NALLELY HERNÁNDEZ. REFORMA
Cd. de México (06 abril 2023).- Para la industria vitivinícola el cambio climático es uno de los factores que supone un nuevo reto para lograr que la uva esté en su punto correcto para ser cosechada y procesada, por lo que han tenido que aplicar estrategias de ajuste en los periodos de vendimia, explicó José Moro, presidente de Bodegas Cepa 21, de la Ribera del Duero, España.
Uno de los retos que a nivel global enfrentan los productores de vino es periodos más cortos en la maduración de las uvas, lo que lleva a adelantar las cosechas o buscar terrenos en zonas altas para contrarrestar el calor que acelera la fermentación de la uva.
“Antes de la vendimia no sabemos en qué características van a venir las uvas. Podemos hacer mucha analítica, tener datos que nos den mucha información, pero en una semana pueden cambiar las condiciones climáticas y eso puede convertirse en una gran cosecha o en una cosecha mediocre”, explicó el directivo.
Con un ciclo vegetativo más corto, es decir, con uvas que maduran de manera temprana, los productores de vino han tenido que trabajar en hacer que el fruto llegue a la vendimia en las condiciones de maduración requeridas.
“Estamos intentando plantar en las partes más altas de la Ribera de Duero, a unos 2 mil metros, donde hay menos temperatura y el ciclo vegetativo se alarga.
“Lo que estamos tratando es plantar en las partes más altas donde hay más frío, poniendo riego por goteo en caso de sequías, intentar alargar al máximo el ciclo vegetativo”, detalló el directivo que recordó que mientras que las vendimias eran a principios de octubre ahora son a mediados de septiembre.
Por ello consideró que actualmente para contar con una óptima producción vitivinícola es necesario una tierra adecuada, condiciones climáticas favorables y una variedad de uva adecuada a las otras dos variables.
Bajo ese panorama, para José Moro las condiciones de la tierra de Ribera del Duero han sido un factor determinante para obtener producciones sanas, pese a cambios en clima cada año, pues al ser una región alta, es posible mantener una temperatura uniforme que permite la maduración correcta de las uvas.
“Las condiciones climatológicas son las que marcan las características cada año y hasta que no llega la vendimia y tenemos la uva en la corva. No sabemos verdaderamente qué es lo que va a dar”, detalló el empresario.
Entre otros retos para la industria, el directivo señaló que también la industria enfrenta temas como la falta de vidrio para embotellado, así como de cartón, ante los efectos todavía presentes por la interrupción de las cadenas de suministro por la pandemia, pero el mayor reto ha sido el suministro de energía a partir del conflicto en Ucrania.
Detalló que incluso ante la falta de vidrio, varias bodegas tuvieron que posponer la vendimia ante la falta de botellas para almacenar.