(CCARLOS ZORRILLA. EXCÉLSIOR)
Google ha catalogado como una situación “radical” el hecho de que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos considere que debe separar sus diversos negocios como son la distribución del sistema operativo Android, así como el navegador Chrome y la tienda de aplicaciones Google Play.
De acuerdo a un mensaje emitido por la vicepresidenta de Asuntos Reguladores de Google, Lee-Anne Mulholland, la empresa con sede en California prepara una pronta respuesta a la sugerencia hecha por el gobierno norteamericano, aunque la opción de dividir las áreas de negocio “va más allá de los asuntos legales específicos” que se plantearon en un inicio.
Mulholland considera enfáticamente que de producirse la división, esta sería una mala noticia para los usuarios de Google ya que derivaría en un menor valor de los anuncios en internet, al tiempo que habría una amenaza latente en la privacidad de los usuarios y además subiría el costo de los teléfonos que cuenten con el sistema operativo Android.
Justicia de EEUU contra prácticas monopólicas de Google
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó este martes 08 de octubre un documento donde establece que Google utiliza a Chrome, Play store y Android con el objetivo de sacar ventaja para que los usuarios utilicen su buscador y otros productos relacionados por encima de sus competidores.
Dicha demanda señala que de al separar sus negocios, Google dejaría de ser un monopolio en el mundo de la informática, pues actualmente domina el 90 por ciento de las búsquedas por internet.
Las acusaciones de monopolio por parte de Estados Unidos llegan luego de que en agosto de este año un tribunal federal del país decidió que Google rompió las leyes antimonopólicas con su buscador en internet luego de utilizar miles de millones de dólares en contratos para conseguir que otras compañías lo instalaran como predeterminado en sus dispositivos.
Anne Mulholland expresó que aunque el proceso judicial de agosto se enfoca en la firma de esos contratos, el Gobierno “parece estar siguiendo una agenda radical que afectará a numerosos sectores y productos, con significantes consecuencias imprevistas para consumidores, empresas y la competitividad de Estados Unidos”.