Los libros tienen una estructura diferente que causa desconcierto, sostiene experto

LA JORNADA

Los nuevos libros de texto gratuitos son diferentes a los anteriores, porque tienen una estructura y una lógica distinta a las que históricamente han tenido, afirmó Ángel Díaz Barriga, investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Como parte del debate sobre los ejemplares, el experto en temas educativos añadió que los nuevos libros respetan la autonomía de los docentes, porque su objetivo es ser un instrumento de apoyo y funcionar como acompañantes del proceso escolar, pues lo que se busca es que sea un material organizado por disciplinas.

No tienen esa lógica de que el libro se convierte en el programa del curso. Por ello ha causado desconcierto, estimó Díaz Barriga.

Lo que se busca es que el docente se asuma como profesional del aprendizaje y de la formación, así como un educador que toma decisiones, apuntó el científico social, en una entrevista para IMER Noticias.

Explicó que quienes han cuestionado los contenidos emiten juicios sin haber realizado una revisión cuidadosa, porque nadie en su sano juicio puede decir que ya los revisó, pues es una familia de 91 libros de primaria, secundaria y telesecundaria.

Subrayó que los nuevos textos responden a los planes y programas de estudio.

“Veo que mis colegas dicen: ‘Es que no hay matemáticas’. No hay matemáticas si uno busca la lección uno, la lección dos o la lección tres. Pero yo, revisando el libro de cuarto de primaria, encuentro una serie de temas matemáticos que no están aislados como temas matemáticos”.

Por ejemplo, indicó, figuras geométricas a partir de la forma que tiene un estómago, o pesos y medidas a partir del tiempo que tarda la ingesta estándar de alimentos, detalló Díaz Barriga.

Por ello, añadió que el rechazo a los nuevos libros de texto gratuitos se explica por una carga ideológica y de oposición al gobierno.

Recordó que el grupo que siempre se ha opuesto a los libros de texto es la Unión Nacional de Padres de Familia, que se ha manifestado cada vez que surgen nuevos contenidos y se escandaliza por los temas sexuales.