(ENRIQUE HERNÁNDEZ. FORBES MÉXICO)
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) afirmó que el consumo de maíz transgénico o biotecnológico es seguro y no representa riesgos para la salud humana ni para la sanidad animal, por lo que exigió a los gobiernos de México y Estados Unidos terminar su disputa por este producto.
El presidente de la organización, David Castro Monroy, dijo que México depende de las importaciones del grano para satisfacer el consumo nacional pecuario, por lo que urge que los gobiernos de ambos países resuelvan a la brevedad sus diferencias.
“Nuestras economías son complementarias. Debemos seguir avanzando en los procesos de integración comercial que permitan el crecimiento de ambas economías y el bienestar de la población”, aseguró el representante de los productores de huevo y pollo.
El empresario subrayó que el consumo mundial por más de 27 años del maíz biotecnológico permite aseverar que es seguro, pues hay evidencia científica de que no representa riesgos para la salud humana ni para la sanidad animal.
Aseveró que el maíz transgénico es necesario para la producción suficiente de alimentos, y que su uso ha sido previamente evaluado y autorizado por organismos internacionales como la OMS y la FAO, así como por autoridades sanitarias como la EFSA, en Europa, o la Cofepris, en México.
“Es necesario modificar este decreto para eliminar por completo las posibles restricciones para uso pecuario. Lo anterior podría poner fin a esta controversia”, añadió.
El empresario recordó que actualmente la importación de maíz biotecnológico está permitida, pero un decreto emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador generó controversia al no garantizar su acceso y uso a futuro, e incertidumbre en el sector productivo.
Señaló que el maíz biotecnológico es un insumo esencial para la alimentación de las aves, por lo que es fundamental para la avicultura nacional garantizar el acceso a este grano, a fin de no poner en riesgo la producción de huevo y pollo, así como su abasto oportuno y suficiente, ni la seguridad alimentaria de la población.
Anualmente, el sector pecuario consume más de 13.5 millones de toneladas de maíz biotecnológico, alrededor de 78% del total importado.
El presidente de la UNA añadió que el sector avícola produce la proteína animal de mayor consumo en el país. Detalló que en 2022 produjo 6.7 millones de toneladas de alimentos, de los cuales 3.7 millones corresponden a pollo y 3 millones de toneladas a huevo.
Advirtió que el liderazgo de México en el sector avícola a nivel mundial está en riesgo tras el escalamiento del conflicto.
Destacó que a nivel internacional México es el quinto productor de huevo para plato y de carne de pollo, y que es autosuficiente en la producción de huevo, alimento del cual el país es el primer consumidor mundial: “Todo esto se pone en riesgo con un conflicto comercial injustificado”.
El rechazo al maíz biotecnológico en México
Con un decreto publicado el 31 de diciembre de 2020, el Gobierno comenzó con la imposición de medidas para frenar la entrada de maíz genéticamente modificado a territorio nacional, situación que no ha afectado a las importaciones, al argumentar daños a la salud de las personas.
El Gobierno norteamericano señaló la falta de argumentos basados en la ciencia para sostener que el maíz transgénico sea nocivo para la salud, un requisito establecido en el TMEC para restringir la comercialización de cualquier producto.
El decreto establecía la revocación y abstención de otorgamiento de permisos para uso del grano de maíz genéticamente modificado y el glifosato en México, prohibiendo su importación, por lo que Estados Unidos envió una solicitud formal a México bajo el capítulo 9 del TMEC para que la administración de López Obrador explicara las razones para la implementación de las medidas restrictivas.
Tras la solicitud de Estados Unidos, el Gobierno mexicano modificó el decreto de 2020, y se sustituyeron sus disposiciones por las incluidas en un nuevo decreto publicado el 13 de febrero de 2023.
El nuevo documento acota la prohibición a las importaciones de maíz transgénico destinado al consumo humano, excluyendo al maíz destinado al consumo pecuario e industrial (aunque establece que se deberá sustituir su uso gradualmente, sin especificar un periodo).
El jueves, Katherine Tai, representante de Comercio de Estados Unidos, pidió establecer un panel de resolución de disputas bajo el TMEC por las medidas adoptadas de México para prohibir las importaciones de maíz amarillo transgénico para la elaboración de tortillas y otros alimentos.
“Estados Unidos ha utilizado las herramientas provistas por el TMEC para intentar resolver las preocupaciones con las medidas biotecnológicas de México”, declaró en un comunicado.
“Hoy, Estados Unidos está dando el siguiente paso para hacer cumplir las obligaciones de México bajo el TMEC”, agregó la representante comercial.