(LILIAN HERNÁNDEZ OSORIO. LA JORNADA)
El programa Sembrando Vida ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de los beneficiarios; sin embargo, la sequía y las inundaciones, así como la delincuencia, han frenado las mejoras, ya que obligan a las personas a abandonar el uso de sistemas agroforestales que adoptaron con nuevas tecnologías.
La Evaluación de Impacto Cualitativa del programa Sembrando Vida, presentada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), identificó beneficios en la alimentación de las familias de las personas registradas en este programa, ya que hay un ligero aumento en su poder adquisitivo, derivado de la transferencia económica mensual, pues esa fuente de ingreso asegurada permite a los beneficiarios comprar un número mayor de alimentos, así como aumentar la variedad
.
No obstante, el análisis que realizó el Coneval también señala que, en contraste con el objetivo del programa, todavía se observa una gran dependencia
a la transferencia monetaria, por lo que no se ha conseguido la autosuficiencia alimentaria.
Sembrando Vida arrancó en 2019 con el objetivo de contribuir al bienestar social de los mexicanos que se dedican a la siembra, a través de acciones dirigidas a conseguir la autosuficiencia alimentaria, además de la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente por medio de tres tipos de apoyo: económico, en especie para la producción agroforestal y acompañamiento técnico, social y productivo.
Entre los principales hallazgos de la evaluación al impacto de este programa durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Coneval advierte que, si bien hay mayor seguridad alimentaria, los fenómenos naturales como la sequía o las inundaciones frenan estos logros, debido a que están ubicados en municipios con grado de rezago social medio a muy alto.
Son los principales factores exógenos que amenazan algunos efectos en la seguridad alimentaria. Específicamente, si estas condiciones adversas continúan agravándose, es probable que un mayor número de beneficiarios opten por no continuar trabajando la tierra
, estima el Coneval.
Entre las circunstancias externas que interfieren en el avance del programa están las condiciones climáticas al presentarse altos niveles de precipitación pues, al ser parcelas de temporal, son más vulnerables a fenómenos como sequías y lluvias torrenciales, ante el riesgo de que se desborden ríos u otros cuerpos de agua, lo que compromete a los cultivos, mientras la sequía limita el efecto del programa porque perjudica la disponibilidad de agua, así como el alimento para los animales.
Otro factor que identificó el Coneval es la inseguridad, ya que en varias entidades les comentaron que existe la presencia del crimen organizado, el cual provoca una percepción de entorno inseguro y varios externaron que fueron víctimas de robos de material e insumos
, por lo que además de reponer lo robado, tuvieron que aplicar medidas de vigilancia, lo que les implicó mayores costos de transacción.