En busca del elemento 120 de la Tabla Periódica

(EFE)

La búsqueda de nuevos elementos nace del sueño de encontrar una variante lo suficientemente estable como para que tenga una larga vida útil y no sea propensa a la desintegración inmediata.

Existe una teoría en física nuclear sobre una isla de estabilidad de elementos superpesados. Se trata de una zona potencial en la parte superior de la tabla periódica de elementos aún no descubiertos que podrían permanecer estables durante más de unos pocos segundos. El objetivo es explorar los límites de estabilidad de los núcleos atómicos.

En un estudio en el que participa la Universidad de Lund (Suecia), los investigadores han probado un nuevo método para observar el elemento livermorio, que tiene 116 protones en su núcleo atómico.

La investigación demuestra que el nuevo método es un avance prometedor para embarcarse en la misión de producir el elemento 120, que sería el elemento más pesado hasta la fecha. El trabajo se publica en la revista Physical Review Letters.

“A los ocho días de iniciar el experimento pudimos detectar un núcleo de livermorio en nuestro detector, lo que demuestra que habíamos elegido una configuración bastante buena desde el principio”, afirma Dirk Rudolph, uno de los investigadores de la Universidad de Lund que participó en el nuevo estudio.

La campaña de experimentos se llevó a cabo en el Laboratorio Berkeley de Estados Unidos. Para Dirk Rudolph y sus colegas de Lund es un orgullo haber recibido el encargo de suministrar el nuevo sistema de detección para los amplios experimentos en Berkeley. El detector de Lund, llamado SHREC, fue llevado a Estados Unidos en el equipaje de mano de los investigadores. El corazón del detector es una pequeña caja que contiene 14 obleas de silicio personalizadas.

Para la investigación de elementos superpesados, primero se necesita un acelerador que emita un haz de iones intenso, que luego se enfoca sobre un objetivo. El objetivo consiste en una capa delgada de un elemento más pesado que el uranio. El producto formado durante la reacción de fusión puede registrarse en un sistema de detección después de una separación eficiente.

“Estoy muy orgulloso de que el SHREC haya funcionado como un reloj en el experimento, justo después de que lo trajéramos desde Lund”, dice en un comunicado Pavel Golubev, el experto en detectores del equipo de Lund.

El experimento con el livermorio continuará durante el resto del año, después del cual los investigadores planean comenzar a trabajar en el intento de producir el elemento número 120, lo que podría llevar varios años.

 El corazón del detector es una pequeña caja que contiene 14 obleas de silicio personalizadas. (DIRK RUDOLPH)