Avanza agencia espacial Latinoamericana y Caribeña

(ISRAEL SÁNCHEZ. REFORMA)

A casi cuatro años de haber sido anunciada, y a tres de la firma del acuerdo para su creación, por fin la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE) está próxima a constituirse y arrancar operaciones.

“Mucha gente piensa que el tema del espacio es algo superficial, algo no prioritario, como que fuera algo futurista. (Pero) políticas públicas son desarrolladas en mejores condiciones con el uso y el aprovechamiento de la tecnología espacial”.Gustavo Cabrera, Diplomático

Y es que luego de que un puñado de países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) suscribiera tal acuerdo, éste debía ratificarse en sus respectivos Congresos, lo cual ha tomado todos estos años en suceder.

“El tema es que la vida política interna de cada país hace que haya prioridades, y muchas veces el tema de la ratificación no fue tan prioritario”, reconoce en videoentrevista el diplomático Gustavo Cabrera, quien fue designado por el entonces Canciller Marcelo Ebrard para coordinar la creación de la ALCE.

“La geopolítica en Latinoamérica, ya lo decían los clásicos del realismo mágico, es tan impredecible como las mariposas amarillas de García Márquez. En la mañana estaba lista la solicitud de ratificación en el Perú; al mediodía vino esta situación de inestabilidad política, y en la tarde había ya una nueva Presidenta para quien (la ALCE) no fue lo inmediato en la agenda”, ilustra Cabrera, ex Embajador de México en Nicaragua.

Ahora, esta iniciativa de cooperación regional finalmente ha conseguido la ratificación número 11, de entre los 33 países de América Latina y el Caribe, que es el mínimo acordado para poder constituir la nueva agencia espacial; “ya en septiembre de 2024 contamos con los 11”, celebra Cabrera, agregando que hay otras 10 naciones donde todavía está en proceso.

Entre los que aún no firman, como Chile y Uruguay, se requiere antes de una reforma ya que sus Constituciones establecen que el tema del espacio es una facultad de atribución única y exclusiva del Ejército.

Y algunos más se han quedado fuera sin mayor justificación que el capricho de sus dirigentes.

“Colombia y Brasil no han firmado porque sus anteriores Presidentes provenían de una ideología que no establecía facilitar acuerdos regionales. Iván Duque, en Colombia, no quería trabajar con la mayoría de los países latinoamericanos; y, pues, Jaír Bolsonaro, en Brasil, tampoco. A diferencia de Argentina que sí quería, pero ahora que llegó Javier Milei, pues se enfrió todo”, comparte Cabrera.

Por lo que, en buena medida, poner en marcha la ALCE ha sido “un proceso diplomático de intercambio y de cooperación internacional”, define el coordinador mexicano, y de ahí que se trate de una iniciativa comandada desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y no desde la de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), donde está sectorizada la Agencia Espacial Mexicana (AEM).

Cabrera, antropólogo social de formación y doctor en Ecología y Gestión ambiental, asegura que estos años de demora no implican que no se haya empezado a trabajar, pues ya se han conseguido algunos acuerdos con entidades como el Instituto de Investigación Espacial de Corea (KARI, por sus siglas en inglés), que ha ofrecido equipar con monitores y sistemas de telecomunicación las oficinas de ALCE, cuya sede estará en la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq).

“JAXA y NASA (agencias espaciales de Japón y EU) ofrecieron permitirnos usar las patentes de monitoreo de imágenes satelitales. Y la Agencia Espacial Europea (ESA) nos ha ofrecido, mediante una carta, un millón y medio de euros para que México construya con tecnología y empresas mexicanas y europeas un satélite que sirva para Latinoamérica.

“Todo eso es lo que hemos ido avanzando, además de con cursos de capacitación donde hemos invitado a especialistas y no especialistas de Latinoamérica a que se vayan involucrando en el tema”, detalla Cabrera, adelantando que a inicios de noviembre estarían celebrando la sesión de constitución formal y arranque de operaciones de la ALCE.

Pero ¿Irán al espacio?

Una pregunta que Gustavo Cabrera escucha a menudo cuando habla sobre esta nueva agencia espacial es: “¿Qué?, ¿Van a lanzar un astronauta?”. Y la respuesta que da es: “No es la prioridad”.

“La prioridad ahorita es cómo establecemos una coordinación con comunicación entre todos los países para aprovechar complementariamente los desarrollos de unos y las carencias de otros”, dice el diplomático, refiriendo que en la región tan sólo siete naciones tienen agencia espacial gubernamental.

“Tenemos que unificar tres cosas. Primero, ¿Quién está haciendo (proyectos espaciales)?; segundo, ¿Qué está haciendo? Y, tercero, ¿Para qué lo está haciendo? La oportunidad de ALCE significa ayudar a coordinar, no a dirigir, coordinar para compensar que el que ya está haciendo algo le dice a los demás para que no dupliquen y gasten, sino que se complementen a través de la cooperación”.

Entonces, ¿Enviar misiones tripuladas desde ALCE y el Caribe no está en la agenda?
Sí, en la medida que tenemos que ir creciendo. El tema es ir creciendo, coordinando acciones y, una vez que vaya teniendo efectividad, vamos a sumar cada vez proyectos más difíciles, mencionó Cabrera. 

De inicio, precisa Cabrera, la ALCE proyecta operar con un presupuesto de 10 millones de dólares al año, con miras a llegar a los 100 millones de dólares.

Tal financiamiento provendrá lo mismo de cuotas y aportaciones, con el entendido de que no todos los países serán capaces de contribuir monetariamente, y también a través de mecanismos para que la agencia genere recursos propios, principalmente ofreciendo distintos servicios de gestión y colaboración.

“Por ejemplo, que un país quiere construir un satélite y está dispuesto a contratar los servicios de un tercero, pues ALCE ofrecería los servicios de acercarle al tercero, y a través de eso tener un overhead o una comisión de un porcentaje que se acuerde para que se vaya a un fondo que ALCE tenga para desarrollar proyectos futuros.

“Y los proyectos no van a ser de inicio lanzar un cohete como lo hace Elon Musk, sino más bien empezar a crecer de lo mínimo a lo grande”, apunta Cabrera.

Servicios satelitales y de análisis de imágenes para temas medioambientales y de reducción de riesgos es donde la nueva agencia espacial tiene puesta la mirada para empezar sus operaciones, con México ostentando la presidencia pro tempore el primer año.

De más está decir que, con estas dificultades tan sólo para poner en marcha la ALCE, se antoja difícil que América Latina y el Caribe puedan participar con EU en las misiones Artemis, como Ebrard aseguraba hace tres años, durante la Sexta Cumbre de la Celac.

Jornada espacial

Gustavo Cabrera participará en el panel “La importancia del espacio para el futuro de México”, como parte del encuentro titulado “Personas espaciales” que coordina Katya Echazarreta, primera mujer mexicana en viajar al espacio exterior.

Se llevará a cabo este domingo en el Frontón México, con una decena de charlas entre las 9:40 y las 18:25 horas, e invitados destacados de la industria aeroespacial, como el astronauta mexicoamericano José Hernández, el físico Gustavo Medina Tanco y la propia Echazarreta.

El costo de los boletos va de los 600 a los mil pesos, y se pueden adquirir a través de www.fronticket.com.

Al espacio con toque latino

Los 11 países que ratificaron la creación de la ALCE son:

– Antigua y Barbuda

– Dominica

– Nicaragua

– Paraguay

– Santa Lucía

– San Vicente y las Granadinas

– Venezuela

– República Dominicana

– Belice

– Cuba

– México