(WENDY FERNÁNDEZ. EXCÉLSIOR)
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el ingreso promedio de los hogares mexicanos aumentó 10.6% entre 2022 y 2024, en el cierre del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, impulsado por su política de alzas al salario mínimo y la generación de empleo formal.
Sin embargo, la desigualdad en la distribución del ingreso sigue marcando una fuerte brecha entre los hogares más ricos y los más pobres del país.
En ese sentido, la encuesta destacó que el ingreso corriente total promedio trimestral fue de $77,864 por hogar, lo que representa un crecimiento significativo respecto a los $70,400 de 2022.
¿Aumentan los ingresos, pero la desigualdad persiste?
La encuesta reveló que el 10% de los hogares con menores ingresos (Decil I) reportó un ingreso promedio de $16,795, mientras que el 10% más rico (Decil X) tuvo un ingreso de $236,095. Esto significa que, en promedio, los hogares más ricos ganaron 14 veces más que los más pobres.
Aunque la desigualdad se mantiene alta, el coeficiente de Gini, que es el indicador que mide la concentración del ingreso, mostró una ligera mejora: pasó de 0.402 en 2022 a 0.391 en 2024, acercándose más a cero, lo que indica una leve reducción en la desigualdad.
¿El ingreso laboral y los programas sociales son los motores?
El 66% del ingreso de los hogares provino de salarios y remuneraciones, mientras que un 17% llegó por transferencias, la mitad de estas provenientes de pensiones y jubilaciones. Además de que, el fortalecimiento del salario mínimo y la expansión del empleo formal en el último tramo del sexenio de López Obrador contribuyeron a este repunte en los ingresos.
La ENIGH 2024 se levantó entre agosto y noviembre del año pasado, justo en medio del cambio de administración federal, cuando López Obrador entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum.
El repunte en los ingresos puede interpretarse como parte del legado económico del sexenio, pero también plantea desafíos importantes: reducir la desigualdad estructural, mejorar la calidad del empleo y garantizar que el crecimiento económico llegue a todos los sectores sociales.
WFH
