(ALEJANDRO ÁLVAREZ BÉJAR. EL UNIVERSAL)
“Por primera vez en años, EU es un país sin guerras”, dijo el presidente Joe Biden hace poco. Realmente EU vive en guerra permanente, para sostener su principal negocio y apuntalar su neoliberalismo en crisis. Incluso ensaya una Guerra Fría II, para alinear a los países débiles y una guerra comercial–tecnológica, contra los fuertes (China).
Impulsa política, financiera y militarmente dos grandes guerras ardientes en regiones estratégicas, en una, “híbrida”, desde 02/2022 hasta 06/2024, ha dedicado 51.2 mil millones de dólares en ayuda militar, mientras la UE, suma otros 51.5 mil millones de euros ([email protected]).
Dicen “híbrida” porque usa y apoya a un actor militar indirecto (Ucrania), combinado con duras sanciones financieras, económicas y comerciales contra Rusia para afectar la economía de su población, y que esta se deshaga de sus líderes.
Pero Vladimir Putin ha ampliado sus bases sociales al anular los efectos de las sanciones, y con su superioridad militar ha neutralizado las ofensivas de Ucrania, imponiéndole durísimo saldo de soldados muertos e infraestructura destruida, cuando Zelensky oferta negociaciones de paz en tiempo electoral de EU, pues teme que muchos en el Congreso que la ven como guerra perdida, dejen de apoyar.
En Medio Oriente, EU alimenta la masacre de Israel en Gaza, Cisjordania, la Orilla Occidental y Líbano, evidenciando globalmente un genocidio palestino, todo para explotar un yacimiento de gas frente a las costas de Palestina. ¿Aprobará el Congreso la propuesta de Biden de dar ayuda a Israel por 20 mil millones de dólares más, en medio de una avalancha política contra Netanyahu y el propio Biden, exigiéndoles cese a la guerra?
Se manifiestan miles dentro de Israel contra Netanyahu (la última, incluso vino acompañada de una huelga de servicios públicos el 1 de septiembre), ha habido protestas contra la guerra en poco más de 150 centros educativos de élite en EU pese a la represión creciente y siguen las protestas multitudinarias en ciudades de Europa, de Medio Oriente y de América Latina.
¿Poca presión? Hay exigencias de España e Irlanda para reconocer un Estado Palestino y un reclamo de Sudáfrica ante la Corte Penal Internacional para enjuiciar a Israel por genocidio. Todas seguirán vigentes largo rato, por el terrible saldo de la guerra: del 02/2023 al 09/2024 van 40,435 palestinos muertos (con alto porcentaje de niños, mujeres y varios rehenes judíos) y 95,534 heridos, más una brutal destrucción de la infraestructura urbana, sanitaria y educativa. Se perfila así otra derrota de largos impactos electorales y políticos internos en EU e Israel.
Sostener costosas guerras en la crisis y contra la opinión nacional y mundial, sólo exacerba el repudio al modelo neoliberal, porque EU exhibe debilidades en seis mercados: el de energía (petróleo, gas y energías renovables), el de armas, el de materias primas estratégicas (litio, tierras raras), el de alimentos, el de automóviles y el de infraestructura 5G para el despliegue de teléfonos inteligentes.
La crisis del neoliberalismo en EU y en el mundo, subraya la urgencia de alternativas de fondo, que Rusia y China si ofrecen, mientras EU sólo ofrece otro candado, el “near-shoring”. Por todo eso, en el cambio de modelo económico y la promoción de un firme compromiso multilateral por la paz global, México tiene un rol que puede y debe jugar.
Experto en economía internacional e integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social, CACEPS,