(BNAMERICAS)
Cuatro meses después de que México aprobara una legislación diseñada para promover la producción y el uso de biocombustibles, la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, abordó la posibilidad de estrechar los lazos de cooperación en biocombustibles con una potencia agrícola como lo es Brasil.
“Conversamos sobre oportunidades de cooperación en materia de biocombustibles y transición energética para el beneficio de ambos países”, dijo González en una publicación en redes sociales luego de reunirse el viernes con el embajador de Brasil en México, Nedilson Jorge.
“Durante el encuentro, discutieron posibilidades de fortalecer la cooperación bilateral en el sector energético, en particular, en biocombustibles”, indicó la embajada brasileña.
Brasil es el segundo mayor productor de biocombustibles del mundo después de Estados Unidos.
Perspectivas
La reunión ocurre en momento en que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum implementa leyes destinadas a expandir el sector mexicano de biocombustibles después de años de un bajo desempeño.
En marzo, Sheinbaum promulgó una nueva ley de biocombustibles orientada a fomentar el desarrollo de biocombustibles, aumentar la seguridad energética de México y apoyar la transición hacia la energía limpia.
La ley de biocombustibles contiene disposiciones para que el gobierno ofrezca incentivos financieros para la producción de biocombustibles y da a la Secretaría de Energía hasta marzo de 2026 para idear programas tendientes a incentivar la producción y el uso de biocombustibles.
Mientras tanto, la empresa estatal de petróleo y gas Pemex también está evaluando invertir en la producción de biocombustibles.
Según el plan de sostenibilidad de la compañía, publicado en 2024, Pemex podría producir diésel renovable en sus refinerías a partir de 2030.
México es un importante productor de caña de azúcar y maíz, las principales materias primas del etanol y otros biocombustibles.
Mezcla
Una ley actualizada de hidrocarburos, que también entró en vigor en marzo, incluye por primera vez la mezcla de gasolina, diésel y combustible con biocombustibles para aviones como una actividad regulada.
Hasta ahora, la demanda mexicana de etanol —el biocombustible más utilizado a nivel mundial— ha estado rezagada respecto de la de otros países latinoamericanos, principalmente por la falta de una cuota nacional obligatoria para mezclar etanol con gasolina.
En 2020, la Corte Suprema falló en contra de una modificación regulatoria que habría impuesto una cuota de 10 % de etanol en la gasolina.
“La aceptación a nivel nacional del E10 en México crearía una oportunidad de mercado cercana a 1.000 millones de galones, o US$ 2.000 millones de dólares”, estimó el Consejo de Granos de los Estados Unidos en una presentación ante el Representante Comercial de EE. UU. este año.
Estados Unidos y Brasil son los dos mayores exportadores de etanol del mundo.
