(LUIS ALBERTO ZANELA. EXPANSIÓN)
La huelga que mantienen los trabajadores portuarios de la costa este de Estados Unidos, desde el 1 de octubre, ha encendido las alarmas en los puertos mexicanos que, si bien tendrán mayores movimientos, también pueden resultar afectados con saturación. Con esto, se teme que diversas industrias se vean impactadas con la falta de insumos para la producción, incluso escasez de productos entre la población de ese país.
“Yo creo que una huelga siempre perjudica. Si bien pudiera haber colateralmente un beneficio para puertos mexicanos del Golfo, en realidad eso sería de coyuntura. Lo que sí perjudica es que la economía americana se va a ver colapsada en caso que esto continúe, porque la industria automotriz va a ser una de las primeras que va a sufrir, ya no se diga la alimentaria o los retailers”, indicó Fernando Con y Ledesma, presidente de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (Amanac).
El empresario enfatizó que todavía es prematuro poner una cifra a las pérdidas económicas por el paro de actividades de 45,000 trabajadores de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por su sigla en inglés) en al menos 14 puertos de Estados Unidos; sin embargo, prevé que este rompimiento en las cadenas logísticas deriven en alzas en las tarifas de transporte marítimo con base en las estrategias de cada naviera.
“Cuando hay colapsos de estos, pues tiene que haber un impacto en el precio. Pero no hay impacto mayor que el que va a recibir el consumidor americano, eso va a ser un tema que no va a tener precio. Evidentemente, sí va a haber un incremento (en el costo del transporte marítimo), no lo puedo cuantificar porque tendría que estar en la estrategia de las navieras y qué navieras son las que van a utilizar alguna alternativa para los puertos del Golfo”, agregó Con y Ledesma.
Alejandro Malagón, Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), aseguró que ya se tendrá una reunión con la National Association Manufacturing y la Texas Association Business para evaluar los impactos que tendrán los industriales en ambos lados de la frontera. “Es un problema que tienen ellos allá, pero que nos va a afectar a nosotros, mayoritariamente en la industria automotriz”.
“Nos puede afectar en todo lo que nos manden. Si nos mandan autos, si nos mandan refacciones, si nos mandan materiales, nos manden lo que nos manden, no va a llegar (…). El impacto es que ellos ya llevan unos días de huelga; entonces, nosotros ya empezamos a resentir que no llega. Yo creo que si esto dura ocho o nueve días va a ser un impacto increíble”, explicó Malagón en el congreso anual de Amanac. “Estamos buscando que haya soluciones, porque a ellos también se les rompe la cadena de valor, vamos a tener destrucción de la cadena y volvemos a la época de la pandemia, que se nos rompieron las cadenas de suministro”.
La firma de logística C.H. Robinson, con sede en Estados Unidos, realizó un análisis en el que pone énfasis en la dependencia comercial entre México y el país del norte para importaciones y exportaciones de bienes, por lo que la huelga generará retrasos y sobrecostos debido a desvíos de rutas o la necesidad de recurrir a métodos de transporte más costosos, como el aéreo.
“México y Estados Unidos mantienen una relación comercial de alto volumen y actividad constante. Cualquier interrupción en los puertos estadounidenses podría impactar el flujo de mercancías a través de otras rutas como Laredo y El Paso, puntos de tránsito importantes para el comercio terrestre entre ambos países”, resaltó la empresa.
Sobre este punto, Claudia Sánchez Porras, directora general de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carca (Canacar), dijo que el gremio se mantiene a la expectativa de los movimientos adicionales de carga vía camión que se puedan asociar a este cierre de puertos en Estados Unidos, aunque vaticinó que los costos de mover las mercancías serán muy elevados dadas las largas distancias.
C.H. Robinson aseguró que, para mitigar el impacto de la huelga, ha implementado planes de contingencia. “Si un gran volumen de carga se desvía a la costa oeste de Estados Unidos, los puertos mexicanos y canadienses podrían servir como una alternativa viable, junto con opciones como el transporte aéreo y el transbordo portuario para agilizar el movimiento de mercancías críticas. Los transportistas que opten por redirigir sus cargas a la costa oeste deberán considerar la capacidad disponible y el apoyo logístico terrestre necesario; además, puede requerirse almacenamiento temporal para la carga desviada mientras se libera capacidad en el interior del país”.
Pérdidas en la vía
Alejandro Malagón, de Concamin, también llamó a la Secretaría de Gobernación para que la vía ferroviaria que conecta el puerto de Veracruz con el centro del país sea liberada en un tramo que corresponde a un municipio de Puebla, donde los pobladores mantienen un bloqueo desde hace ocho días, causando pérdidas por 70 millones de pesos diarios.
“No pueden pasar los trenes, y entonces no tienen ni ida ni vuelta. Para que la Ciudad de México potabilice agua requiere de químicos, químicos que vienen de Veracruz y que no están llegando, no están potabilizando agua, no están llegando granos, la parte agrícola, temas eléctricos, electrodomésticos, ropa, zapatos, alimentos, conservas, bebidas, todo está atorado. Lleva ocho días esto, van a ser 700 millones de pesos (en pérdidas)”, lamentó.
Los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos son los únicos que utilizarán recursos fiscales para sus proyectos de inversión, pues el resto de las API inyectará recursos propios. (Foto: grandriver/Getty Images/iStockphoto)