Abordar eficazmente el cambio climático requiere algo más que reducir emisiones y adaptarse a sus impactos: “es imprescindible que los gobiernos adopten medidas transversales que prioricen la equidad y la justicia social”, porque la falta de ellas ha sido precisamente el “motor” de la crisis climática.
Así lo pone de manifiesto un artículo conjunto de un grupo de prestigiosos científicos internacionales de Estados Unidos, Países Bajos y Australia que recoge hoy la revista Environmental Research Letters, en el que proponen un cambio de paradigma de desarrollo basado en la justicia social y económica para alcanzar la sostenibilidad medioambiental.
La vía “reparadora”, como llaman a su propuesta, permitiría a la humanidad evitar las peores consecuencias ecológicas y sociales del cambio climático mediante un “cambio de paradigma” basado en el desarrollo de políticas económicas que hagan especial hincapié en lograr la justicia social y económica.
Su artículo se basa en el análisis de datos socieconómicos y medio ambientales de los últimos 500 años en ámbitos como emisiones de combustibles fósiles, población humana, Producto Interior Bruto (PIB), uso del suelo, concentraciones de gases de efecto invernadero, temperatura global, abundancia de especies de fauna vertebrada, desigualdad de ingresos y producción de carne.
“La vía restaurativa permitiría avanzar hacia un mundo más equitativo y resiliente centrado en la preservación de la naturaleza como solución climática natural; el bienestar de la sociedad y la calidad de vida; la igualdad y altos niveles de educación para niñas y mujeres y una rápida transición hacia las energías renovables”, sostienen.
“Al dar prioridad a los cambios sociales a gran escala, la vía que proponemos podría limitar el calentamiento de forma mucho más eficaz que las vías que apoyan el aumento del consumo de recursos por parte de las naciones ricas”, afirma William Ripple, investigador en el área de Ecosistemas y Sociedad en la Universidad estatal de Oregón (EE.UU.) en un comunicado.
“Pretendemos doblar las curvas de una amplia gama de constantes vitales planetarias con una visión transversal para abordar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la injusticia socioeconómica”, ha concluido.
El pasado octubre, Ripple y otros 11 científicos de EE.UU. y del resto del mundo publicaron una investigación en la revista BioScience que mostraba que las ‘constantes vitales’ de la Tierra han empeorado hasta el punto de que la vida en el planeta está en grave peligro.