(GLOBAL TIMES)
La negativa de Estados Unidos a reconocer a Vietnam como una economía de mercado parece ser una decisión tanto económica como política, influenciada por sus condiciones económicas internas y su estrategia para contrarrestar a China. La creciente tendencia de Washington a politizar su política comercial se ha convertido en una fuente de creciente incertidumbre en la economía global.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el viernes su decisión de que Vietnam seguirá siendo clasificado como un país de economía no de mercado a los efectos del cálculo de los derechos antidumping estadounidenses sobre las importaciones procedentes de Vietnam, informó Reuters.
Esta decisión genera incertidumbre para las exportaciones de Vietnam a Estados Unidos y envía una señal preocupante, lo que significa que muchos de los productos vietnamitas pueden enfrentarse a los desafíos de los altos aranceles de importación y las medidas antidumping. Las exportaciones de Vietnam a Estados Unidos han aumentado significativamente. Según cifras de las aduanas de Vietnam, en el primer semestre de este año, las exportaciones de Vietnam a Estados Unidos alcanzaron los 55.100 millones de dólares, un 24 por ciento más que en el año anterior y representando el 30 por ciento de las exportaciones totales de Vietnam.
La decisión también contrasta marcadamente con los recientes esfuerzos del gobierno estadounidense para fortalecer las relaciones económicas con Vietnam. Por ejemplo, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, promocionó una vez a Vietnam como un destino “amigable”,pero si Estados Unidos realmente considera a Vietnam como un socio crucial en su estrategia de “amigable”, la ironía y el proteccionismo de rechazar el estatus de “economía de mercado” de Vietnam se hacen evidentes. Hay motivos para estar perplejos por la conducta contradictoria de Washington de poner obstáculos a sus manifestaciones de apoyo. Según el Ministerio de Industria y Comercio vietnamita, 72 países reconocen a Vietnam como una economía de mercado, incluidos Australia, el Reino Unido, Canadá y Japón, lo que demuestra su participación activa y cooperación abierta en el comercio global.
Mientras tanto, la economía estadounidense está lidiando con varios desafíos, como altos déficits comerciales, un declive en la manufactura y otros problemas. El rechazo de Estados Unidos a la propuesta de Vietnam es una clara indicación de que Estados Unidos está más inclinado a tomar medidas proteccionistas para proteger sus industrias nacionales y reducir el impacto de la competencia externa cuando se trata de enfrentar los desafíos económicos. Por lo tanto, en la situación económica actual, es poco probable que Estados Unidos adopte una política comercial abierta como lo hizo en el pasado. Washington puede optar por aprovechar su dominio del mercado para reformular la distribución global de las cadenas industriales y de suministro, y consolidar su posición económica e influencia mediante la imposición de barreras comerciales, el ajuste de las políticas arancelarias y otros medios.
Las decisiones de Washington en materia de política comercial hacia Vietnam suelen estar profundamente influidas por motivos políticos y consideraciones estratégicas. A algunos políticos estadounidenses les preocupa que el reconocimiento del estatus de economía de mercado de Vietnam pueda ayudar indirectamente a las empresas chinas a eludir las restricciones estadounidenses a las importaciones chinas. Esta mentalidad refleja la realidad cada vez más politizada de la política comercial estadounidense.
Estados Unidos ha estado tratando de excluir a la industria manufacturera china mediante la reestructuración de las cadenas industriales y de suministro globales, lo que ha obligado a muchas empresas estadounidenses y extranjeras centradas en las exportaciones al mercado estadounidense a trasladar su producción al sudeste asiático, y Vietnam es visto como una alternativa clave. Sin embargo, la realidad es que, en lugar de verse excluido de la cadena industrial global, el sector manufacturero de China se está expandiendo constantemente y extendiendo sus cadenas de suministro a otras regiones como Vietnam y México. La brecha entre las expectativas y la realidad indica que no es tan fácil como algunos pensaban remodelar el panorama económico y comercial simplemente mediante el uso de políticas motivadas políticamente.
Esto puede explicar por qué cada vez es más común ver a Vietnam, México y otros países enfrentarse a riesgos crecientes de verse afectados por las medidas comerciales estadounidenses. En todo caso, pone al descubierto la falta de visión y las contradicciones de la estrategia estadounidense y la politización de su política comercial. La creciente tendencia a recurrir a medidas comerciales politizadas perturba el comercio internacional y exacerba la incertidumbre y la tensión en la economía global.
Ilustración: Xia Qing/GT