García y Monsiváis, reencuentro de cronistas

(FRANCISCO MORALES V. REFORMA)

Las conmemoraciones por el centenario del nacimiento del fotógrafo Héctor García (1923-2012) comienzan con una nota entrañable: una reunión entre dos amigos que, cada uno desde su disciplina, fueron dos de los más importantes cronistas del México de su tiempo.

La dupla conformada por el escritor Carlos Monsiváis y el homenajeado, inseparable y fructífera, es el punto de partida para la exposición ¿Qué me ves? Héctor García, cronista de la lente, en el Museo del Estanquillo.

Abierta al público a partir de este sábado, la muestra está conformada por casi 240 impresiones originales de quien el propio Monsiváis nombró “Fotógrafo de la Ciudad”.

Una muestra amplia que reúne sus sensibles y empáticos retratos de los niños de la calle y de la clase obrera, sus testimonios de las transformaciones de la Ciudad de México de mediados del siglo pasado, sus incursiones al mundo de la farándula y su pertenencia al ambiente artístico y cultural de la época, entre otras facetas.

Para Rafael Barajas, “El Fisgón”, curador de la muestra, García y Monsiváis compartieron el oficio de cronistas en un momento de cambio para todo el País, con la llegada de la prosperidad económica tras la Segunda Guerra Mundial.

“Héctor García fue muy amigo de Carlos Monsiváis y, ojo, aquí ocurre una cosa muy interesante. En esta historia del México en transición, hay un género periodístico que adquiere mucha relevancia, que es el género de la crónica, entonces vamos a tener grandes cronistas que se manifiestan en diversas ramas”, expuso en un video presentado en conferencia de prensa.

El museo, dedicado a la exhibición de las Colecciones Carlos Monsiváis, hace una selección de un centenar de fotografías que el escritor guardaba de su amigo y la complementa con acervos privados y de la Fundación María y Héctor García.

Dividida en 11 núcleos temáticos, la exposición tiene su centro en una sala que documenta la colaboración entre el cronista de la lente y el de la máquina de escribir.

En un recorrido por la muestra, Ana Catalina Valenzuela, parte del equipo curatorial, destacó un retrato nunca antes expuesto de un joven Carlos Monsiváis, tomado en 1968, en el que juega con uno de sus inseparables gatitos; una visión inusualmente cálida del autor de Escenas de pudor y liviandad.

Esta seña de intimidad abre la sección que muestra proyectos conjuntos de ambos, como los libros Días de guardar (1970) y Principados y potestades (1969), donde las fotografías de García acompañan los textos de “Monsi”.

Ahí también queda patente el ambiente cultural de la época, como lo muestra la famosa instantánea La Mafia (1969), que retrata a Monsiváis, al pintor José Luis Cuevas, al escritor Carlos Fuentes y al editor Fernando Benítez en un gabinete de la tradicional cantina La Ópera.

Asimismo, confluyen ahí proyectos lúdicos como la historieta Lo que la mafia se llevó, las fotografías para el disco de rock paródico de Los Tepetatles -donde el autor fungió como letrista- y el detrás de cámaras de la participación de Monsiváis como Santa Clos borracho en la cinta Los Caifanes.

La cercanía entre ambos, se relata ahí, era hasta geográfica, pues el escritor regularmente iba a comer a casa de sus vecinos Héctor y María García, afecto a la comida de la también fotógrafa y hoy directora de la fundación que resguarda la obra de ambos.

Un divertido retrato de María García muestra a Monsiváis vestido como obispo, como una muestra más de la unión de la familia con el escritor.

Con la abundante colección de fotografías, El Estanquillo aborda el trabajo de Héctor García desde campos muy distintos, como sus fotografías de su barrio natal de la Candelaria de los Patos, sus fotorreportajes sobre la matanza del 2 de octubre de 1968 y piezas poco conocidas de la vida en el campo mexicano.

Aquí, sus famosos retratos de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros conviven con una sección dedicada a los oficios citadinos, su trabajo como paparazzo de Andy Warhol, sus retratos de las vecindades de la capital y todos los intereses de un fotógrafo de gran virtuosismo técnico y mirada humana.

García y Monsiváis, reencuentro de cronistas

04 MIN 30 SEG

Francisco Morales V.

Cd. de México (18 agosto 2023) .-18:39 hrs

Las conmemoraciones por el centenario del nacimiento del fotógrafo Héctor García (1923-2012) comienzan con una nota entrañable: una reunión entre dos amigos que, cada uno desde su disciplina, fueron dos de los más importantes cronistas del México de su tiempo.

PUBLICIDAD

La dupla conformada por el escritor Carlos Monsiváis y el homenajeado, inseparable y fructífera, es el punto de partida para la exposición ¿Qué me ves? Héctor García, cronista de la lente, en el Museo del Estanquillo.

