GABRIEL CASILLAS. EL FINANCIERO
En los reportes del Banxico hay dos ideas consistentes: ya terminó el ciclo de alzas y la posibilidad de disminuir la tasa de referencia está en una etapa muy preliminar.
La semana pasada el Banco de México dio a conocer dos documentos muy relevantes en materia de política monetaria: (1) El Informe Trimestral (31 de mayo); y (2) la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 18 de mayo (publicada el 1 de junio). Considero que las dos ideas consistentes que emanaron de ambos documentos fueron: (a) Banxico ya terminó su ciclo de alza de tasas el pasado 30 de marzo (“El ciclo de alza de tasas de Banxico terminó. ¿Qué sigue?”, 23 de mayo); y (b) la discusión al interior de la Junta de Gobierno sobre la posibilidad de disminuir la tasa de referencia se encuentra en una etapa muy preliminar.
(1) Informe Trimestral. Es un documento muy completo, difícil de resumir en un espacio como este. Sin embargo, considero que los cuatro aspectos que más destacaron fueron: (a) El staff dejó sus proyecciones de inflación sin cambio con respecto al comunicado de la última reunión de política monetaria (18 de mayo); (b) el banco llevó a cabo una revisión significativa al alza de su pronóstico de crecimiento del PIB de 2023 de 1.6, a 2.3 por ciento y para 2024 a la baja de 1.8, a 1.6 por ciento, consistente con la fortaleza de las economía mexicana en lo que va del año, así como de las perspectivas para la economía estadounidense, que se anticipa una desaceleración hacia delante; (c) la Junta de Gobierno reiteró que el balance de riesgos para la inflación continúa sesgado al alza; y (d) en los resúmenes que la Junta de Gobierno incorpora en el Informe Trimestral sobre documentos de investigación de temas de carácter estructural, también llamados ‘cajas grises’, se incluyó uno que trata sobre la persistencia de la inflación subyacente. En este sentido, el énfasis en este tema nos hace pensar que, dada la gradualidad con la que se ha estado reduciendo la inflación, sobre todo la subyacente –que excluye los componentes más volátiles (e.g. energía, productos agropecuarios)–, será difícil que el Banco de México reduzca la tasa de referencia este año.
(2) Minuta de la reunión del 18 de mayo. Las minutas tienen la información actualizada al día en el que se da a conocer la decisión de política monetaria. En este caso, el 18 de mayo. En este sentido y habiendo ya publicado el Informe Trimestral –con información y opiniones actualizadas, así como la conferencia de prensa–, parecía que la lectura de la minuta solo iba a ser un ejercicio meramente académico. Sin embargo, a pesar de esto, confieso que me sorprendió la riqueza de la información. El debate en las minutas reflejó riqueza de ideas y opiniones desde diferentes ángulos que en mi opinión convergieron a las dos conclusiones que comenté al inicio de este espacio (i.e. confirmación del fin del ciclo restrictivo y debate sobre recortes de tasas en estado preliminar). Cabe señalar que las minutas todavía no hacen explícito qué miembro de la Junta de Gobierno hace tal o cual comentario, pero creo tener buena idea al respecto. Por un lado, hubo muchos comentarios brindando apoyo a la idea de que ya se alcanzó la tasa terminal (en 11.25 por ciento).
No obstante lo anterior, los comentarios vertidos en torno a la posibilidad de bajar la tasa de referencia mostraron una divergencia importante. En este sentido, considero que el comentario del miembro 1 resume muy bien el estado de la discusión: “…es muy prematuro comenzar a discutir sobre posibles recortes de tasas…”. Por el lado restrictivo o ‘hawkish’, el miembro 2 dejó la puerta abierta a más alzas de tasas, en caso de considerarlo necesario: “…no puede descartarse que se requiera mayor o menor apretamiento”. Argumentó que debe comunicarse que “una pausa no significa que el Banco de México haya concluido su trabajo, ni que necesariamente esta vendrá seguida de un relajamiento…”. Por su parte, si bien el miembro 5 ni siquiera tocó el tema sobre recortar la tasa de referencia, mostró un sesgo a no continuar elevando la tasa de referencia al comentar que “…no hay evidencia contundente de que haya presiones inflacionarias internas, si las hubiera estas estarían ya atendidas con el nivel de restricción alcanzado…”.
Así, fueron los miembros 3 y 4 quienes no solo comentaron sobre la posibilidad de reducir el nivel de la tasa de referencia, sino que inclusive caracterizaron las condiciones bajo las cuales podría ocurrir esto. En este sentido, el miembro 3 –probablemente el subgobernador Heath, dado sus comentarios públicos al respecto–, dijo: “…al materializarse el descenso de la inflación, debe evitarse una postura demasiado restrictiva, por lo que eventualmente se evaluaría algún recorte de tasas. Señaló que ello no sería un relajamiento, sino un ajuste para mantener la tasa real ex-ante en un rango entre 6.0 y 7.0 por ciento, el cual estima consistente a la convergencia inflacionaria…” (actualmente ligeramente por arriba de 6.0 por ciento). A su vez, el miembro 4 comento que “…la postura restrictiva durará el tiempo necesario y suficiente para confirmar: i) una tendencia clara y descendente de las inflaciones general y subyacente hacia el 3.0 por ciento; ii) un balance de riesgos neutral en torno al pronóstico; y iii) un retorno de las expectativas de inflación a sus promedios históricos…”.
De esta manera continúo pensando que la Junta de Gobierno del Banco de México dejará la tasa de referencia sin cambio en 11.25 por ciento por lo que resta del año. Asimismo, como también he comentario anteriormente, considero que a partir de inicios de 2024 podrá iniciar un ciclo de baja de tasas hacia un nivel que considero neutral de largo plazo: 7.50 por ciento.
* El autor es Economista en Jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.
* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.