(SILVIA OLVERA. REFORMA)
Monterrey, México.- Así como hay voces en Estados Unidos que urgen endurecer las reglas de origen del T-MEC para evitar que armadoras chinas usen a México para entrar a ese país, hay otras que chocan con esta postura por no haber evidencia del daño y por lo que derivaría si se implementan esos cambios.
Para Kenneth Smith, ex jefe negociador mexicano del Tratado, precisó que si bien hay un problema por el exceso de capacidad que tienen las armadoras en China, la solución no es hacer cambios al T-MEC.
“Creo que ir en la dirección en la que se modifican las reglas de origen y en realidad se apunta a un país para excluirlo simplemente por el hecho de ser China es difícil con las reglas comerciales internacionales actuales, ya sean del T-MEC o de la OMC. ¿Cómo se justifica eso y cómo se implementa?
“¿Cómo no caer en una pendiente resbaladiza donde otros países empiecen a discriminar productos contra Norteamérica simplemente por el hecho de ser norteamericanos y afirmar que pueden ser un peligro para la seguridad nacional de otros mercados de exportación que son importantes para América del Norte?”.
En el panel “¿Qué está impulsando la inversión china en el sector automotriz mexicano?” de la Asociación de Comercio Internacional de Washington (WITA, por sus siglas en inglés), Smith dijo que hasta el momento no están viendo que los autos chinos que entran a México estén tratando de ser reexportados a Estados Unidos.
“No podrían hacerlo debido a las estrictas reglas de origen del T-MEC y también porque cualquier vehículo que venga de México a Estados Unidos tiene que cumplir con los estándares regulatorios de Estados Unidos”.
Matt Blunt, presidente del Consejo de Política Automotriz Estadounidense, que aglutina a Ford, GM y Stellantis, coincidió en que aunque hay preocupación por las exportaciones chinas al mundo, apoyadas con subsidios masivos, su país no se ha visto afectado debido a los aranceles de la sección 301.
“Realmente no vemos que esto sea un problema de México o del T-MEC… pero creemos que la amenaza de los autos chinos podría venir de cualquier lugar donde China establezca operaciones”.
Al respecto, Smith citó el caso de Corea del Sur, país con el que Estados Unidos tiene un TLC en el que las reglas de origen no son tan estrictas como las del T-MEC, por lo que ve posible que China pueda producir allá y exportar a la Unión Americana.
Scott Paul, presidente de la Alianza para la Manufactura Americana, señaló que están impulsando endurecer el T-MEC con propuestas vía Senadores de Estados Unidos para evitar que los autos chinos entren a su país vía México y dañen todo el ecosistema por la competencia desleal que representan.