ESTHER HERRERA Y ROBERTO VALADEZ. MILENIO DIARIO
A pesar de que los megaproyectos del gobierno federal, como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, están pensados para impulsar el desarrollo económico del sureste mexicano, para los expertos eso no basta, pues consideran necesaria la construcción de carreteras y autopistas.
Refieren que es esencial mejorar la conectividad terrestre para camiones y autobuses porque es la mejor forma de llevar los productos y servicios a comunidades y promover la industrialización en Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
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Edmundo Gamas, director general del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestructura (Imexdi), explicó que los estados del sur “son lo más atrasado” del país en caminos por un enfoque limitado en edificación de vías de comunicación y su mantenimiento.
“A escala nacional, el gobierno federal hace muy poco en cuestión de carreteras, y ni siquiera las autopistas que ya existen se les mantuvo en buenas condiciones, a lo único que le pusieron énfasis fue a los accesos carreteros para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA)”, comentó a MILENIO.
Dentro del presupuesto federal que determinó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entre 2020 a 2023, se destinó al rubro de carreteras eficientes, seguras y suficientes 128 mil 129 millones de pesos, 13.2 por ciento menor que lo inyectado entre 2016 a 2019, cuando fueron 147 mil 650 millones.
Justo en 2019 la iniciativa privada presentó al gobierno federal el Pacto Oaxaca, con el cual buscaban impulsar el desarrollo económico del sureste con 36 proyectos de infraestructura, de los cuales 14 eran carreteros y requerían una inversión de 30 mil 632 millones de pesos.
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Francisco Solares, afirmó que existe necesidad de mejorar y ampliar la infraestructura carretera en el sureste del país.
“No estamos construyendo las obras a la velocidad que se requiere, además de que la política de este gobierno no ha sido en el sentido de favorecer la inversión privada en estos planes, consideramos que debería alentar su participación”, comentó.
El representante de la iniciativa privada señaló que en el tercer paquete de infraestructura, que ya nunca se lanzó con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se tenían contempladas obras carreteras, de aduanas y puertos; donde iba a haber una participación mixta de capitales entre gobierno y empresas.
Afirmó que todos estos pendientes de obras se deben a la falta de planeación y por consecuencia que se realizan mal.
Otros pendientes
Respecto a los dos primeros paquetes de infraestructura presentados por el gobierno federal junto con la iniciativa privada, que implican 525 mil millones de pesos en 68 obras, Francisco Solares contó que no hay forma de comprobar sus avances.
El presidente de CMIC dijo que la opacidad para conocer el ejercicio del presupuesto sobre estas obras aumentó con el tiempo, “ya que en 2022 solo se obtuvieron datos de 28 por ciento del monto total ejercido por el gobierno federal en estos proyectos”.
Los expertos afirman que la construcción del Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec no se terminarán en esta administración y quedarán como los grandes pendientes del gobierno.
“Hubo una mala planeación en el Tren Maya, porque se tenían que haber reservado dos o tres años para adquirir los derechos de vía, sin embargo, empezaron a construir sin tener los terrenos, por eso los cambios de ruta”, expuso Gamas, de Imexdi.
Relocalización
Ante la ola de inversiones que están llegando al país por el nearshoring, la CMIC externó su preocupación porque el país no cuenta con la suficiente infraestructura para enfrentar los retos de un sinnúmero de empresas que están arribando, lo que puede provocar “una situación crítica”.
En Monterrey, Nuevo León, Solares dijo que tienen reportes de la Secretaría de Economía federal que hay 400 solicitudes de empresas extranjeras que están por llegar al país, pero no ven posibilidades de ofrecer abasto de energía limpia, agua, gas natural, drenaje y personal calificado para todas las zonas donde se está viendo más inversión extranjera directa (zona norte y noreste del país).
