(SILVIA CHÁVEZ GONZÁLEZ, CORRESPONSAL. LA JORNADA)
Pobladores alertaron de la invasión de lirio acuático, de la muerte de peces y la ausencia de aves, pero ninguna autoridad les hizo caso, aseguran
Zumpango. Méx., La emblemática Laguna de Zumpango, de más de 3 mil 800 hectáreas, está seca desde hace un año. En 2022, pobladores alertaron a las autoridades de la invasión de lirio acuático, de la muerte de peces y la ausencia de aves; pero nadie les hizo caso.
Los efectos de la falta de lluvia, de escurrimientos naturales y sequía prolongada se dejaron ver el 4 de enero anterior, al ocurrir un fuerte incendio alimentado por toneladas de maleza seca, la cual abonó al fuego dentro de lo que fue el embalse.
El espejo de agua desapareció en 2023 y a la par, el bullicio de visitantes, comerciantes y lancheros que hacían de la laguna un sitio atractivo para familias que llegaban de la Ciudad de México y municipios aledaños a degustar antojitos, paseos en lancha o sólo a caminar para ver carpas y aves.
Una familia que habita al pie de la laguna aún vende comida y espera visitantes. Narró que invirtió en la construcción de dos piscinas, que ahora están secas.
No nos vamos, aquí está nuestro patrimonio, esperaremos mejores tiempos
, comentaron al recordar que desde hace dos años el lago disminuyó el nivel de agua y en 2023, se secó por completo.
Antes, en torno de la laguna florecía una incipiente economía turística regional sustentada por lancheros, puestos de comida, pequeños hoteles, venta de artesanías, fondas con venta de cervezas, música viva para cantar y bailar en un ambiente muy popular.
La laguna ahora es un desierto peligroso, pues en varios puntos tiene más de ocho metros de lodo fangoso acumulado, cubierto por lirio seco. Lanchas oxidadas y desvencijadas quedaron varadas entre la maleza. De los embarcaderos sólo quedan escalinatas y hierba seca que todo lo cubre. Además, las tolvaneras son recurrentes en el bordo del embalse.
Área natural sin protección
En la Gaceta de Gobierno del 23 de junio de 2003, emitida por el entonces gobernador priísta Arturo Montiel Rojas (1999-2005), se publicó la declaratoria de Parque estatal para la protección y fomento del santuario del agua Laguna de Zumpango, que elevó a área natural protegida” (ANP) la cuenca lacustre y fijó el plan de manejo, conservación y protección de la zona.
De acuerdo con el decreto, los responsables de consolidar los objetivos de la declaratoria son el ayuntamiento de Zumpango, la Secretaría de Ecología, ahora de Medio Ambiente, en coordinación con las secretarías General de Gobierno, Desarrollo Urbano y Vivienda, del Agua, Obras Públicas e Infraestructura para el Desarrollo, así como de Desarrollo Agropecuario y Desarrollo Social.
El decreto de ANP contempló a la laguna, zonas con vocación forestal de la región, cobertura vegetal y superficies con diferentes estados de degradación ambiental; además, estableció necesario recuperar el embalse para la captación y almacenamiento de agua pluvial y propiciar la recarga de mantos freáticos.
También pugnó por la protección de la biodiversidad nativa y migratoria, especialmente de especies de flora y fauna terrestre y acuática en peligro o riesgo de extinción.
Exigía asegurar la estabilización de suelos que pudieran generar deslaves y azolves que afecten el patrimonio y vida de la población, y asegurar la sustentabilidad ambiental y social de más de 930 mil habitantes, en esa época, de Zumpango, Cuautitlán Izcalli, Cuauti-tlán, Nextlalpan, Tepotzotlán, Coyotepec, Huehuetoca y Tequixquiac.
Pobladores manifestaron que pidieron apoyo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como responsable directa, pero ninguna autoridad respondió al llamado de alerta por la desecación que ocurría en la laguna.
En 2022 solicitaron el retiro del lirio acuático porque avanzaba en el espejo del embalse y afectaba la anidación de aves, contribuía a la evaporación de agua y el azolve se acumulaba en forma de lodos.
Una columna de humo y las llamas se pudieron observar, el jueves pasado, desde distintos puntos del valle de México, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Ninguna autoridad federal, estatal o del municipio aclaró las causas del incendio, y a decir de lugareños, éste se apagó por sí solo debido a la poca humedad que aún queda en el embalse.
Esta es la tercera vez que la Laguna de Zumpango se seca. En 1978 la desecaron por obras hidráulicas del proyecto Los Insurgentes, que preveía la construcción de canales para llevar excedentes pluviales y aguas negras de la Ciudad de México hacia el embalse, y así evitar inundaciones en la capital del país.
En 1997, el vaso regulador fue deshidratado nuevamente, debido a que el ingreso de aguas negras provocó contaminación en la región y la proliferación de lirio acuático dentro del embalse.
El cuerpo de agua sustentaba al campo
La Laguna de Zumpango es un lecho lacustre natural, se remonta desde tiempos prehispánicos. En sus mejores momentos, y a mediados del siglo pasado, sustentó una región agrícola de más de 30 mil hectáreas. Actualmente las rancherías, otrora campos verdes se han transformado en núcleos urbanos.
La Asociación Civil Laguna de Zumpango explicó que el embalse acumula más de 100 millones de metros cúbicos de aguas pluviales y escurrimientos naturales.
En los meses de agosto o septiembre y hasta finales de octubre, cuando las precipitaciones pluviales son intensas, se canalizan los excedentes de la Ciudad de México, de la presa Madín y del río Cuautitlán.
Llevamos entre dos y tres años por debajo de la media pluvial, y se ha agudizado mucho en el centro del país y ya lo estamos viendo con las presas del sistema Cutzamala, también
, comentaron integrantes de la asociación.
Refirieron que además en las inmediaciones de la laguna se han perforado al menos 15 pozos profundos para llevar agua de Zumpango a la capital del país, presumen que ello también influyó en la desecación del lago.
Antaño, la Laguna de Zumpango era lecho de aves migratorias, como cigüeñas, patos canadienses, pelícanos, flamencos, entre otros; también era un lugar atractivo para los visitantes.
Especialistas llegaron a documentar la presencia de 93 especies de aves en la zona lacustre, ahora el silencio es acompañado del ruido automotores atorados en el tráfico vehicular y de maquinaria empleada en obras de ampliación de la carretera Melchor Ocampo-Zumpango.
▲ Una lancha quedó varada entre la maleza, en el terreno de más de 3 mil 800 hectáreas de lo que era la laguna de Zumpango. Ahora es un desierto peligroso, pues en varios puntos tiene más de ocho metros de lodo fangoso acumulado, cubierto por lirio seco.Foto Silvia Chávez