(ALEJANDRO PÁEZ. CRÓNICA)
Con los votos de Morena, PT y PVEM, el pleno del Senado, consumó la extinción de siete órganos constitucionalmente autónomos (OCA’s), entre ellos el INAI, como parte del plan “C” que impulsó el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
De nada sirvió el intenso cabildeo, reuniones, análisis y hasta advertencias de las implicaciones al derecho a la información y protección de datos personales de los mexicanos que hicieron en las últimas semanas los comisionados de INAI al Ejecutivo y legisladores de Morena, pues al final el oficialismo no cambio una coma del dictamen para extinguir 7 órganos autónomos.
Por 86 votos a favor y 42 en contra, es decir, apenas rozando la mayoría calificada, Morena y sus aliados eliminaron en la Cámara Alta órganos como El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
También desaparecen la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
Con la eliminación de estos organismos se prevé sumar a las finanzas de la Federación alrededor de 4 mil 422 millones de pesos, que se destinaba a esto órganos y que ahora se destinaran por única ocasión al Fondo de Pensiones del Bienestar.
El oficialismo avaló la creación de un órgano desconcentrado, que sustituirá a la Comisión Federal de Competencia (Cofece) y al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), para impedir que México enfrente sanciones económicas en el marco del T-MEC.
Tendrá independencia técnica y operativa, además de contar con personalidad jurídica y patrimonio propio, aunque dependerá directamente del gobierno.
Asumirá las funciones en materia de libre competencia y concurrencia, y de acuerdo con las modificaciones aprobadas al artículo 28 de la Constitución Política tendrá como función: prevenir, investigar y combatir monopolios y concentraciones en todos los mercados, a fin de eliminar barreras a la competencia y la libre concurrencia.
El organismo que sustituirá a la Cofece concentrará las funciones del IFT en materia de preponderancia y regulación asimétrica del sector de telecomunicaciones.
La oposición y el oficialismo se enfrentaron por esta reforma donde la mayoría parlamentaria rechazó una moción suspensiva presentada por Guadalupe Murguía, coordinadora del PAN, que pretendía detener el proceso de aprobación.
El priísta Manlio Fabio Beltrones, sostuvo repudió esta reforma y advirtió que con ella no solo se desaparecen 7 organismos autónomos, sino se regresa a un gobierno obeso y único, reviviendo el “ogro filantrópico”, que tanto le costo al país erradicar.
“Es más lo que perdemos que lo que ganamos. Es un asunto de cuenta chiles, esquizofrénico”, aseveró
Lo que se está proponiendo –advirtió–es el debilitamiento del Estado plural para convertirlo en un gobierno centralista, que funcione a nombre del Estado.
El morenista Óscar Cantón Zetina, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, acusó que estos órganos solo fomentaron la opacidad, duplicaron funciones e hicieron crecer la corrupción
“Estos organismos no cumplieron su objetivo, y en cambio dañaron al pueblo de México, tan es así que entre 2018 y 2024 recibieron 32 mil millones de pesos para funcionar, lo cual es lamentable si consideramos que auditorias recientes evidencian tráfico de influencias y desvío de recursos”, sostuvo
El priista, Miguel Riquelme acusó que esta reforma está llena de falacias y criticó a los morenistas por apostarle a la demagogia para destruir la democracia.
“Muchos de ustedes exigían transparencia cuando estaban en otro lado y hoy la destruyen de un plumazo, condenamos este retroceso”, fustigó
El coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, calificó como una atrocidad esta reforma que modifica el diseño del Estado Mexicano y acusó que “es una farsa para consumar una venganza política de Andrés Manuel López Obrador”.