Abierta al público a partir de este sábado, la muestra está conformada por casi 240 impresiones originales de quien el propio Monsiváis nombró “Fotógrafo de la Ciudad”.

Una muestra amplia que reúne sus sensibles y empáticos retratos de los niños de la calle y de la clase obrera, sus testimonios de las transformaciones de la Ciudad de México de mediados del siglo pasado, sus incursiones al mundo de la farándula y su pertenencia al ambiente artístico y cultural de la época, entre otras facetas.

Para Rafael Barajas, “El Fisgón”, curador de la muestra, García y Monsiváis compartieron el oficio de cronistas en un momento de cambio para todo el País, con la llegada de la prosperidad económica tras la Segunda Guerra Mundial.

“Héctor García fue muy amigo de Carlos Monsiváis y, ojo, aquí ocurre una cosa muy interesante. En esta historia del México en transición, hay un género periodístico que adquiere mucha relevancia, que es el género de la crónica, entonces vamos a tener grandes cronistas que se manifiestan en diversas ramas”, expuso en un video presentado en conferencia de prensa.

El museo, dedicado a la exhibición de las Colecciones Carlos Monsiváis, hace una selección de un centenar de fotografías que el escritor guardaba de su amigo y la complementa con acervos privados y de la Fundación María y Héctor García.

Dividida en 11 núcleos temáticos, la exposición tiene su centro en una sala que documenta la colaboración entre el cronista de la lente y el de la máquina de escribir.

En un recorrido por la muestra, Ana Catalina Valenzuela, parte del equipo curatorial, destacó un retrato nunca antes expuesto de un joven Carlos Monsiváis, tomado en 1968, en el que juega con uno de sus inseparables gatitos; una visión inusualmente cálida del autor de Escenas de pudor y liviandad.

Esta seña de intimidad abre la sección que muestra proyectos conjuntos de ambos, como los libros Días de guardar (1970) y Principados y potestades (1969), donde las fotografías de García acompañan los textos de “Monsi”.

Ahí también queda patente el ambiente cultural de la época, como lo muestra la famosa instantánea La Mafia (1969), que retrata a Monsiváis, al pintor José Luis Cuevas, al escritor Carlos Fuentes y al editor Fernando Benítez en un gabinete de la tradicional cantina La Ópera.

Asimismo, confluyen ahí proyectos lúdicos como la historieta Lo que la mafia se llevó, las fotografías para el disco de rock paródico de Los Tepetatles -donde el autor fungió como letrista- y el detrás de cámaras de la participación de Monsiváis como Santa Clos borracho en la cinta Los Caifanes.

La cercanía entre ambos, se relata ahí, era hasta geográfica, pues el escritor regularmente iba a comer a casa de sus vecinos Héctor y María García, afecto a la comida de la también fotógrafa y hoy directora de la fundación que resguarda la obra de ambos.

Un divertido retrato de María García muestra a Monsiváis vestido como obispo, como una muestra más de la unión de la familia con el escritor.

Con la abundante colección de fotografías, El Estanquillo aborda el trabajo de Héctor García desde campos muy distintos, como sus fotografías de su barrio natal de la Candelaria de los Patos, sus fotorreportajes sobre la matanza del 2 de octubre de 1968 y piezas poco conocidas de la vida en el campo mexicano.

Aquí, sus famosos retratos de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros conviven con una sección dedicada a los oficios citadinos, su trabajo como paparazzo de Andy Warhol, sus retratos de las vecindades de la capital y todos los intereses de un fotógrafo de gran virtuosismo técnico y mirada humana.

Como parte de las conmemoraciones por su centenario, el próximo lunes 21 de agosto se inaugura la exposición Ciudadanos en las rejas de Chapultepec y el 23, en el día de su nacimiento, abre sus puertas una exposición en el Complejo Cultural Los Pinos con sus crónicas visuales del movimiento ferrocarrilero de 1958 y el estudiantil de 1968.

Le siguen, en orden, exposiciones en el Museo Nacional de Arte, la LMI Gallery, el Centro de la Imagen, el Museo de la Ciudad de México, la Fundación María y Héctor García, y en el Instituto Guimarães Rosa de la Embajada de Brasil en México.

Como parte de las conmemoraciones por su centenario, el próximo lunes 21 de agosto se inaugura la exposición Ciudadanos en las rejas de Chapultepec y el 23, en el día de su nacimiento, abre sus puertas una exposición en el Complejo Cultural Los Pinos con sus crónicas visuales del movimiento ferrocarrilero de 1958 y el estudiantil de 1968.

Le siguen, en orden, exposiciones en el Museo Nacional de Arte, la LMI Gallery, el Centro de la Imagen, el Museo de la Ciudad de México, la Fundación María y Héctor García, y en el Instituto Guimarães Rosa de la Embajada de Brasil en México.