(MANUEL PLANELLES Y MARÍA MÓNICA MONSALVE S. EL PAÍS)
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha puesto este viernes el dedo en el lugar que más escuece de esta cumbre del clima que se celebra en Dubái: en los combustibles fósiles y en la necesidad de desengancharse de ellos si se quiere evitar lo peor del calentamiento global. “El límite de 1,5 grados solo es posible si finalmente dejamos de quemar todos los combustibles fósiles”, ha dejado claro Guterres. Ese límite de aumento de la temperatura respecto a los niveles preindustriales, que el planeta está próximo de superar, es el que establece el Acuerdo de París. Si se quiere cumplir para evitar lo peor del calentamiento, se necesita una “eliminación gradual” de los combustibles. “No reducir, no disminuir”, ha insistido Guterres.
“No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles”, ha recalcado el secretario general de la ONU. “Debemos acelerar una transición justa y equitativa hacia las energías renovables”.
Con estas declaraciones, que ha hecho en el arranque de la cumbre de líderes que se celebra en el marco de la COP28 de Dubái, Guterres se ha situado en la parte alta de la lucha climática, junto a los países más ambiciosos que pretenden que de esta conferencia internacional salga un llamamiento claro a esa eliminación de los combustibles fósiles, los principales responsables de la crisis climática, ya que son los primeros emisores de gases de efecto invernadero.MÁS INFORMACIÓN
En la COP28 se debe realizar un balance de los esfuerzos que todos los países han hecho desde que se firmó en 2015 el Acuerdo de París contra el cambio climático. Como todavía son insuficientes para que el calentamiento global se quede dentro de los límites lo menos catastróficos posibles, entre 1,5 y dos grados, se necesita una ruta clara para incrementar esos esfuerzos. La UE, como el resto de países del G-20, defiende que en esta conferencia se haga un llamamiento explícito a triplicar la potencia renovable de aquí a 2030. Eso es lo fácil. La parte más difícil es lograr un llamamiento explícito a eliminar el uso de todos los combustibles fósiles en los documentos oficiales, como defienden Europa y otros países, pero que despierta muchas dudas en las naciones petroleras y las más dependientes del carbón, como China e India. “Este es uno de los puntos más debatidos” y “uno de los caballos de batalla”, ha reconocido este jueves Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica de España.
Pero eso, la desconexión de los combustibles fósiles y su sustitución mayoritariamente por renovables es la senda que también ha marcado la ciencia, como ha establecido en su última gran revisión del conocimiento sobre el cambio climático el IPCC, el panel internacional de expertos que trabaja desde hace tres décadas bajo el paraguas de la ONU.
Y al IPCC se ha referido Guterres en su intervención ante el plenario de la COP28, al recordar que se necesita una senda de “eliminación gradual” de los combustibles fósiles “con un marco temporal claro alineado con 1,5 grados”. Eso supone que la producción de petróleo, gas y carbón no puede aumentar durante las próximas décadas, como tienen en sus planes los países productores de combustibles fósiles y las compañías. “Insto a los gobiernos a que ayuden a la industria a tomar la decisión correcta: regulando, legislando, poniendo un precio justo al carbono, poniendo fin a las ayudas públicas a los combustibles fósiles y adoptando un impuesto sobre las ganancias extraordinarias”, ha resumido el secretario general de la ONU.
Narendra Modi, primer ministro de la India, ha sido uno de los líderes que han intervenido este jueves en la cumbre. Ha defendido el objetivo de triplicar las renovables de aquí a 2030. Pero ha evitado las referencias a la eliminación de los combustibles fósiles. En las anteriores cumbres, la India ha sido una de las naciones que han peleado más para que no se fije una ruta clara para eliminarlos en todos los países. Modi ha señalado en su intervención directamente a los países desarrollados, a los que ha acusado de haber provocado el problema del cambio climático con sus emisiones durante el pasado siglo, algo que hace que ahora toda la humanidad “esté pagando las consecuencias, especialmente los países del sur global”. El mandatario indio, que ha ofrecido a su país para acoger la COP de 2028, ha recordado que su país acoge al 17% de toda la población mundial, pero solo emite el 4% del dióxido de carbono mundial.
Financiación climática
Guterres también ha mostrado su preocupación por los efectos de la crisis climática en las naciones menos desarrolladas. “Los países en desarrollo están siendo devastados por desastres que no causaron”, ha alertado. Y el apoyo que están recibiendo de las naciones más ricas, que llevan años incumpliendo las promesas de financiación climática, es “demasiado escaso y [llega] demasiado tarde”. “Los países desarrollados deben demostrar cómo duplicarán la financiación de la adaptación hasta 40.000 millones de dólares al año para 2025, como prometieron, y aclarar cómo cumplen con los 100.000 millones de dólares, como prometieron”, ha reprochado Guterres en la inauguración de esta cumbre de líderes en la que está previsto que participen alrededor de 160 mandatarios.
Aunque los líderes asisten este viernes y sábado a la cumbre, la COP28 comenzó oficialmente el jueves. Con una buena noticia, porque los representantes de los casi 200 países que participan en estas negociaciones han acordado el establecimiento de un nuevo fondo de pérdidas y daños que persigue compensar a las naciones que son especialmente vulnerables ante los desastres que ya ha producido (y los que causará) una crisis climática de la que no son las principales responsables. La creación de este mecanismo fue la principal conclusión que salió de la anterior cumbre, la celebrada en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij hace un año. Y durante este viernes y jueves se espera que los países anuncien contribuciones (son voluntarias) a este fondo.
“La factura del cambio climático no es igual para todos. Y ha llegado primero para las poblaciones más pobres. El 1% más rico del planeta emite la misma cantidad de carbono que el 66% de la población mundial”, ha recordado el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien también ha participado en la sesión inaugural del encuentro de líderes de la COP28. Ha hablado tras Guterres y el rey Carlos III, del Reino Unido. “En el norte de Brasil, el Amazonas sufre una de las sequías más trágicas de su historia. En el sur, tormentas y ciclones dejan un rastro de destrucción y muerte sin precedentes”, ha recordado el presidente brasileño. “La ciencia y la realidad nos muestran que esta vez la factura ha llegado antes. El planeta ya no espera a pasar la factura a la próxima generación”. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, al igual que muchos mandatarios, como la presidenta de la Comisión Européa, Ursula von der Leyen, ha recalcado la necesidad de una “reestructuración del sistema financiero global”. Petro ha abogado por medida como el canje de “deuda pública por planes que financien mitigación y adaptación a la crisis climática”.