(KARINA SUÁREZ. EL PAÍS)
La armadora china BYD no han cambiado su hoja de ruta para construir una factoría en territorio mexicano. El presidente de la firma en México, Ray Zou, ha confirmado este martes, durante el lanzamiento de un nuevo modelo en el país, que la evaluación de distintos Estados para echar a andar su planta de manufactura en territorio mexicano continúa y estará lista en uno o dos años. “BYD tiene un interés muy fuerte por el mercado mexicano y para dar a la gente de aquí nuestros productos, tenemos toda la intención de construir una fábrica aquí”. El equipo de BYD sigue analizando los beneficios que ofrece cada una de las entidades postoras por alojar esta factoría, así como la conectividad de estos posibles postores con su mercado meta. En una primera fase, confirma el presidente de BYD en México, la inversión de este centro de manufactura rondará los mil millones de dólares y generará de 5.000 a 10.000 empleos.
La firma, que ha superado en ventas globales a Tesla en varios momentos, ha debido sortear las diferentes barreras arancelarias que se han impuesto a los coches eléctricos asiáticos. En plena jornada electoral en EE UU uno de los principales cuestionamientos a los directivos de la compañía versó sobre los efectos que un eventual triunfo del republicano Donald Trump o de la demócrata, Kamala Harris, podrían tener en sus planes de negocio. Sin embargo, el capitán de la firma en territorio mexicano aseguró que todos sus proyectos de manufactura están enfocados en abastecer a los clientes mexicanos, y en algún punto, si la producción es mayor, podrían considerar la exportación desde México al resto de América Latina. “No tenemos ninguna intención de exportar nuestros automóviles a Estados Unidos”, zanjo Zou.
A menos de dos años de su incursión en el país con la venta de unidades importadas, la compañía líder en autos eléctricos ya ha elevado su punto de mira con ambiciosas metas en el territorio mexicano. “En BYD estamos realmente fuerte en todo el mundo en este momento, incluso, en China, hemos vendido más de medio millón de coches al mes y este mes de noviembre, BYD va a alcanzar nuestra venta de 10 millones de unidades de vehículos de nueva energía en todo el mundo, así que estamos seguros de que al construir esta planta en México vamos a empujar la industria automotriz eléctrica en México, rumo a este cambio en el nuevo ámbito de la electromovilidad”.
El presidente de BYD ha desgranado algunos de los factores que están sobre la mesa en este análisis para la mejor ubicación de la planta: cercanía con el mercado meta mexicano y los beneficios que cada uno de los Estados nos ofrecen. Zou ha hecho hincapié en que el sitio donde decidan ubicarse se verá beneficiado no solo por los empleos directos de la factoría, también por la cadena de proveeduría que armarán. Entre los Estados que ya han alzado la mano para alojar esta inversión se encuentran Puebla, Jalisco, Nuevo León, entre otros. De acuerdo con las proyecciones de la empresa, este ambicioso centro de manufactura estará listo en uno o dos años.
Zou descartó que la reciente eliminación de beneficios arancelarios a los coches eléctricos por parte del Gobierno mexicano vaya a frenar sus planes en el país. “Tenemos mucha confianza en México, en que el mercado mexicano puede sostener nuestra inversión aquí, así que no importa cómo vayan las políticas internas, vamos a seguir intentando establecer nuestra fábrica en México lo antes posible”, indicó. En octubre pasado, terminó la vigencia de un decreto que se estableció en la anterior Administración y que permitía la importación de vehículos eléctricos de países con los que México no tiene tratados de libre comercio, como China, sin la necesidad de pagar un arancel de entre el 15% y el 20%. Ahora, representantes de BYD se han acercado al actual Gobierno para solicitar la continuidad de este tipo de beneficios fiscales.
Tanto Zou como otros directivos de la firma confían en conseguir los altos objetivos que se han planteado en México. Este año, la compañía pretende vender 50.000 autos eléctricos en el país y para 2025 elevarán esta cifra hasta 100.000 unidades. La firma puede presumir que ya son el noveno jugador del sector automotriz a nivel nacional y su próxima meta es subir al séptimo escaño en los próximos meses. Además, darán el banderazo de salida a 50 puntos de venta en territorio mexicano y unos 4.000 empleos directos por ahora. Con estas cifras bajo el brazo, la decisión de inversión en México está tomada, solo que aún no han asumido la decisión final sobre la ubicación de su próxima factoría. “Queremos ser el número uno en México, por encima de otras marcas, tal como lo hemos hecho en China”, concluyó Zou.