(RUBÉN ROMERO. EL SOL DE MÉXICO)
El gobierno federal y representantes del sector privado acordaron una estrategia conjunta para enfrentar el impacto del nuevo arancel del 50 por ciento que Estados Unidos impuso al acero y aluminio.
La medida, que entra en vigor desde el 4 de junio, fue calificada por México como injustificada, perjudicial y contraria al espíritu de cooperación regional.
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), que agrupa a todas las acereras del país, rechazó la medida estadounidense, al advertir que afecta la cadena de valor en América del Norte.
Gobierno priorizará uso de acero nacional en obras públicas
El acero mexicano no es una amenaza, sino un componente clave de integración regional.Canacero.
Asimismo, aseguró que la industria siderúrgica mexicana, que representa el 1.4 por ciento del PIB nacional y genera cerca de 700 mil empleos directos e indirectos, ya enfrentaba dificultades, pues en abril y mayo, las exportaciones hacia EU cayeron 50 por ciento.
El organismo prevé que esta caída se agrave con el nuevo arancel, lo que aumentaría el superávit comercial que ya mantiene Estados Unidos en productos de acero terminados, estimado en cuatro mil millones de dólares.
Sheinbaum y Ebrard se reúnen con empresarios para evaluar aumento a aranceles
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sostuvieron reuniones con líderes empresariales para evaluar los efectos de la decisión y definir acciones inmediatas.
“Nuestra responsabilidad es proteger los empleos”, aseguró Sheinbaum a través de su cuenta de X.
Ayer, el secretario de Economía, afirmó que el gobierno mexicano presentará este viernes una solicitud formal para quedar excluido de la medida, tal como ocurrió con el Reino Unido.
En caso de no obtener una respuesta favorable, Ebrard adelantó que existe un “plan B” que se dará a conocer el lunes.
