(EXPANSIÓN)
El sindicato automotriz estadounidense UAW (United Auto Workers), que a finales del año pasado logró un aumento salarial del 25% para sus afiliados tras una huelga simultánea en plantas de General Motors, Ford y Stellantis, ahora busca expandir su impacto en la frontera sur.
Shawn Fain, presidente del UAW, envió un mensaje firmado y dirigido a César Orta, secretario general del SITAUDI (Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi de México), solidarizándose con las protestas de los trabajadores de la planta de la armadora alemana en Puebla. La huelga iniciada por los trabajadores tiene como objetivo conseguir un aumento salarial y de prestaciones del 15.5%, considerablemente superior al 6.5% ofrecido por la empresa.
“Nos indigna que la dirección de Audi haya rechazado las demandas razonables de los trabajadores, afirmando que la propuesta económica del SITAUDI está ‘fuera de cualquier parámetro comparativo’”, expresó Shawn Fain. El líder sindical estadounidense compara los salarios de los trabajadores mexicanos con los de sus pares estadounidenses, argumentando que ganan una décima parte de lo que gana un trabajador estadounidense.
Pero la comparación económica entre ambos países no es directa, ya que el PIB per cápita de Estados Unidos es siete veces mayor que el de México. Esto se refleja en la estructura salarial, donde los salarios en México son más bajos debido a una menor dotación de capital y niveles de capacitación laboral más bajos.
La intervención del UAW en la situación laboral en México no es nueva. El sindicato estadounidense también siguió de cerca la votación sindical en la planta de Silao de General Motors, lo que resultó en la sustitución del líder sindical cetemista y el ascenso de un nuevo sindicato independiente.
En una conferencia de prensa realizada en el marco de la votación sindical en la planta de General Motors, Fain afirmó que el mensaje importante es que la administración Biden y el T-MEC garantizarán que las disposiciones laborales en los acuerdos comerciales protejan a los trabajadores, buscando equidad en el campo de juego al elevar los salarios y beneficios en países como México.
El T-MEC y los 16 dólares por hora
En el pasado, Estados Unidos ha sido crítico con México, acusándolo de realizar “dumping salarial” para atraer inversiones automotrices. Esto resultó en compromisos por parte del gobierno mexicano, en el marco del T-MEC, estableciendo que el 40% del contenido de los vehículos ligeros y el 45% de las pickups deben fabricarse en zonas con salarios de al menos 16 dólares por hora.
A pesar de la regla de los 16 dólares la hora, los líderes gremiales locales, tanto de la AMIA como de la INA, han aclarado que cumplir con los requisitos del T-MEC en valor de contenido laboral no implica que en México se deban pagar sueldos de 16 dólares la hora, desmintiendo especulaciones sobre un incremento salarial significativo en el país.
Incluso, en algunos estados del sur de Estados Unidos, los salarios de los trabajadores de las plantas son inferiores a los 16 dólares la hora. La medida se relaciona más con un promedio salarial a lo largo de la cadena de valor que debe reflejar el valor del vehículo, en lugar de imponer sueldos específicos.