Los asesinatos en México son un ‘golpe de realidad’: los cárteles no están derrotados

(JACK NICAS Y EMILIANO RODRÍGUEZ MEGA. THE NEW YORK TIMES)

Carlos Manzo, alcalde del oeste de México, ganó fama nacional este año con una exigencia sencilla pero agresiva: que las autoridades mexicanas mataran sumariamente a los miembros armados de los cárteles que aterrorizan al país.

Esa postura militante lo hizo extremadamente popular entre los votantes de su ciudad, Uruapan, y en otros lugares. También llevó al alcalde de 40 años a llevar un chaleco antibalas junto con su característico sombrero de vaquero, y al gobierno federal de México a asignar personal militar para protegerlo.

En junio, recordó haber recibido una escalofriante llamada telefónica de un hombre que amenazaba con matar a su hijo pequeño. “Pues yo les respondí como respondería cualquier padre”, dijo. “Les dije: ‘aquí los espero’”.

El sábado por la noche, Manzo sostuvo a su hijo en brazos mientras pronunciaba un discurso en una multitudinaria celebración del Día de Muertos en su ciudad de 350.000 habitantes. Momentos después, justo después de que Manzo entregara a su hijo, un pistolero encapuchado asesinó al alcalde al dispararle siete veces.

Incluso para los estándares mexicanos, fue un asesinato sorprendentemente descarado. Debido a su blanco y a su carácter público, también sirvió como una especie de disparo de advertencia para la presidenta Claudia Sheinbaum.

Desde que asumió el cargo hace un año, Sheinbaum ha dirigido la campaña más agresiva contra los cárteles mexicanos en casi una década. También lo ha hecho con un enfoque casi quirúrgico y se ha resistido a los llamamientos de políticos como Manzo a otra guerra total contra el narcotráfico, como habían intentado otros presidentes mexicanos con resultados sangrientos.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, vestida de traje oscuro, caminaba por delante de una puerta de Palacio Nacional en Ciudad de México.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, durante una conferencia de prensa el lunes. Ha incrementado la acción militar contra los cárteles de la droga, pero se ha resistido a los llamamientos a una guerra total contra ellos.Credit…Cristopher Rogel Blanquet/Getty Images

En su primer año, las autoridades dijeron que habían detenido a casi 35.000 personas por delitos de alto impacto y destruido casi 1600 laboratorios de drogas, frente a las 8900 detenciones de este tipo y los 380 laboratorios destruidos anualmente con su predecesor. En el proceso, dijeron las autoridades mexicanas, los homicidios han descendido casi un tercio, hasta su nivel más bajo en una década, y menos drogas cruzan a Estados Unidos.

Estos esfuerzos le han valido a Sheinbaum los elogios de la Casa Blanca y parecen haber evitado una intervención militar estadounidense en México para luchar contra los cárteles, al menos por ahora.

Sin embargo, los cárteles distan mucho de estar derrotados. Y en los últimos meses han demostrado repetidamente que están dispuestos a luchar, al llevar a cabo una serie de asesinatos de alto perfil, incluido el de Manzo.

En mayo, atacantes armados en motocicleta asesinaron a la secretaria particular y a un alto asesor de la jefa de gobierno de Ciudad de México mientras estaban sentados en el tráfico. Un día de junio, se encontraron 20 cadáveres en el estado de Sinaloa, varios de ellos decapitados y colgados de un puente.

En septiembre, dos músicos colombianos fueron secuestrados y asesinados tras su concierto en México, lo que provocó la indignación del presidente de Colombia. Y el mes pasado, encontraron muerto, envuelto en una manta, a un periodista que informaba sobre los cárteles en el estado de Durango.

En el primer semestre del año se produjeron 112 asesinatos políticos en México, según Integralia, una consultora de riesgo político. En los 10 primeros meses del año, fueron asesinados más de 300 agentes de policía, un 24 por ciento más que el año anterior, según Causa en Común, un grupo anticorrupción.

“Ha sido como un golpe de realidad”, dijo Nancy Canjura, experta en seguridad de Causa Común. “Mientras todavía están intentando hilar dónde está el liderazgo, quién mueve a quién o dónde hay conflicto, los muertos siguen allí, y se siguen sumando”.

El asesinato de Manzo, añadió, “es la confirmación de que el control del territorio lo tienen los grupos delictivos, y no la autoridad”.

El lunes, Sheinbaum condenó el asesinato de Manzo, pero rechazó cambiar de rumbo. “Vamos a seguir trabajando todos los días por la defensa de la paz, la seguridad y la justicia”, dijo a los periodistas. “Ese es el camino. Y eso sí, no nos vamos a rendir nunca, nunca”.

Efectivos policiales con chalecos antibalas y equipo táctico en un camino de tierra a las afueras de una ciudad.
Fuerzas policiales llegaron al lugar de un asesinato ocurrido el mes pasado en Culiacán, estado de Sinaloa, México. El estado ha sido el foco del uso de la fuerza del gobierno mexicano.Credit…Adriana Zehbrauskas para The New York Times

La estrategia de Sheinbaum contra los cárteles se ha concentrado en gran medida en capturar a los líderes y llevar a cabo grandes redadas antidroga. Algunos analistas de seguridad dijeron que, si bien eso ha servido para mostrar su fuerza a Washington, apenas ha debilitado el dominio de los grupos en muchas comunidades locales.

