El Tec de Monterrey suma ocho décadas impulsando la innovación y el liderazgo

PATRICIA ORTEGA. EL ECONOMISTA)

Este 2023, el Tec de Monterrey celebra 80 años de historia, una trayectoria marcada por la innovación, el liderazgo y la formación de individuos que transforman sociedades. En entrevista con El Economista, David Garza Salazar, rector y presidente ejecutivo del Tec de Monterrey consideró que la contribución más significativa de la institución son sus más de 300,000 egresados.

“Nuestros graduados han creado más de 200,000 empresas, generado más de 2.8 millones de empleos y creado más de 30,000 organizaciones de la sociedad civil“, señaló con orgullo. Pero más allá de los números, lo que destaca es el impulso de un modelo educativo innovador que ha influenciado a todo el país y ha posicionado a la institución como una plataforma para la investigación, la innovación y el emprendimiento.

Además, la excelencia académica y la innovación educativa reflejadas desde nuestros inicios con profesores de tiempo completo (1943) y el primer campus universitario de México (1947), hasta nuestros días, con el uso de nuevas tecnologías en la educación y modelos educativos de vanguardia como Tec21”.

Legado de resiliencia

La historia del Tec no ha estado exenta de desafíos. “Hemos enfrentado adversidades y momentos dolorosos, como lo fue el fallecimiento de nuestro fundador Eugenio Garza Sada, así como de nuestros alumnos por la inseguridad que se vivió en Monterrey y el sismo de la Ciudad de México.

Adicionalmente, hemos enfrentado otros retos como crisis económicas nacionales y, recientemente, la pandemia por Covid-19. Sin embargo, la constante ha sido la resiliencia, la unión y la creatividad de la comunidad Tec, que nos ha permitido aprender, fortalecernos y comprometernos aún más con la sociedad”, así lo dijo David Garza Salazar.

Con una nueva década a la vista, el Tec de Monterrey tiene una visión clara: “Liderazgo, innovación y emprendimiento para tener mejores personas, mejores comunidades y un mejor planeta, y estamos fortaleciendo la investigación, la innovación y la internacionalización, así como el desarrollo y atracción de talento extraordinario”, mencionó el rector y presidente ejecutivo de la institución educativa.

Explicó que “en el contexto en que estamos viendo, en el que la inteligencia artificial y el cambio climático estarán provocando grandes transformaciones en nuestra sociedad. Estamos viviendo un ‘cambio de época’. Esto presenta oportunidades para el Tec en el uso innovador de la inteligencia artificial en educación, contribuir al desarrollo de nuevas habilidades y actualización que demandarán estas transformaciones y, mediante la investigación aplicada, generar innovaciones usando Inteligencia Artificial para contribuir a enfrentar los retos de América Latina, como podría ser, por ejemplo, en educación, salud y manufactura sostenible”.

El 80º aniversario representa para el Tec un punto de reflexión y renovación. “Somos una institución de la sociedad para la sociedad, y nuestro impacto debe ser cada vez más global”, dice Garza Salazar.

La búsqueda constante de la excelencia ha sido una característica intrínseca del Tec de Monterrey y su comunidad. En palabras del rector: “Si estamos orgullosos del impacto logrado en estas 8 décadas, ahora debemos vernos como los fundadores y seguir construyendo legados que trascienden”.

Recordó los inicios de la institución educativa, “una casona con 350 alumnos y una veintena de profesores, se ha transformado en lo que hoy es el Tecnológico de Monterrey con su presencia e impacto”. Insistió en que “la constante búsqueda de la excelencia nos hace estar insatisfechos, replantear nuestros estándares y aspiraciones. Somos una institución de la sociedad para la sociedad, y nuestro impacto debe ser cada vez más global”.

Explicó que están orgullosos lo que han construido una institución sin fines de lucro cuyos estudiantes y egresados han tenido un impacto extraordinario. “Somos una comunidad que busca la calidad académica como un instrumento para transformar a la sociedad, para resolver problemas y para mejorar vidas. A nuestras alumnas y alumnos les inculcamos que, desde el ámbito que elijan, deben ser parte de estas soluciones. Sean académicos, emprendedores, empresarios o autoridades: los problemas compartidos nos conciernen a todos”, concluyó.