(ISRAEL SÁNCHEZ. REFORMA)
“¡Necesitan tu ayuda!”, clama la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que busca robustecer su programa Poliniza: Red de Jardines para Polinizadores, una iniciativa de ciencia ciudadana para proporcionar alimento, agua y refugio lo mismo a abejas y mariposas que a colibríes y hasta murciélagos, entre otros especímenes, a partir de algo tan simple como el área verde que se tenga más próxima.
“Cualquier persona puede tener un jardín de polinizadores en su casa, en donde sea”, resalta en entrevista telefónica Stephanie Espinosa, Subdirectora de Gestión de Información y Evaluación de Especies de la Conabio.
“A veces los hacen en camellones, en parques, o lo pueden tener en macetas también, como gusten”, continúa la bióloga y maestra en Ciencias de la Sostenibilidad. “Y (el programa) es, justamente, para eso: para promover el conocimiento acerca de los polinizadores, y también su conservación”.
De forma que para sumarse a la red Poliniza, una iniciativa que forma parte de la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP) del Gobierno federal, basta con ya contar con un jardín o espacio con plantas, o cuando menos con el deseo de iniciarlo.
“En caso de que ya tengan uno, nosotros nada más les ayudamos a hacer el registro, les solicitamos datos sobre dónde está ubicado, cómo le quieren poner de nombre, quiénes serían los encargados del proyecto, y un número de contacto para poder estar en comunicación con ellos.
“Para los que apenas van iniciando un jardín, pues nosotros les podemos compartir guías de plantas nativas e incluso información de algunos viveros en donde se producen”, refiere Espinosa. “Les damos un asesoramiento técnico para seleccionar sus plantas y algunas recomendaciones para hacer el diseño del jardín”.
Esto es particularmente relevante en tanto la visita de los polinizadores, quienes por medio del proceso biológico de transferir polen de flor en flor posibilitan la fertilización y la reproducción vegetal, está estrechamente ligada al tipo de plantas que se tengan en el jardín.
“Hay gente que, literal, nos dice: ‘Yo quiero ver puras mariposas, ¿qué puedo poner para que vengan mariposas?’. Y ya les decimos: ‘Pues tal y tal planta’”, comparte la funcionaria de Conabio.
“La diversidad, la abundancia y la frecuencia de las visitas de los polinizadores en estos jardines depende de varios factores, como dónde están ubicados y las especies de plantas que tienen. O sea, si hay una mayor diversidad de plantas, habrá una mayor diversidad de insectos que lleguen”.
Así lo han atestiguado ya quienes forman parte de esta red, los cuales van nutriendo la plataforma NaturaLista -www.naturalista.mx- con sus observaciones de polinizadores en los jardines, y que al sumarse a Poliniza reciben un reconocimiento y un certificado.
“Esperamos que este jardín sirva como ejemplo para el diseño de jardines en medio de la mancha urbana, y promueva el respeto a la fauna residente y migratoria, como la mariposa monarca. Así es, la mariposa monarca lleva 5 años visitando este jardín, siempre puntual en octubre”, celebraba el año pasado en X el usuario Ahuizotl del Bosque, quien se sumó con una pequeña jardinera cuidada entre vecinos, visitantes y algunos comerciantes del Parque Tezozómoc, en Azcapotzalco.
“Ha sido un trabajo tardado -ya perdí la cuenta de cuántos años van-, y sobre todo cansado, pues entre el vandalismo de los chavos de bachillerato y los balonazos de la gente, se han perdido varias plantas, y aún así la diversidad de plantas nativas sigue aumentando. Y con la diversidad de plantas nativas también viene un aumento en la diversidad de polinizadores, sobre todo abejas y mariposas”, recalcaba.
La ecóloga Bárbara Peralta también festejó en esta red social que el jardín xérico -un tipo de jardín planteado para climas secos, con especies con gran capacidad de resistencia a la sequía- que construyera desde 2008 se integrara a Poliniza hace un par de años.
Y recientemente hasta la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) se sumó “para fomentar la observación e investigación de la biodiversidad entre la comunidad universitaria”, como dio a conocer la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).
