(DIEGO CASTAÑEDA. REFORMA)
Los resultados de la nueva ENIGH publicados por INEGI muestran una realidad incuestionable: entre 2016 y 2024 la desigualdad de ingresos en México disminuyó. No es una disminución trivial, 5 puntos en el coeficiente de GINI pasando de 0.44 a 0.39 (donde 0 es igualdad perfecta y 1 es desigualdad perfecta) es una disminución muy grande.
A pesar de que estas mediciones tienen el problema de ignorar la parte más alta de la distribución y por lo tanto subestiman la desigualdad, podemos decir con confianza que hoy México ya no es uno de los países más desiguales del mundo. México nunca ha tenido niveles de desigualdad de ingresos más pequeños. Desde 1844 el año en donde comienzan mis estimaciones de desigualdad de ingresos para México, nunca hemos registrado una medición más pequeña. La reducción sistemática de la desigualdad de ingresos que observamos desde 2016 hace de este periodo uno de los más exitosos en nuestra historia.
Estos resultados nos dejan ver que la política laboral en México, en especial la política de salarios mínimos ha sido tremendamente exitosa. Hoy en día prácticamente en todos los grupos de la población con excepción de la parte más alta la distribución ha mejorado su ingreso. Este éxito es incuestionable. No obstante, es muy importante tener claro que es un éxito que puede resultar efímero si no es acompañado de decisiones de política pública que lo sigan apuntalando.
La política laboral, por más exitosa que ha sido, no es una herramienta que puede usarse de forma indefinida. El espacio para aumentos en salarios mínimos sin ocasionar distorsiones en el mercado laboral o presiones de precios se reduce conforme los salarios mínimos se aproximen al valor del salario medio en el país. Las transferencias sociales no son sostenibles en el mediano y largo plazo si no encontramos una forma de solucionar la debilidad fiscal del país y liberar así espacio fiscal para la dotación de servicios para la población.
Si deseamos que este periodo especial de nuestra historia sea más duradero y efectivo debemos transitar al siguiente nivel de políticas progresivas que puedan acelerar la construcción de un país más equitativo. El acceso al sistema de salud es un ejemplo claro, pocos aspectos tienen un impacto más grande en la desigualdad que la salud. Aunque los resultados que nos arroja la ENIGH nos hacen esperar que se verá una reducción importante en la pobreza laboral, no debemos olvidar que la desigualdad y la pobreza son mediadas por otros componentes además del ingreso. Otro aspecto que no podemos olvidar es que la economía mexicana no está creciendo; se encuentra en uno de los periodos de menor crecimiento en los últimos 100 años. Si la economía creciera, probablemente estos éxitos hubieran sido mucho mayores.
En nuestros poco más de 200 años de vida independiente hemos observado otros periodos continuos de igualación, el más parecido al que vivimos hoy en día, es el que ocurrió justo hace 100 años, a mediados de la década de 1920, cuando el proyecto de la Revolución Mexicana introdujo impuestos como el ISR, expandió el gasto social en salud y educación y los derechos laborales. Una lección que podemos aprender de aquel periodo es que la igualación terminó y se revirtió porque nos quedamos sin recursos para continuar la construcción de un estado de bienestar y porque no tomamos las medidas necesarias para modular los efectos del cambio estructural en nuestra economía.
Hoy tenemos retos similares, la debilidad fiscal que limita la expansión de servicios y el advenimiento de cambios tecnológicos importantes que pueden acelerar el cambio estructural. Si no tomamos medidas para incrementar la capacidad fiscal del país, para atender los retos en educación y salud y no logramos hacer que la economía crezca, podríamos desaprovechar una oportunidad histórica de transitar hacia una sociedad plenamente igualitaria o peor aún como en el pasado, experimentar su reversión.
El autor es Doctor en Historia Económica por la Universidad de Uppsala.
Es autor de “Desiguales, una historia de la desigualdad en México”.
