria mundial por ser el segundo cereal más sembrado en todo el planeta, sólo superado por el maíz. Sus semillas blancas son consideradas un alimento de alto valor nutrimental por su contenido de vitaminas D, B3 y B1, así como calcio y hierro.
Aunque a la vista podría parecer que todos los tipos de arroz son iguales, hay diferencias muy marcadas dependiendo del ecosistema, ancestros y método de cultivo, por ejemplo: en la zona noroeste y noreste de México, se siembra de forma directa en la tierra, es decir, bajo riego; en el centro-sur del territorio se hace por medio de trasplante bajo riego, y en la zona sureste, donde las lluvias son abundantes, se trata de un cultivo de temporal.
En México más del 50 por ciento de la producción de arroz se obtiene de los estados de Nayarit, Campeche y Veracruz, siendo este último el principal productor con una aportación del 18 por ciento a la producción nacional. Nueve de cada diez toneladas que México exporta al mundo tienen como destino los Estados Unidos.
BANCO NACIONAL
Un banco de germoplasma es un sitio que resguarda un gran número y variedad de semillas para preservar la diversidad genética de un cultivo o de sus especies silvestres. En México, el Banco Nacional de Germoplasma de Arroz, se encuentra localizado en el Campo Experimental Zacatepec, perteneciente al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Gracias al trabajo de estudio y conservación que se realiza en ese lugar se han generado variedades de arroz de exportación resistentes a plagas tropicales y la caída prematura del grano. Además, se desarrollan nuevas variedades en beneficio de los productores arroceros y la industria del país.
La investigadora del Campo Experimental Zacatepec y responsable del Banco Nacional de Germoplasma de Arroz, Leticia Tavitas Fuentes, explicó que el trabajo que realiza el INIFAP en este centro beneficia a tres grandes grupos de la sociedad: productores agrícolas, industriales de los alimentos y a los consumidores.
En el caso de los productores, la aportación de este centro consiste en identificar las variedades con altos rendimientos y resistencia al acame que es cuando el tallo se dobla; así como al desgrane, plagas y enfermedades. También es parte de su trabajro apoya a los mejoradores de plantas o fitomejoradores cuando envían materiales para determinar la calidad molinera y culinaria.
El trabajo en este banco de germoplasma también beneficia a los industriales porque ayuda a satisfacer su interés por contar con granos de buena calidad molinera para obtener el mayor porcentaje de granos pulidos enteros. En México es necesario reportar más del 50 por ciento de granos pulidos enteros para liberar una variedad.
Finalmente, también se realiza trabajo que beneficia a los consumidores porque los datos generados con investigación ayudan a elevar la calidad culinaria porque, después de someterse a una serie de análisis físico-químicos, se certifica si una variedad cuenta con amilosa, una temperatura de gelatinización, prueba de álcali y se obtiene una evaluación más certera del arroz cocido.
Con esta última valoración se determina el aroma, que los granos no se peguen, tengan un cocimiento uniforme, sean suaves, atractivos y sabrosos, acentuó Tavitas Fuentes.
La también responsable del Laboratorio de Calidad recalcó que en el centro de investigación se trabaja a nivel nacional y es primordial adaptar las variedades a cada región del país para después liberarlas, con la intención de contribuir a la reducción de las importaciones.
El arroz de Morelos cuenta con denominación de origen
En febrero de 2012, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) emitió la declaratoria de protección de denominación de origen del arroz del estado de Morelos. Este signo distintivo permite identificar un producto como originario del país o una región o localidad del territorio nacional. Éste garantiza al consumidor un producto de excelente calidad y, al mismo tiempo, permite a sus productores una protección legal. Leticia Tavitas Fuentes acentuó que la denominación de origen es un acto de justicia a los productores morelenses, pues el grano es de excelente calidad culinaria y aún artesanal por su forma de cultivo.