(ROBERTO MORALES. EL ECONOMISTA)
La participación de las importaciones en el abasto de maíz en México aumentará hasta 47.5% del consumo en la temporada de 2024-2025 (octubre-septiembre), un máximo histórico, de acuerdo a proyecciones difundidas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Para ese ciclo, el USDA proyecta que las importaciones mexicanas de maíz serán de 22 millones de toneladas, lo que supone un aumento interanual de 4.8% y un récord por cuarto ciclo consecutivo.
De ser así, las importaciones mexicanas de ese grano crecerán durante cuatro temporadas consecutivas a tasas interanuales, con picos máximos en cada una.
Considerando los 10 años comerciales que concluirán en septiembre de 2025, la producción menor de maíz en México está ocurriendo actualmente, con una cantidad prevista de 23 millones 300,000 toneladas, mientras que para el ciclo siguiente se prevé un aumento interanual de 7.3%, según el USDA.
El maíz es un producto estratégico para México, por su alto consumo en las dieta de los mexicanos, y para Estados Unidos, por ser una potencia exportadora de este cereal. Ambas naciones tienen liberalizado su comercio bilateral y mantienen en curso una disputa sobre el maíz transgénico en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Con respecto a la campaña 2024/2025, los agricultores mexicanos esperan aumentar la superficie plantada gracias a la reanudación de los niveles medios de precipitación en comparación con las excepcionales condiciones de sequía del año anterior.
Las estimaciones indican que el área cosechada para la campaña 2024/2025 será 5% mayor a tasa interanual, con 6.4 millones de hectáreas, según la previsión de una mayor superficie plantada y una menor superficie dañada. También se espera que el optimismo sobre el retorno a los niveles promedio de lluvia y humedad después de un año de sequía motive a los agricultores a aumentar su superficie plantada.
Asimismo, un retorno a las precipitaciones promedio reduciría las hectáreas dañadas, dado que 78% de la producción nacional de maíz es de temporal.
Siembra afectada
A pesar de una mayor superficie cosechada y producción previstas para la campaña 2024/2025, se proyectan niveles de siembra inferiores al promedio de 10 años, a medida que México se recupera gradualmente de una sequía excepcional.
Los costos persistentemente elevados de los insumos (por ejemplo, combustible) y los precios internacionales más bajos, combinados con inversiones mínimas de los productores en semillas mejoradas, infraestructura y mecanismos de financiamiento limitados para los productores medianos y grandes de maíz, seguirán siendo un obstáculo para alcanzar altos niveles de producción en el año 2024-2025.
En el ciclo de 2015-2016, la participación de las importaciones en el volumen de maíz consumido en México fue de 37.6 por ciento.
Durante los últimos 10 años, los rendimientos de maíz en México oscilaron entre alrededor de 3.1 toneladas métricas por hectárea (tm/ha) y 4.1 tm/ha.
A pesar de una tendencia alcista entre 2013 y 2019, los rendimientos muestran una tendencia volátil en los últimos cuatro años.
Los rendimientos varían significativamente en todo México dependiendo del acceso a insumos agrícolas (por ejemplo, electricidad), tecnología agrícola avanzada y acceso a mecanismos de financiamiento.