(SPUTNIK)
La Cámara de Representantes aprobó casi 100.000 millones de dólares en ayuda a sus aliados, socios y Estados clientes de Washington, en una votación en la que los partidarios de la ayuda lograron superar la oposición tras seis meses de estancamiento en la Cámara baja del Congreso de EEUU, donde un grupo de legisladores identificados con el movimiento Make America Great Again (MAGA), encabezado por el expresidente Donald Trump, buscaban que los recursos se destinaran a atender la crisis en la frontera con México.
De los 95.000 millones de dólares del paquete de financiación propuesto, 61.000 millones se destinarán a alimentar el conflicto en Ucrania (de ellos, al menos 23.000 millones se usarán para reponer los agotados arsenales de armas estadounidenses). Además, otros 26.000 millones de dólares adicionales irán a Israel (casi ocho veces más de lo que Washington suele enviar a Tel Aviv en un año determinado). Y se comprometen 8.120 millones de dólares para avivar las tensiones con China en Taiwán y en la región de Indo-Pacífico en general.
Aprobado en la Cámara de Representantes, el paquete de ayuda se someterá ahora a votación en el Senado, donde los demócratas tienen mayoría y los líderes de ambos partidos llevan meses pidiendo que se apruebe urgentemente la ayuda exterior. Si se aprueba, el proyecto acabará en la mesa del presidente Joe Biden para su firma.
Partidarios y detractores del paquete de ayuda exterior pronunciaron apasionados discursos antes de la votación del sábado en la Cámara, reafirmando la postura que habían mantenido durante meses.
“A menudo digo que nunca es demasiado tarde para hacer lo correcto. Pero esperar para hacer lo correcto tiene un costo”, dijo el demócrata de Maryland Steny Hoyer.
“Hemos visto ese costo en Israel esta semana, cuando un Irán envalentonado lanzó un ataque sin precedentes contra nuestro aliado. Para Ucrania, el costo de nuestra inacción es grande, aunque incalculable. Se mide en vidas ucranianas, ciudades y territorios perdidos… Hoy actuamos. Actuamos para dejar claro al mundo que Estados Unidos sigue siendo el defensor de la libertad, la democracia y el derecho internacional”, agregó.
La representante republicana por Georgia, Marjorie Taylor Greene, quien se ha opuesto a entregar más ayuda estadounidense a Ucrania, militar o de otro tipo, propuso una enmienda para reducir a cero el apoyo a Ucrania.
“El contribuyente estadounidense ya ha enviado 113.000 millones de dólares a Ucrania, y gran parte de ese dinero está en paradero desconocido”, dijo Greene. “El gobierno federal sigue financiando el complejo militar-industrial, y este es un modelo de negocio que requiere que el Congreso siga votando dinero para financiar guerras en el extranjero. Se trata de un modelo de negocio que el pueblo estadounidense no apoya. No apoyan un modelo de negocio construido sobre la sangre y el asesinato y la guerra en países extranjeros mientras este mismo gobierno no hace nada para asegurar nuestra frontera.
“El pueblo estadounidense está endeudado en más de 34 billones de dólares y la deuda aumenta en más de 40.000 millones cada noche mientras todos dormimos. Sin embargo, no se hace nada para asegurar nuestra frontera o reducir nuestra deuda”, dijo la legisladora.
Señalando una encuesta que sugiere que hasta el 70% de los estadounidenses desaprueban la nueva ayuda a Ucrania, Greene añadió que el Congreso ha optado por votar para “proteger a Ucrania” en lugar de proteger a “los ciudadanos estadounidenses que pagan su sueldo.”
“Ucrania ni siquiera es miembro de la OTAN. Pero lo más importante que se oye en Washington, DC, es que tenemos que enviar a Ucrania el dinero de los impuestos que tanto les cuesta ganar a los estadounidenses y mantener el dinero, para seguir asesinando ucranianos, acabar con toda una generación de hombres ucranianos… ¿Qué clase de apoyo es ése? Es repulsivo”, dijo la representante republicana de Georgia.
La decisión de la Cámara de Representantes de EEUU no hará sino exacerbar las tensiones, declaró el sábado la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.
“La aprobación de ayuda militar a Ucrania, Israel y Taiwán por parte de EEUU empeorará las crisis globales: la ayuda militar al régimen de Kiev equivale al patrocinio directo del terrorismo, la financiación a Taiwán supone una injerencia en los asuntos internos de China, mientras que la financiación a Israel sienta las bases para una escalada de tensiones sin precedentes en la región”, afirmó María Zajárova.
Victoria para el complejo militar industrial
Las decenas de miles de millones de dólares en nueva ayuda de EEUU repartidos a través del proyecto de ley puede prolongar la crisis ucraniana, pero no será capaz de asegurar una victoria de la OTAN en la guerra proxy contra Rusia, dijo el ex analista de política de seguridad del Departamento de Defensa, Michael Maloof.
“Ahora, el dinero que va a Ucrania en su mayor parte probablemente irá a los contratistas de defensa de EEUU en varios estados, pero para hacer equipos más nuevos para nuestros propios arsenales, lo que permitirá a los EEUU descargar material más antiguo para Ucrania”, comentó Maloof a Sputnik.
“No va a ser suficiente para que Ucrania supere su actual posición geoestratégica en este momento, simplemente porque no tienen una capacidad consistente para armarse”, añadió el observador, señalando que junto con las propias armas está la capacidad de encontrar a los hombres para usarlas, algo que Kiev está teniendo cada vez más dificultades para hacer.
“Otro dinero que se proporcionará a Ucrania está destinado a pagar a los empleados del gobierno”, dijo a Sputnik la teniente coronel en retiro de la Fuerza Aérea de EEUU, Karen Kwiatkowski, ex analista del Departamento de Defensa.
“Por lo tanto, es de suponer que incluirá la satisfacción de las necesidades de los soldados, pero primero va a los burócratas de Kiev. Teniendo en cuenta cómo se asignará, muy pocos cambios notarán los que realmente luchan”, opinó Kwiatkowski, que estima que de los 61.000 millones de dólares asignados, 45.000 millones se quedarán en EEUU y 16.000 millones se enviarán a Ucrania como la llamada ayuda directa.
“Probablemente, los 16.000 millones de dólares que lleguen a Ucrania serán absorbidos instantáneamente para pagar las facturas del gobierno y no para el esfuerzo bélico”, dijo, señalando el enorme déficit presupuestario de Kiev.
“No tienen medios para emprender una contraofensiva, y sólo teniendo en cuenta las cantidades de artillería que queman, lo que incluso Estados Unidos propone probablemente no duraría más de seis meses en el mejor de los casos. Y no se sabe qué va a aportar Europa. Así que creo que Ucrania básicamente ha terminado”, declaró Maloof.
En cuanto al apoyo inmediato a Kiev, el experto subrayó que Estados Unidos no dispone del armamento ni de la capacidad de producción necesarios para superar a Rusia, y que el Ejército ucraniano recurre a tácticas desesperadas, como ataques contra infraestructuras rusas.
“Eso equivale a una insurgencia, que no va a cambiar el rumbo estratégico, de ninguna manera, para Ucrania. Cada vez que Ucrania lo hace, los rusos parecen responder tres veces más. Y creo que ese es un mensaje para los ucranianos: tienen que resolver esto de una vez por todas e intentar conservar lo que tienen”, afirmó Maloof.