(LUIS PABLO BEAUREGARD. EL PAÍS)
Triunfo judicial para el gobernador Greg Abbott. El Quinto Circuito de Apelaciones ha revertido este martes un fallo anterior y permite al Gobierno de Texas mantener las boyas instaladas en el río Bravo en julio de 2023. La polémica medida del gobernador republicano para contener la inmigración ilegal en Eagle Pass ha sido criticada por organizaciones defensoras y por los gobiernos de Estados Unidos y el de México, que la consideran violatoria de las leyes federales de ambos países.
El muro flotante, de una longitud de 300 metros, ha sido materia de un largo litigio judicial entre Washington y las autoridades locales. David Ezra, un juez federal, dio en septiembre pasado la razón al Departamento de Justicia. Este argumentó que las boyas violaban un tratado de ríos y puertos de 1899. Ezra ordenó al gobierno texano mover el muro, ya que el Estado no pidió permiso al Gobierno Federal para instalar las boyas.Video
Así es la polémica barrera flotante de la frontera
Abbott no tardó en rechazar la decisión del togado y anunció que llevaría el caso al Circuito de Apelaciones. El panel de jueces, ubicado en Luisiana, permitió a Abbott mantener las boyas hasta que resolvieran el fondo del asunto.
Esa decisión ha llegado este martes. El argumento colegiado revierte la medida al criticar la posición adoptada por el juez Ezra. “¿Abusó el tribunal de distrito de sus facultades al otorgar la suspensión a Estados Unidos [el Departamento de Justicia]? Concluimos que lo hizo”, señala el Quinto Circuito en su fallo, de 105 páginas.
“Creemos que el tribunal de distrito erró claramente al determinar que Estados Unidos puede probar que la barrera se encuentra en torno a un tramo navegable del río”, continúan los jueces en su decisión. El Quinto Circuito, radicado en Nueva Orleans, suele alinearse con las causas conservadoras.
El gobernador Abbott ya ha festejado la decisión judicial. “¡Justicia!”, ha exclamado en las redes sociales. “El tribunal federal decidió que podemos mantener las boyas que protegen nuestras fronteras. Biden intentó quitarlas. Yo luché para mantenerlas en el agua. Y ahí se van a mantener exactamente”, ha escrito el mandatario, el que más medidas radicales ha adoptado para frenar el flujo migratorio que llega a Texas.
De esta manera se alarga la vida para la controversial barrera acuática. En el verano de 2023, la prensa local informó que las boyas, cubiertas de alambre de púas, habían provocado heridas a varios migrantes. En agosto, el Departamento de Seguridad Pública de Texas, el DPS por las siglas en inglés, hizo público el hallazgo de dos cuerpos que flotaban cerca de las boyas.
Las muertes provocaron reacciones al otro lado de la frontera. Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, calificó la barrera de inhumana. “Nadie debería de ser tratado así”, aseguró. El mandatario agradeció públicamente a su homólogo en Washington, Joe Biden, de haber iniciado el juicio en contra de Abbott.
El muro provocó roces entre México y Texas. La Cancillería mexicana emitió en julio de 2023 una nota diplomática cuando las boyas fueron lanzadas al río. El texto hacía pública la preocupación de las autoridades mexicanas ante una medida unilateral adoptada por un Estado y que violaba un acuerdo bilateral vigente desde hace décadas. Una comisión internacional ya había determinado que los objetos flotantes estaban dentro del territorio mexicano, dentro de lo que corresponde a Piedras Negras (Coahuila) y los lindes federales.
“[La extensión de las boyas] contraviene al artículo 17 del Tratado de Aguas Internacionales de 1944, el cual establece que ‘El uso del cauce de los ríos internacionales para las descargas de aguas de avenida o de otros excedentes será libre’”, aseguró el Gobierno de López Obrador en su escrito.