Anuncia EU plan para reducir emisiones de plantas eléctricas

AFP

Washington DC, Estados Unidos(11 mayo 2023).- El Gobierno de Estados Unidos anunció este jueves un plan para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de las centrales eléctricas, en particular de gas y carbón, a partir de 2030, medidas muy esperadas en el marco de sus compromisos climáticos.

Esta nueva reglamentación incluye, entre otras, la obligación para ciertas centrales de carbón de captar sus emisiones de CO2, en lugar de liberarlas en la atmósfera.

Si entra en vigor, será la primera vez que la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) imponga restricciones a las emisiones de CO2 de centrales ya existentes. La generación de electricidad representa alrededor de un cuarto de las emisiones de gas de efecto invernadero del país.

Al igual que un anterior intento bajo la Administración del entonces Presidente Barack Obama, estas normas serán probablemente impugnadas en los tribunales.

Tienen el potencial para impedir la emisión de más de 600 millones de toneladas de carbono de aquí a 2042, lo que equivale a las emisiones de la mitad de los vehículos estadounidenses en un año, declaró el jefe de la EPA, Michael Regan.

Advirtió que conllevarán un cierre de las centrales de carbón, pero aseguró que tendrán “un impacto insignificante en los precios de la electricidad”.

En concreto, estas reglas propuestas varían en función del tipo de central, de su nivel de uso, o de su eventual fecha de cierre prevista.

La Agencia confía sobre todo en las técnicas de captura y almacenamiento de CO2, aún poco extendidas y costosas. El Gobierno apuesta a su desarrollo tras lograr el año pasado que se adoptara la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que incluye mayores beneficios fiscales para las centrales eléctricas que utilicen estas técnicas.

Una primera categoría se relaciona con las centrales térmicas que usan turbinas a vapor, en particular centrales de carbón, pero también de combustible. Según las nuevas reglas, las centrales que prevean mantenerse después de 2040 deberán instalar tecnologías que permitan captar 90 por ciento del CO2 emitido a partir de 2030.

En cambio, ninguna restricción fue impuesta a las centrales de carbón cerradas de aquí a 2032, o incluso 2035, para las que operen a menos de 20 por ciento de su capacidad.

La EPA indica que la instalación de estas tecnologías tomará tiempo y será rentable sobre todo para las centrales que operen más tiempo.

‘Serie de acciones’

Se proponen dos vías para las centrales a gas que usen turbinas de combustión: por un lado, la captación de CO2; por otro, el hidrógeno bajo en carbono.

Las nuevas centrales de gas usadas con fuerte capacidad deben captar 90 por ciento de su CO2 de aquí a 2035, o usar hidrógeno bajo en carbono a 30 por ciento de aquí a 2032, y 96 por ciento de aquí a 2039. Las mismas reglas aplicarán para las mayores centrales de gas ya existentes.

Michael Regan aseguró que estas propuestas están “100 por ciento en línea” con los compromisos del Presidente Joe Biden, quien prometió producir electricidad neutra en carbono a partir de 2035. Son parte de “una serie de acciones”, acotó.

En 2015, Obama ya había anunciado un plan para reducir las emisiones de CO2 de las centrales, que finalmente fue bloqueado antes de entrar en vigor. El año pasado, la Corte Suprema limitó la capacidad de actuación de la EPA.

Según su sentencia, reglas generales que tendrían como consecuencia forzar una transición del carbón hacia otras fuentes de energía sobrepasan la autoridad de la Agencia.

Las medidas tomadas el jueves siguen el acercamiento tradicional de la EPA para actuar bajo la Ley de Aire Limpio (CAA), aseguró Regan. “Estamos convencidos de que estamos dentro de esos límites”, agregó.

Antes de ultimarse, las nuevas normas deben someterse a un periodo de debate público.

Técnicas aún confidenciales

“Estas medidas muestran que la era de la contaminación ilimitada de las centrales eléctricas se acabó”, dijo a AFP Dan Lashof, de la organización World Resources Institute (WRI), aunque lamentó que la propuesta no fuera más allá en lo que respecta a las centrales de gas.

Además, algunos grupos medioambientales son críticos severos de las técnicas de captación y almacenamiento de carbono (CCS), las cuales, temen, permitirían que centrales contaminantes sigan funcionando en lugar de pasarse directamente a las energías renovables.

Por ahora, en el mundo sólo existen unos 35 sitios de captación y almacenamiento de CO2 para procesos industriales o para la generación de electricidad, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE o IEA, por sus siglas en inglés).

Su capacidad anual total de captación es de alrededor de 45 millones de toneladas de CO2, cuando las emisiones totales ascienden a 37 mil millones de toneladas por año en el mundo.

En 2022, alrededor de 60 por ciento de la producción eléctrica de Estados Unidos provenía de centrales de gas (40 por ciento) o de carbón (20 por ciento), según la agencia estadounidense de información sobre la energía, seguidas por el nuclear (18 por ciento) y las energías renovables (21.5 por ciento).

Las centrales eléctricas en EU que prevean mantenerse después de 2040 deberán instalar tecnologías que permitan captar 90% del CO2 emitido a partir de 2030. Foto: IEA