La metamorfosis del color, homenaje de 33 artistas y la UAM a Rufino Tamayo

(MERRY MACMASTERS. LA JORNADA)

Dos fechas conmemorativas se han juntado: el 125 aniversario natal del pintor Rufino Tamayo (1899-1991) y el medio siglo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco, pretexto para montar una exposición de arte urbano cuyo punto de partida son las emblemáticas sandías del artista oaxaqueño.

La metamorfosis del color, integrada por 33 rebanadas de la jugosa fruta en gran formato, dos metros de ancho por 1.55 de alto –incluida la base–, fabricadas con resina e intervenidas pictóricamente por 31 artistas, serán expuestas a partir de hoy en las áreas externas del plantel universitario.

El homenaje a Tamayo es un proyecto de la promotora cultural y curadora Nancy Mayagoitia, surgido originalmente en 2021 con motivo del 30 aniversario de su fallecimiento. En un primer momento comprendió 30 esculturas de igual número de artistas que vivían y trabajaban en Oaxaca. La obra se exhibió primero en dos sedes en la capital del estado; luego, itineró a Mérida y Guadalajara.

Para Mayagoitia, la semilla del actual mercado del arte y movimiento artístico en Oaxaca fue Rufino Tamayo: No todo sucedió por magia, aunque sí se alinearon los astros. Había, sin embargo, un astro mayor, enorme, que fue como un faro, y nos indicó por dónde. Seguido se nos olvida evocar nuestras raíces, como nos las recuerda Tamayo todos los días.

Oaxaca ya tenía todo: vestigios arqueológicos, iglesias, mercados, gastronomía; no obstante, el arte contemporáneo causó el giro que faltaba. Atrajo a los coleccionistas que, a su vez, demandaron mejores servicios de hoteles y restaurantes de autor. Esto, aunado a la creación de nuevos museos, a los espacios que ayudó a promover Francisco Toledo, produjo un auge en Oaxaca con tremendos resultados.

En 1987, Mayagoitia fundó la Galería Arte de Oaxaca con la idea de promover a artistas jóvenes, sobre todo a egresados del Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo. Gracias al trabajo y las exposiciones realizadas tanto en México como el extranjero, la galería contribuyó a este ruido que empezó a hacer Oaxaca, y para los años 90 ya era un escándalo. Ayudó en mucho que artistas como Toledo y Rodolfo Morales regresaran a vivir ahí.

La promotora continuó con la galería hasta 2001. Por razones personales, se separó de la escena artística para dedicarse a la producción hidropónica de hortalizas. Regresó en 2017, después de conocer la reserva de la biosfera Tehuacán-Cuicatlán, sitio que te cambia la vida debido a la belleza sobrecogedora del paisaje. Se le ocurrió, pues, llevar a los artistas a visitar las comunidades de esa región.

Sandía, emblemática

Según Mayagoitia, los cuadros producidos eran demasiados bellos y emotivos para simplemente colgarse en una galería. Decidimos hacer una exposición itinerante que llevara el mensaje de la biosfera de Oaxaca a otros lugares. La muestra se inició en el Museo de los Pintores de Oaxaca. Esta iniciativa la rencontró con la comunidad artística.

Para entonces se acercaba el 30 aniversario del fallecimiento de Tamayo. “Me comuniqué con los artistas del taller Tamayo y otros amigos en Oaxaca. Dije: ‘¿va a pasar desapercibido el aniversario de Tamayo?’ Hay que hacer algo. La plática nos llevó a concebir las esculturas para colocarse como arte público. Se decidió por la sandía, porque es emblemática, parece una sonrisa y tiene los colores de México, y en términos prácticos es más fácil hacer su molde”.

En principio se pensó en cinco artistas, pero la cantidad aumentó, ya que se trataba de Tamayo; entonces, ni simbólico, ni obras chiquitas. Fueron seleccionados artistas de diferentes edades y tendencias. Cada uno pagó su sandía. La idea era hacer un Tamayo visto a través de los ojos de los creadores o una obra de ellos vista a través de los ojos del homenajeado.

Cada quien recibió un molde con un lado pintado como sandía con semillas negras en bajo relieve, mientras el otro consistía en una superficie plana lista para ser intervenida. La mitad de los artistas optaron por trabajar ambos lados al sentir que su composición se complementaba así. Para la curadora, lo que separa esta exposición de arte urbano de muchas otras es que los artistas no decoraron los moldes, sino que realizaron verdaderas obras de arte.

Ya que las esculturas permanecieron nueve meses expuestas en la vía pública oaxaqueña –sin ser rayadas o grafiteadas–, muchas personas las vieron, como Mariana Beltrán Palacios, directora de la Galería del Sur, de la UAM-Xochimilco, quien se comunicó con Mayagoitia para saber si las obras viajarían.

La promotora cultural siempre quiso que el homenaje a Tamayo fuera nacional. Estas obras se han remplazado con esculturas nuevas; incluso, ha habido cierta rotación en cuanto a los autores.

Actualmente exponen Raúl Herrera, Arthur Miller, Raúl Soruco, Gerardo de la Barrera, Cecilio Sánchez, Abelardo López, Felipe Morales, Román Llaguno, Emiliano López Javier, Miriam Ladrón de Guevara, María Rosa Astorga, Enrique Flores, Eddie Martínez, Virgilio Santaella, Judith Ríos, Fulgencio Lazo, Josefa García, Olegario Hernández, Hugo Vélez, Abraham Torres, Saúl Castro, Rolando Rojas, Ivonne Kennedy, Ixrael Montes, Fernando Andriacci, Rosendo Pinacho, Siegrid Wiese, Alberto Aragón Reyes, Guillermo Pons, Daniel Barraza y Jarol Moreno.

La metamorfosis del color se inaugura hoy a las 10 horas, frente a la entrada de actividades deportivas de la UAM-Xochimilco (Calzada del Hueso 1100, Villa Quietud, Coyoacán). La exposición permanecerá todo el año.

 Cactáceas (2022), sandía intervenida por Abelardo López, forma parte de la exhibición.Foto de Vittorio D’Onofri, cortesía de Nancy Mayagoitia