(MARGA CASTILLO. EXPANSIÓN)
La Real Academia de las Ciencias ha concedido hoy el Premio Nobel de Economía 2023 a Claudia Goldin, de la Universidad de Harvard, pionera en los estudios sobre la incorporación de las mujeres al mercado laboral que sentaron las bases de la brecha salarial.
Goldein ha demostrado que la participación femenina en el mercado laboral no tuvo una tendencia ascendente durante un período de 200 años, sino que forma una curva en forma de U.
La participación de las mujeres casadas disminuyó durante la transición de una sociedad agraria a una industrial a principios del siglo XIX, pero después comenzó a aumentar paralelamente al desarrollo del sector de servicios a principios del siglo pasado. Goldin explica este patrón como “el resultado del cambio estructural y la evolución de las normas sociales respecto a las responsabilidades que se atribuye a las mujeres en el hogar y la familia en función de la historia y la cultura”.
Claudia Goldin “revisó los archivos existentes, compiló y analizó datos históricos de relevancia que han podido establecer presentar conclusiones nuevas y, a menudo, sorprendentes”, señala el Comité del Nobel en un comunicado.
“Su trabajo nos ha brindado una comprensión más profunda de los factores que afectan las oportunidades de las mujeres en el mercado laboral y la demanda de trabajo femenino”. La profesora celebra el reconocimiento en X, antes Twitter, señalado que “siempre quise ser detective, y por fin lo conseguí”.
Matrimonio, familia y carrera laboral
“Es un hecho que las decisiones de las mujeres a menudo han estado, y siguen estando, limitadas por el matrimonio y las responsabilidades domésticas”, continúa el Comité, “y la familia está en el centro de sus análisis y modelos explicativos. Los estudios de Goldin también nos han enseñado que el cambio lleva tiempo, porque las decisiones que afectan a las carreras profesionales enteras femeninas están constreñidas a menudo por unas falsas expectativas“.
“A pesar de la modernización, el crecimiento económico y el aumento de la proporción de mujeres empleadas en el siglo XX, durante un largo período de tiempo la brecha salarial entre mujeres y hombres apenas se ha cerrado“, explica. “Esto se explica en parte porque las decisiones educativas, que impactan toda una vida de oportunidades profesionales, se deciden y encaminan en una edad relativamente temprana”.
“Y si las expectativas de las mujeres jóvenes están todavía condicionadas por las experiencias de generaciones anteriores (por ejemplo, sus madres, a las que han visto dejar de trabajar y no volver a hacerlo hasta que sus hijos se hicieron mayores), repercutirá en sus carreras y el cambio social y laboral será más lento“.
“Durante todo el siglo XX los niveles de educación de las mujeres han aumentado considerablemente y en la mayoría de los países de altos ingresos ahora son sustancialmente más altos respecto a los hombres. Goldin demostró con sus estudios que, en este contexto, el acceso a la píldora anticonceptiva en las dos o tres últimas décadas del siglo pasado jugó un papel crucial en la aceleración de este cambio revolucionario, ya que ofreció nuevas oportunidades para la planificación familiar y profesional“, prosigue el organismo, con sede en Oslo.
“Sus ideas trascienden mucho más allá de las fronteras de Estados Unidos: se han observado patrones similares en muchos otros países. Su investigación nos aporta una mejor comprensión de los mercados laborales de ayer, hoy y mañana”.
Con el Nobel de Economía se cierra el palmarés
El Nobel de economía es el último de los galardones que quedaba por fallar este año tras los de la Paz, Literatura, Química, Física y Medicina, entre otros.
Los estadounidenses Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig fueron los distinguidos el año pasado con el Nobel de Economía en 2022 por sus estudios sobre el papel de la banca y la regulación para sortear las crisis financieras.
El Nobel de Economía, como el resto, está dotado este año con 11 millones de coronas suecas (casi un millón de dólares). Los premios serán entregados el próximo 10 de diciembre en la tradicional doble ceremonia en Oslo, para el Nobel de la Paz, y en Estocolmo, para los cinco restantes. El Nobel de Economía es el único de los seis premios no creado por el magnate sueco Alfred Nobel, sino que fue instituido por el Banco Nacional de Suecia (Riksbank) en 1968 y se falló por primera vez al año siguiente.
En las 54 ocasiones en que se ha otorgado -nunca ha quedado desierto, a diferencia de las otros cinco- ha distinguido a 92 personas, de ellas sólo dos mujeres: la estadounidense Elinor Ostrom (2009) y la francesa Esther Duflo (2019). Es junto, con el de Física, el único que no cuenta en su palmarés con premiados originarios de España o de América Latina.