(ANA LUISA GUTIÉRREZ. EXPANSIÓN)
Las redes de telecomunicaciones han emergido como un pilar fundamental en el sector agrícola, donde la conectividad proporciona herramientas esenciales para analizar el suelo y recibir información en tiempo real sobre las condiciones de la tierra. Sin embargo, en un momento crucial marcado por el cambio climático, México enfrenta un retroceso en la automatización agrícola y la utilización de redes para el monitoreo de cultivos.
En el 2022, la cobertura de redes 3G y 4G en las unidades de producción agrícola de temporal, aquellas que dependen de las lluvias para la agricultura, disminuyó en un 5% de manera interanual. Según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en el mismo período, solo el 89% de estas unidades contaba con cobertura móvil 3G o 4G, en comparación con el 94% registrado en 2021.
Las entidades de Chiapas y Oaxaca reportaron las mayores caídas en cobertura, con disminuciones de 30 y 36.9 puntos porcentuales respectivamente. Estos estados, conocidos por la producción de maíz, calabaza y frijol, se encuentran en una posición vulnerable al verse privados de herramientas tecnológicas clave en un momento en que la agricultura enfrenta desafíos climáticos significativos.
A pesar de que la tecnología se ha convertido en un aliado crucial para los agricultores mexicanos, permitiéndoles utilizar GPS y aplicaciones para optimizar el uso del agua, fertilizantes y controlar plagas, la disminución de la cobertura de redes 3G y 4G dificulta el acceso a estas herramientas esenciales.
El informe del IFT destaca la importancia de acercar a los productores agrícolas a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), especialmente a los pequeños agricultores que carecen de acceso a estas herramientas para potenciar su producción. La automatización agrícola, junto con las aplicaciones de monitoreo de cultivos, se perfilan como elementos cruciales para la transformación futura de la agricultura en México.
Sin embargo, la disminución en la cobertura de redes de telecomunicaciones se vincula a la falta de políticas públicas por parte del gobierno para crear condiciones socioeconómicas que incentiven a los operadores a mantener y expandir sus redes en áreas agrícolas. Jorge Bravo, analista de telecomunicaciones de la consultoría Digital Policy Law, señala que la desconexión digital en el campo está afectando directamente a la agricultura mexicana.
“Si no se desarrollan estrategias o modelos de negocio esta industria quedará en el rezago”, dice Bravo. Los estados con un gran potencial agrícola, como Sinaloa, Veracruz, Chiapas y Michoacán, enfrentan desafíos adicionales debido a la falta de inversiones y estrategias gubernamentales. Incluso aquellos con una buena conectividad pueden quedar rezagados si no se desarrollan políticas y modelos de negocio que impulsen el avance tecnológico en la industria agrícola.
Aunque los operadores de telecomunicaciones priorizan el desarrollo de la red 5G, la disminución de la cobertura 3G y 4G plantea preocupaciones sobre la atención adecuada a las tecnologías existentes, lo que podría tener consecuencias adversas para la agricultura mexicana en el futuro cercano.
(Foto: Raquel Cunha/Reuters)