“Si bien la mayor parte de los jardines y huertos para polinizadores han sido creados por iniciativa de ciudadanos particulares -alrededor de un 40 por ciento-, cerca de 25 por ciento han sido creados por el sector educativo, por ejemplo, escuelas”, detalla Espinosa, destacando que también se han sumado empresas, asociaciones civiles, fundaciones, museos, centros de investigación e instancias gubernamentales.
“Esta red cada día se está haciendo más grande, y con muchas, muchas ideas, muchas experiencias, muchas oportunidades que estamos viendo para seguir colaborando”, añade.
Suman esfuerzos y van por monitoreo
Al día de hoy, luego de unos años de haber sido lanzada, la red Poliniza suma ya 108 jardines para polinizadores a lo largo del País, siendo la CDMX la entidad que más concentra, con 25.
Le siguen Hidalgo, con 11, y después Nuevo León y Estado de México, con 10 espacios cada estado.
“Ha crecido bastante (la red), porque los anteriores años había habido muy pocos jardines; había 20, luego subió a 70. Pero ahorita sí tuvimos un gran aumento”, expresa con evidente gusto la Subdirectora de Gestión de Información y Evaluación de Especies de Conabio, precisando que además hay cerca de 40 jardines más todavía en proceso de registro.
“Sé que es muy poco la muestra que tenemos ahora con los 108 jardines, pero esto nos da una idea de que en realidad la gente está bastante interesada en participar”, sostiene la funcionaria. “Hay muchas personas interesadas que todavía siguen contactándonos para seguirse registrando; entonces, esperamos duplicar o por lo menos tenemos la esperanza de que en este año sean 150, al menos”.
Si bien contar con cada vez más jardines hasta lograr que Poliniza abarque cada entidad de la República sería un gran logro, quizás el éxito de una iniciativa de este tipo no esté precisamente en las altas cifras de participantes, sino en lo que cada uno de ellos consigue observar.
Y es que entre los principales polinizadores que trajinan por estos remansos ecológicos hay tanto mariposas, moscas, escarabajos, polillas, murciélagos y colibríes como, por supuesto, muchas abejas.
“No nada más la Apis mellifera -la mielera-, sino también abejas nativas. El que esas abejas se estén acercando es muy bueno porque eso quiere decir que estamos promoviendo la conservación de esas especies que ya están muy amenazadas”, subraya Espinosa.
“Las abejas nativas tienen muchos factores y muchas amenazas que están vulnerando sus poblaciones. Entonces, estarlas encontrando y estarles dando alimento con estos jardines, para nosotros es una buena señal de que esta estrategia sí está funcionando, sobre todo porque la mayoría de los jardines están en áreas urbana y metropolitana”.
De ahí que la bióloga estime que, si se sigue promoviendo el cultivo de las plantas que los están atrayendo, se estará contribuyendo a la conservación de los polinizadores, cuya presencia es vital tanto para los cultivos alimentarios como para otras funciones de los ecosistemas de los cuales depende la humanidad.
Ahora los responsables de este programa buscan llevar a cabo un monitoreo de esos imprescindibles visitantes en cada jardín de la red.
“Estamos haciendo censos para saber quiénes estarían interesados en participar; la campaña sería desde el mes de marzo y hasta octubre. Vamos a estar haciendo monitoreos semanales para saber qué tipo de polinizadores están llegando.
“Lo importante es que lo queremos hacer esos meses para saber cómo va cambiando a lo largo del año la diversidad de los polinizadores. Eso aún no lo conocemos, y es lo que estamos por lanzar con apoyo de todas las personas, con el involucramiento de toda la red”, concluye Espinosa.
Una alianza ciudadana
Para lograr que más aficionados a la flora y fauna se sumen a la Red Poliniza, la Conabio destaca que esta iniciativa permite:
–Aprender sobre las plantas nativas que atraen abejas, avispas, mariposas, colibríes y hasta murciélagos.
–Compartir con una comunidad los resultados del esfuerzo hecho en el jardín.
–Comparar los resultados con otros jardines, y conocer el por qué de tales diferencias.
–Ayudar a la conservación de las especies nativas de plantas y de polinizadores.