La transición hacia una agricultura sostenible es un reto importante
GLORIA CARRIÓN, DAMARIS DESGARENNES Y J. FRANCISCO CASTILLO ESPARZA. INECOL
En la naturaleza existen diversos organismos patógenos que causan afectaciones a las plantas, estos pueden ser virus, bacterias, hongos, nematodos e insectos. Estos organismos se denominan fitopatógenos y son agentes causales de enfermedades caracterizadas por un conjunto de síntomas y daños particulares en cada tipo de planta o de cultivo.
Afortunadamente, los fitopatógenos tienen antagonistas, estos son microorganismos como hongos o bacterias que pueden inhibir el crecimiento e influir en la densidad poblacional de los diferentes patógenos de las plantas.
El estudio de las interacciones entre las plantas, los fitopatógenos y los antagonistas nos ofrece la información adecuada para hacer uso de algunos microorganismos como agentes de control de las poblaciones de fitopatógenos, a esta estrategia se le conoce como Control Biológico.
Aunque desde la década de 1970 se han utilizado diferentes especies de hongos, bacterias, virus e insectos como agentes de control biológico en cultivos de importancia agrícola, en la agricultura convencional se siguen utilizando grandes cantidades de productos químicos para combatir las diversas enfermedades de los cultivos.
Es un hecho que los efectos del actual sistema de producción agrícola a nivel ecológico, social y de desarrollo sustentable, se verán agravados por el calentamiento global, la escasez de agua, la desertificación y el crecimiento demográfico.
Debido a esto, es imperante realizar los cambios necesarios para pasar de una agricultura convencional a una agricultura sostenible, de modo que podamos eliminar prácticas agrícolas nocivas, aumentar el rendimiento de la producción agrícola y promover la conservación y uso de la biodiversidad en los agroecosistemas. Sin embargo, la transición hacia una agricultura sostenible es un reto importante, que requiere de la implementación de estrategias que permitan alcanzar dicho objetivo. En este sentido, el uso de agentes de control biológico es una alternativa viable para el manejo de las enfermedades en los cultivos de importancia económica.
En el INECOL se ha estudiado desde hace varios años al nematodo dorado de la papa (Globodera rostochiensis), un gusano microscópico que afecta las raíces de las plantas reduciendo la producción de tubérculos. Este nematodo es originario de la zona andina y fue introducido a México en la década de 1970. La población del nematodo dorado creció tanto que se implementó una cuarentena (NOM-040-FITO-2002) donde se impide el desplazamiento del material vegetal de zonas infestadas para usarlo como semilla en otros campos que aún estaban libres de este patógeno.
En la búsqueda de potenciales agentes de control biológico para el nematodo dorado, se seleccionó el hongo nematófago Metarhizium carneum (=Paecilomyces carneus) como una alternativa para la resolución de este problema fitosanitario.
Mediante experimentos de laboratorio e invernadero, se probó que el hongo tiene la capacidad de reducir eficientemente la población del nematodo dorado de la papa, además de tener efecto sobre otros nematodos emergentes de alta patogenicidad como son Meloidogyne enterolobii y Meloidogyne paranaensis, los cuales viven dentro de la raíz de la planta y causan serios problemas en el cultivo de tomate, pepino, pimiento y café.
Además, se probó la eficiencia de este hongo nematófago en la reducción de la tasa de reproducción de nematodos en entornos reales a nivel de campo abierto y en cultivos bajo malla sombra. El uso de M. carneum fue motivo de dos patentes otorgadas en México (MX/E/2011/028546-Título 364353 y MX/E/2012/090977-Título No. 360582) y en otros países como Australia, Brasil, China, Colombia, EEUU, Nueva Zelanda, Rusia, Sudáfrica, Perú y algunos países de la Unión Europea.
A pesar de los avances en la investigación y el desarrollo de alternativas biológicas para su aplicación en la agricultura, la reproducción masiva de un agente de control biológico como el hongo nematófago Metarhizium carneum, tiene retos importantes, los cuales van desde aspectos técnicos como métodos de producción y conservación de la viabilidad del producto una vez envasado (vida útil del producto), hasta aspectos relacionados con la comercialización y logística de distribución a gran escala. Ambas patentes han sido licenciadas por una empresa mexicana y la transferencia de tecnología esta en proceso.
Actualmente, en la Planta Piloto de Desarrollo de Agentes de Control Biológico del INECOL se está trabajando en superar estos retos y hacer llegar a los agricultores un producto biológico que además de brindar una solución eficiente a un problema fitosanitario como el de los nematodos fitoparásitos, ayude a reducir la contaminación del suelo y los mantos freáticos, disminuir el uso de agroquímicos y agregar valor a los productos agrícolas por su inocuidad y de este modo, contribuir al desarrollo regional de diferentes lugares en México.
* Red de Biodiversidad y Sistemática— Instituto de Ecología, A.C. (INECOL)