NALLELY HERNÁNDEZ. EL NORTE
Cd. de México (19 junio 2023).- Para las tortillerías, conocer el origen del maíz que adquieren no es tarea sencilla, pues toda la información queda en manos de las comercializadoras de granos y harineras, señaló la Red de Maíz de la Ciudad de México.
Ante ello, la propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador de regular las importaciones de maíz blanco transgénico debe ser aplicada a grandes empresas, dijo Blanca Mejía, presidenta de dicha organización que agrupa molinos de masa de nixtamal y tortillerías en la Capital del País.
“No es un molino de nixtamal el que trae el maíz importado. Si no lo podemos traer de Sinaloa, Hidalgo o Guerrero, menos lo vamos a traer de Sudáfrica, Argentina, Brasil o Estados Unidos.
“Es ilógico pensar que un molino de nixtamal o una tortillería, por su propia cuenta, puede traer ese maíz (transgénico). Se hace a través de las comercializadoras, las empresas harineras, quienes pueden incurrir en la responsabilidad de tener los granos transgénicos y llevarlos a los molinos”, expresó en entrevista la también representante del Consejo Rector de la Tortilla.
La compra de granos para nixtamalizar, es decir, para elaborar masa de tortillas, se adquiere directamente de molineros, quienes a su vez adquieren el maíz de las empresas comercializadoras, por lo que incluso detallar la trazabilidad de un grano en mal estado es un proceso complejo para los compradores finales, explicó la representante de las tortillerías de la Ciudad de México.
Recientemente, una comisión de industriales tortilleros de la Ciudad de México visitó a agricultores de Sinaloa para adquirir directamente el maíz; sin embargo, tras aplicar una serie de pruebas y análisis, se determinó un daño de 5 por ciento sobre la cosecha, lo que descartaba que este grano fuera ideal para producir tortillas.
No obstante, al realizar las mismas pruebas en la masa que se adquirió de harineras, la afectación era mayor.
“Un compañero llega a su molino tratando de aplicar lo que vimos allá, abre un costal de una empresa harinera, hace los mismos análisis que hace en Sinaloa y le sale un 7 por ciento de daño, ese maíz que le llegó para nixtamalizar era netamente un maíz forrajero”, explicó Mejía.
“Pero el industrial de la tortilla no lo sabe, sólo ve que llega sucio, con cierto daño”.
Por ello, la representante de tortillerías consideró que la regulación propuesta por López Obrador sobre los maíces genéticamente modificados aplicará a grandes consorcios que, desde el arranque del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hace casi 30 años, pueden adquirir maíz sin detallar información específica del país de origen y condiciones de la cosecha, lo cual da paso a establecer una Norma Oficial Mexicana (NOM) y no sólo una reglamentación voluntaria para la producción de tortilla.
“El hilo se perdió justo a través del Tratado de Libre Comercio y las exigencias de Estados Unidos y Canadá de que ingresara nuestro maíz al propio Tratado, eliminando todas estas empresas que tenían ya una política de cuánto maíz se iba este a sembrar, cuánto se iba a destinar al consumo humano, qué tipo de maíz”, consideró Blanca Mejía.
En su conferencia de este lunes, AMLO informó que se pactará un acuerdo para que tortillerías del País no usen maíz blanco genéticamente modificado y se impondrán aranceles a estas importaciones.
