(MIGUEL ÁNGEL ENSÁSTEGUI. EL SOL DE MÉXICO)
El Banco de México (Banxico) volvió a recortar la tasa de interés en 25 puntos base, con lo cual ahora el referencial se encuentra en un nivel de 7.25 por ciento.
Se trata del tercer recorte consecutivo que aplica el banco central en una magnitud de 25 puntos base, aunque no fue de manera unánime. El subgobernador Jonathan Heath votó a favor de mantener la tasa en 7.50 por ciento.
“Hacia delante, la Junta de Gobierno valorará recortar la tasa de referencia. Tomará en cuenta los efectos de todos los determinantes de la inflación”, dijo Banxico al dar a conocer su decisión de política monetaria.
Para esta decisión, la penúltima del año, el banco central tomó en cuenta los movimientos en el tipo de cambio, la debilidad de la actividad económica y los posibles impactos ante cambios en políticas comerciales a nivel global.
Según Banxico, encabezado por Victoria Rodríguez Ceja, las próximas decisiones de política monetaria se tomarán para llevar a la inflación a la meta puntual del tres por ciento, la cual se espera que llegue a este nivel hasta el tercer trimestre del próximo año.
“El banco central reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable”, mencionó el banco en su comunicado.
Durante la primera quincena de octubre la inflación general en México alcanzó un nivel de 3.63 por ciento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En este lapso, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) fue presionado por un alza anual de 8.27 por ciento en los productos pecuarios. A detalle, destacaron los incrementos de 18.7 y 15.7 por ciento en la carne y vísceras de res, respectivamente.
Aunque la inflación se mantiene dentro del rango objetivo de Banxico, analistas financieros de Kapital Bank esperan que haya un ligero repunte a inicios de 2026 como resultado del ajuste en el IEPS de refrescos y otros impuestos en bienes y servicios.
Para Banxico, el panorama de largo plazo no está exento de riesgos, aunque menores en comparación con los episodios económicos de 2021 y 2024, tras la pandemia de Covid-19 y la disrupción de cadenas de suministro a nivel global.
Entre los principales riesgos destacó que los cambios de política económica por parte de la administración estadounidense siguen añadiendo incertidumbre a las previsiones sobre la inflación.
“Sus efectos podrían implicar presiones sobre la inflación en ambos lados del balance”, resaltó el banco central al agregar que otros peligros al alza son una mayor depreciación del peso mexicano, afectaciones climáticas o rupturas por conflictos geopolíticos.
Por el contrario, agregó, la inflación general podría disminuir si hay una menor volatilidad en el tipo de cambio o si la actividad económica es menor a la anticipada.

