México quiere un lugar en la fabricación de semiconductores y este es su plan

(TZUARA DE LUNA. EXPANSIÓN)

En medio de un panorama global de reorganización de la industria de semiconductores, México está tomando medidas para no quedarse rezagado. Canadá y Estados Unidos ya han avanzado significativamente en este sector, particularmente este último con la promulgación de la Ley CHIPS en 2022 por parte del presidente Joe Biden.

Esta legislación, destinada a fortalecer el suministro interno de semiconductores y competir en la relocalización de la industria, incluye incentivos por más de 50,000 millones de dólares que han atraído a grandes jugadores como Taiwan Semiconductor Manufacturing.

Hasta ahora, México no contaba con un programa específico para apoyar esta industria crucial. Sin embargo, la semana pasada, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un convenio de colaboración entre varias dependencias, incluyendo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Energía y Economía. Este acuerdo tiene como objetivo impulsar la industria de semiconductores en el país.

La fabricación de semiconductores se divide en tres etapas: el diseño de chips, la manufactura o front end, y el ensamble y empacado. México ha identificado una oportunidad clave en la última etapa del proceso, que incluye el ensamblaje, la validación y el empacado de semiconductores.

Según Armando Cortés, director de la Industria Nacional de Autopartes (INA), México tiene el potencial de participar activamente en la última parte del proceso de fabricación de semiconductores. Este esfuerzo busca integrarse a la cadena de valor de esta industria emergente y es considerado una prioridad que deberá ser atendida también por la próxima administración.

“Se ha identificado conjuntamente con la industria que la mayor oportunidad para el país reside en la tercera etapa del proceso: el ensamblaje, validación y empacado de semiconductores”, comentó.

El enfoque en esta etapa se ve reforzado por la necesidad de diversificar las cadenas de suministro que fueron fuertemente afectadas por la pandemia de covid-19. Históricamente, la producción de semiconductores ha estado concentrada en Asia, pero las disrupciones recientes han demostrado la importancia de aumentar la producción en otras regiones, como América del Norte y Europa.

Este lunes y martes, tanto la INA como representantes de la industria electrónica y autoridades de México y Estados Unidos sostendrán conversaciones para abordar los retos de la industria, incluyendo la alta demanda de recursos hídricos y la necesidad de mano de obra calificada.

“La idea de este foro es abordar cuáles son los principales retos que se tienen en la materia, porque se requiere la participación activa de todos, aprovechando la experiencia tan exitosa que ha tenido la industria automotriz en México y en manufactura”, comentó Cortés.

El convenio publicado en el DOF también busca identificar las zonas con mejores condiciones para el desarrollo de la industria, fortalecer el marco regulatorio ambiental, y asegurar una oferta continua y eficiente de electricidad, gas y otros energéticos. Además, se contemplan apoyos fiscales para atraer inversiones.

Cortés también agregó que este esfuerzo se realiza de la mano de Taiwán, que está proporcionando asesoría a México y otros países de la región.