(BOLETÍN DE PRENSA. INAH)
“Gracias al proyecto del Tren Maya hemos podido acercarnos a la fuerza cultural no solo de las antiguas civilizaciones, sino a la de las poblaciones mayas que hoy luchan por hacer oír sus voces y participar en la transformación de este país”, así lo refirió el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, al anunciar que los 450 profesionistas que trabajan en la investigación, conservación, restauración y preservación de los monumentos y materiales recuperados en las tareas de salvamento arqueológico, continuarán sus labores hasta fin de año.
Durante su participación en la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el antropólogo destacó la participación de investigadores de base del INAH y de cientos de jóvenes especialistas, provenientes de instituciones de educación superior, entre ellas, las universidades Nacional Autónoma de México, de Ciencias y Artes de Chiapas y de las Américas; del Estado de México, San Luis Potosí, Yucatán y Zacatecas; así como las escuelas nacionales de Antropología e Historia, y de Conservación, Restauración y Museografía; de Antropología e Historia del Norte de México, y de Conservación y Restauración de Occidente.
Prieto Hernández aseguró que el trabajo de salvamento arqueológico en campo relacionado con la construcción del Tren Maya “tiene el 100 por ciento de visto bueno. No se ha afectado el patrimonio de nuestro país y hemos podido aprovechar las obras para recuperar una inmensidad de materiales que nos dan información muy valiosa de lo que fue y lo que es la gran nación maya mesoamericana”.
Como resultado de lo anterior, detalló, al 12 de junio de 2024, se han registrado y preservado 62,024 elementos constructivos (albarradas, caminos, cimientos o unidades habitacionales, plataformas, construcciones piramidales); 1,453,196 fragmentos de cerámica (tepalcates) “que ofrecen mucha información sobre procesos migratorios, frecuencias estilísticas, intercambios comerciales y la densidad poblacional tan importante que se verificó en toda el área maya mesoamericana”; y 1,993 bienes muebles (metates, figurillas y otras piezas cerámicas).
Asimismo, 1,812 piezas están en proceso de restauración; se han recuperado 701 osamentas humanas, y se identificaron 2,252 rasgos naturales (cuevas, cenotes o cavernas inundadas y semi inundadas) en asociación con la presencia humana de la antigüedad.
En paralelo, apuntó, continúa la implementación del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) en 29 sitios: uno en Chiapas, uno en Tabasco, cuatro en Campeche, 11 en Yucatán y 12 en Quintana Roo.
El director general del INAH presentó un video sobre la Zona Arqueológica de Xpujil, enclavada en el sur de Campeche, una de las maravillas culturales a las que se podrá acceder en la ruta del Tren Maya.
La majestuosa ciudad de Xpujil, cuyo nombre en maya significa “cola de gato”, tuvo su auge en el periodo Clásico Tardío (entre los siglos VII y IX de nuestra era). Las primeras evidencias de ocupación datan del año 400 a.C.; sin embargo, se cree que a finales del siglo XII empezó a experimentar un declive que derivó en su desocupación.
Está conformada por cerca de 25 grupos arquitectónicos, entre los que destaca el edificio denominado de las Tres Torres, el cual es atípico en cuanto a su arquitectura ya que presenta tres torres en lugar de las dos del estilo Río Bec.