(AFP)
SpaceX atrapó este domingo el propulsor de su megacohete Starship tras un vuelo de prueba de casi nueve minutos cuando regresaba a su plataforma de lanzamiento, un logro que puede ser un paso decisivo para la reutilización de este pesado lanzador.
Antes de que el propulsor bautizado Super Heavy tocara el suelo, unos brazos mecánicos instalados en la torre de lanzamiento, apodados “los palillos”, se cerraron sobre el aparato y lo inmovilizaron, según un video difundido por la empresa de Elon Musk.
La empresa del multimillonario Elon Musk tiene como objetivo usar Starship para colonizar Marte y el desempeño de estas naves es seguido de cerca por la Nasa, que cuenta con este programa para llevar a sus astronautas a la Luna.
Controversia
SpaceX está desarrollando la Starship a toda velocidad, lanzando prototipos sin carga para corregir rápidamente cualquier problema que surja en situaciones reales de vuelo.
En las últimas semanas, la empresa se quejó abiertamente de la lentitud del organismo regulador de la aviación estadounidense (FAA), encargado de autorizar los vuelos.
“Se tarda más en completar el papeleo necesario para obtener una licencia para lanzar un cohete que en diseñar y construir el propio hardware”, se quejaba la empresa en un inusual y extenso comunicado de prensa en septiembre.
El multimillonario Elon Musk, que apoya al republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre en Estados Unidos, había pedido al jefe de la FAA que dimitiera.
SpaceX también lucha contra acusaciones de contaminación ambiental, especialmente vinculadas al diluvio de agua que se vierte durante cada lanzamiento de Starship cuando se encienden los motores, con el fin de atenuar las ondas acústicas y limitar así las vibraciones.
Este sistema se agregó después de que el primer vuelo de prueba, en abril de 2023, destruyera parte de la plataforma de lanzamiento bajo la fuerza del despegue, catapultando escombros y una nube de polvo.
Varias asociaciones ecologistas han denunciado los daños causados por las operaciones de SpaceX a las especies animales, ya que la base espacial está instalada justo al lado de una reserva protegida.