Acompañado por Mayor, M3nor y Gato, el Museo Virtual de Matemáticas invita a sus visitantes a adentrarse al fascinante, psicodélico, pero exacto, mundo de las matemáticas. En este novedoso espacio multidimensional, colorido y lleno de conocimiento, los internautas podrán conocer un poco de la historia de las matemáticas y sus protagonistas, sus teoremas, sus aplicaciones y, más aún, lo sencillo y vital que son en nuestra vida cotidiana y en la historia de la humanidad misma.
Esa cotidianeidad puede “palparse” desde sus diferentes salas, como La Cocina, donde el visitante podrá observar a las ecuaciones como preguntas, “cuyas respuestas pueden tener formas sorprendentes”. También podrán escuchar las melodías de los números en la calculadora musical o buscar su cumpleaños entre los dígitos de Pi.
¿Pan comido? Adéntrate a la sala de El tiempo y desata y distiende la imaginación. Aquí podrás “enredarte en la teoría de los nudos o hipnotizarte por la construcción de los nudos salvajes”; también podrás experimentar diversas geometrías y observarlas a través de un telescopio, explica Gato, un felino que podría recordarnos al mismo Gato Cheshire, de Lewis Carroll.
“El museo promueve una visión de las matemáticas más allá de las aulas tradicionales. Nuestro objetivo es revelar el aspecto sorprendente de las matemáticas que cautiva a los matemáticos, mostrando las conexiones entre distintos objetos matemáticos y la belleza inherente de esta disciplina”, refiere la presentación digital del museo en redes sociales, mientras ofrece un rápido recorrido por La Cocina.
Más historias, aventuras y matemáticas han sido embebidas en las otras salas del museo: La Cabina, Hormiguero y El airemar, una iniciativa encabezada por la Sociedad Matemática Mexicana, el Instituto de Matemáticas (IM) de la UNAM, el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), la Academia Mexicana de Ciencias y financiado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México (SECTEI). De manera particular, ha sido un proyecto desarrollado por los matemáticos Aubin Arroyo y Renato Iturriaga, desde la Sociedad Matemática Mexicana (SMM).
“El objetivo es cambiar la perspectiva de las matemáticas, de algo que genera terror o miedo a algo que puede ser muy disfrutable y sorprendente, para así entender cómo funcionan las cosas, algo que genera placer y es reconfortante”, señala Iturriaga, también investigador del Cimat.Lee también
Por su parte, Aubin Arroyo –académico del IM-UNAM– señala que su propuesta con este museo virtual es quedarse con la parte más pura y lúdica de las matemáticas, las cuales “son un juego, que puede ser complicado o difícil, que funciona y explica el mundo con reglas, como cualquier juego; así buscamos que los visitantes jueguen y se diviertan”. El museo virtual, añade, busca transmitir ese lado de las matemáticas que se pierde cuando son enseñadas como un proceso memorístico y aritmético. Por el contrario, “queremos dar las herramientas en algunos aspectos para disfrutarlas tanto como nosotros, que somos matemáticos profesionales”.
VER EL INFINITO.
Esta plataforma digital para la divulgación de las matemáticas fue presentada este 7 de agosto en el Foro Katya Echazarreta del Museo Yancuic, ubicado en la Calzada Ermita Iztapalapa, con presencia de los desarrolladores y representantes de las instituciones participantes.
En el marco de la presentación, Arroyo e Iturriaga comparten en entrevista algunos de los detalles de este proyecto, que tardó dos años en materializarse y cuya virtualidad en vez de ser una limitación, refieren, permite llegar a espacios físicos que un museo tradicional no alcanza. Tras una revisión de otros museos de matemáticas virtuales, los desarrolladores mexicanos garantizan que el suyo tiene características especiales.
Algo de esto se puede observar –y disfrutar– en su curaduría: los temas y contenidos seleccionados son temas sencillos, con historias fáciles para enganchar al visitante y, poco a poco, “poder construir estas maravillas que terminan en sorpresas”, dice Arroyo. “Por ejemplo, empezar con un par de espejos y terminar viendo el infinito”.
Y es que una característica fantástica de este museo es contar historias que, como dice el matemático del IM-UNAM, comienzan sencillas, pero se van haciendo más complejas y ricas: después de una cierta cantidad de pasos tienes algo que no podías imaginar al principio.
Arroyo explica que el museo cuenta con 14 historias plasmadas con una “app”; en el momento en que el usuario la devela accede a la siguiente. Hay 150 de este tipo de “apps” y no todas son visibles, sino hasta que el usuario las va encontrando.Lee también
“¿DÓNDE ESTÁ WALLY?”
Las salas están llenas de estas historias y “apps”, que invitan al usuario a observar y poner atención al contenido, en una primera aproximación es como jugar “¿Dónde está Wally?”, dice Arroyo.
“Nuestra invitación es a vean el museo con calma, media hora por sala no es suficiente para saber qué es todo lo que hay, se pueden imaginar cosas y jugar con los objetos, es un recorrido muy grande al que hay que sacarle jugo. Ese es uno de nuestros objetivos”, dice por su parte Iturriaga.
En el futuro, el Museo Virtual de Matemáticas puede crecer y aumentar sus salas alucinantes e incluso se pueden generar proyectos similares en ciencias, sin embargo, el objetivo primordial de Arroyo e Iturriaga es que este primer museo se difunda y se utilice mucho, que llegue a la población cuyo contacto con las matemáticas no ha sido el idóneo y a quienes tienen ya la fortuna de entenderlas como son. “Queremos que lo exploren y disfruten” –dice Iturriaga. “Que lo visiten es mi mayor anhelo”; “coincido”, secundó Arroyo.
Visita el museo en https://mumat.matcuer.unam.mx
El museo cuenta con 5 salas inmersivas distintas, entre ellas la de El Tiempo. SMM