“Tengamos contento a nuestro vecino del norte lo más posible y mostremos que sí estamos trabajando”, dijo Giovana Ríos, quien investiga la violencia de México en la Universidad Jesuita de Guadalajara. “Pero por otro lado nos encontramos con presidencias municipales tomadas por el propio crimen organizado o con cuerpos de policía debilitados que no tienen recursos ni manera de hacer frente a la situación”.

Ese nivel local es el principal campo de batalla donde los grupos criminales ejercen su poder en México, dicen los analistas. Es la unidad administrativa básica que deben capturar para controlar el territorio. Es donde pueden extorsionar a las empresas y captar fondos públicos. Y es donde corrompen a muchos funcionarios que colaboran o se hacen a un lado para evitar el fuego cruzado.

Michoacán, un estado de 4,7 millones de habitantes, se ha convertido en uno de los frentes más difíciles y mortíferos de esa batalla. Varios cárteles se disputan allí el control de las rutas del narcotráfico y de las lucrativas extorsiones. En Uruapan, la ciudad de Manzo en Michoacán, los grupos criminales extorsionan a los agricultores que cultivan limas o limón verde y aguacates.

Las autoridades y los agricultores han intentado defenderse, pero los cárteles han respondido violentamente. El mes pasado, uno de los líderes más destacados de la industria del limón verde de Michoacán fue asesinado tras denunciar la extorsión. El sábado, horas antes del asesinato de Manzo, aparecieron muertos otro agricultor y su esposa.

Trabajadores en una planta empacadora de aguacate.
Una planta empacadora de aguacate en Uruapan, Michoacán. Los cárteles de la droga extorsionan a los productores de aguacate del estado, además de disputarse las rutas del narcotráfico.Credit…Cesar Rodriguez para The New York Times

Esa matanza había alimentado el enfoque de línea dura de Manzo.

El año pasado animó a la policía de su ciudad a matar a delincuentes armados, una propuesta criticada por Sheinbaum. Dijo que recompensaría a los agentes que mataran a sicarios de los cárteles. Y este mes exigió al gobierno federal que proporcionara armas de grado militar para que la policía de su ciudad pudiera igualar la potencia de fuego de los cárteles.

“No puede haber abrazos para los delincuentes”, dijo en mayo, refiriéndose a la estrategia contra el crimen “abrazos, no balazos” del predecesor y mentor de Sheinbaum. “Para los delincuentes debe de haber palizas”, añadió utilizando un improperio.

Esa retórica lo situó en el escenario nacional y llevó tanto a críticos como a partidarios a llamarlo el “Bukele mexicano”, en referencia al presidente Nayib Bukele de El Salvador, cuya violenta represión de las pandillas ha hecho que la delincuencia caiga en picada en su país, al tiempo que ha alarmado a los grupos de derechos humanos.

También lo colocó en oposición a Sheinbaum, quien ha tratado de utilizar la inteligencia y la investigación para atacar a los cárteles con mayor precisión, una política que espera que evite las bajas masivas que caracterizaron las guerras de los gobiernos anteriores contra estos grupos.

Sheinbaum goza de un índice de aprobación superior al 70 por ciento, aunque las encuestas muestran que los mexicanos son muy críticos con su actuación en materia de seguridad, que ha sido durante mucho tiempo el problema más acuciante del país. Aunque el gobierno ha publicado estadísticas que demuestran que México es más seguro, muchos mexicanos creen que la violencia ha empeorado con Sheinbaum, según una encuesta nacional reciente.

Un hombre y una mujer se abrazan entre una multitud de dolientes en un funeral.
El funeral de Manzo el domingo. El alcalde había ganado popularidad por sus llamamientos a actuar con mano dura contra los cárteles y por su actitud desafiante ante las amenazas.Credit…Ivan Arias/Reuters

Desde la muerte de Manzo, los ciudadanos indignados de Michoacán han marchado por las calles. Muchos comentaristas han aprovechado el asesinato para argumentar que la estrategia de seguridad de Sheinbaum está fracasando.

En dos conferencias de prensa celebradas esta semana, Sheinbaum dijo que su gobierno llevaría ante la justicia a los asesinos de Manzo, incluidos quienes ordenaron el asesinato. El aparente atacante murió en el lugar de los hechos y se detuvo a otras dos personas, dijeron las autoridades. La policía municipal había sido asignada para proteger a Manzo en el acto, mientras que miembros de la Guardia Nacional de México estaban asegurando el perímetro, añadieron.

Sheinbaum dijo que su gobierno también intensificaría los esfuerzos para combatir la violencia en Michoacán, lo que incluye la incorporación de más fuerzas federales y la inauguración de una fiscalía especializada.

En cuanto a sus críticos que dicen que está perdiendo ante los cárteles, Sheinbaum respondió.

“Y claro que decimos: ¿cómo fortalecemos la estrategia?”, dijo.

“Pero, repito, esta… ¿Qué proponen? ¿Qué proponen? ¿Regresar a la guerra contra el narco?”, añadió. “Ya lo probó México y no funcionó”.

Jack Nicas es el jefe de la corresponsalía del Times en Ciudad de México y lidera la cobertura sobre México, Centroamérica y el Caribe.

Emiliano Rodríguez Mega es un investigador reportero del Times en Ciudad de México. Cubre México, Centroamérica y el Carib

Dolientes llevando el féretro del difunto alcalde Carlos Manzo, a quien le dispararon el domingo en Uruapan, una ciudad de 350.000 habitantes en el oeste de México.Credit…Eduardo Verdugo/Associated Press