Extorsión: componente en la decisión de política monetaria

(JOSÉ YUSTE. ACTIVO EMPRESARIAL. EXCÉLSIOR)

Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México, fue claro al señalar que la extorsión ya no es un problema momentáneo. Extorsión e inseguridad, lamentablemente, se han convertido en problemas estructurales, afectando no sólo la seguridad de las familias y empresas, sino también los precios.

En cuestión de una semana, cuando los limoneros dieron a conocer que ya no podían mantener la extorsión de la delincuencia organizada sobre ellos, el precio del cítrico se elevó de 30 pesos hasta llegar a 47 pesos en algunas tiendas de autoservicio.

La extorsión de grupos delincuenciales en Michoacán llegó al extremo de elevar su derecho de piso, de un cobro de 2 pesos por kilo a 4 pesos por kilo de limón.

Los empacadores de los municipios de Apatzingán y Buenavista, de plano, dejaron de trabajar. Lo peor del caso es el poco asombro sobre esta situación de inseguridad.

Lo mismo ha sucedido con el aguacate o con el pollo.

Con el aguacate han existido robos y exigencias de derecho de piso, poniendo en entredicho la exportación a Estados Unidos, sobre todo cuando la delincuencia organizada ha agredido a los supervisores estadunidenses. Esto ha pasado, incluso, en tiempos de alta demanda del fruto mexicano, como es el Super Bowl, a inicios de año.

En el caso del pollo, la delincuencia organizada se ha hecho de la distribución del mismo, al grado de que los vendedores de pollo de Toluca tuvieron que contratar seguridad privada para evitar el derecho de piso.

El problema no para ahí. Los productores del campo enfrentan la inseguridad de las autopistas y carreteras del país, teniendo que transportar sus productos resguardados por seguridad privada en varias camionetas.

La inseguridad, además de afectar en su integridad a las personas, distorsiona los precios. Los sobrecostos para protegerse de la delincuencia organizada o por pagos a la misma se traducen en mayores precios.

Y esto es de lo que alerta Jonathan Heath, que también ve el problema de las sequías como crónico y, desde luego, con afectaciones en las cosechas.

Bajar la inflación en México es clave. Es una inflación general elevada de 5.57% en julio, que lleva cinco meses al alza. Y aunque la inflación general tiene componentes coyunturales y volátiles, no deja de preocupar y, desde luego, tenerla elevada no permite bajar, bien a bien, las tasas de interés.